sábado, 26 de febrero de 2022

La Aventuras de Diego Pardo, Policía y Matemático

 



Manuel Lozano Leyva
Editorial Samarcanda
ISBN: 978-84-18720-04-8


Vamos a viajar a la España de los últimos años del franquismo, a los primeros años de la década de los 70, un joven sevillano por entonces amante de las matemáticas pero policía en ciernes se enfrenta a sus primeros casos como policía de la Dirección General de Seguridad que para el que no lo sepa era la policía política del régimen, Diego Pardo ahora es un hombre mayor que escribe sus memorias antes del que el "alemán" que nos quita las llaves le afecte con más profundidad, comienza con sus años de infante por las calles de Sevilla, sus parques, sus amigos, el colegio, su madre, la falta de su padre e intercala esas pinceladas que para un amante de la ciudad del Guadalquivir son como un vaso de agua fresca en un calor de agosto, su relación con el que será su jefe directo y "tío" que le vincula con cierta acción de su padre durante la guerra en el frente ruso; es interesante ver como se mezclan dos generaciones distintas, con diferentes valores políticos y democráticos pero que a fuerza han de entenderse si quieren que cuando el dictador muera el país prospere, en ese papel de joven no necesariamente "rojo" de Diego que choca con el general se ve los difíciles equilibrios que hubo durante la transición y de los que debemos dar las gracias a nuestros mayores por muy denostado que esté ahora ese periodo por parte de ciertos personajes de la izquierda, lo que no quiera decir es que ese trabajo se haya terminado porque esto es como una evaluación continua, se van alcanzado derechos y obligaciones poco a poco.

Diego Pardo se instala en Madrid, en el barrio de Vallecas, acude a la universidad donde descubre la matemática difusa que si os soy sincero a mi me ha sonado a dualidad onda-corpósculo de mecánica cuántica o a estadística si hablamos de números, disciplina que se dispone a aplicar para enfrentarse a los casos que le plantean, toda la perra de Diego es ir a la sección de Criminal pero el general no está dispuesto a dejarlo ir porque en su fuero interno sabe de la valía de Diego o porque se lo debe a su padre, ahí lo dejo a vuestra interpretación; Diego es destinado a resolver cuatro casos de los que uno es real en palabras del autor -no desvelo cual es pero por mi edad ha sido sencillo saber cual ha sido no se si mi hermana pequeña que también compró el libro podrá saberlo pero los de mi generación y anteriores creo que lo saben sin problemas-, en el primer caso le ponen en manos de la comisaría de Moncloa a descubrir que ha pasado en el suicidio de un joven estudiante de un colegio mayor, un caso sencillo en palabras de Diego pero que le reencontrará con un personaje de si pasado sevillano, con las manifestaciones estudiantiles de los los 70 y los coletazos de los simpatizantes del régimen, al estar destinado en de DGS no deja de ser un infiltrado o espía como lo queráis ver, y en un tiempo donde el ADN, CSI y otras zarandajas de esas no existen, la resolución de los casos se tiene que hacer de otro modo. El segundo caso es el de la estafa del robo de aceite de oliva en los depósitos que tiene el régimen para evitar las subidas de precios, es el capítulo más "técnico" que no abruma por cálculos al que se enfrente a su lectura. El tercero Diego debe viajar a Rota, aquí lo de las bombas de Palomares ha inspirado una historia que ha servido para un relato que creo que merecía por si solo un libro entero el solo, pienso lo mismo con el último relato; pensar que Diego es un joven con inquietudes y mientras realiza todos estos trabajos el termina su carrera, se enamora de Elena su novia, aprende a volar o monta a caballo en el club de campo. Y por último un relato político que creo que a mi me ha encantado donde muestra el posicionamiento de las diferentes facciones de poder en los últimos años del franquismo por hacerse con un trozo de la tarra, así como el anterior me encantó por la historia este me ha encantado por el ambiente descrito.

Manuel Lozano escribe con agilidad, evocando un tiempo no tan lejano de una España que estaba empezando a ser lo que es hoy en día, con personas afines al régimen que sería capaces de la salvajada de Atocha o militares que engrasaron la transición sin tiros como Gutiérrez Mellado, unas personas a las que debemos muchos, nuestros mayores y que para nuestra desgracias es ahora cuando deberíamos dar el Do de pecho con el rollo del COVID o la crisis y les hemos dejado más que tirados, no se si vosotros pensáis que los políticos actuales no dan la talla, yo pienso que si pero creo que hace 40 años seguro que lo pensaban sus coetáneos porque esto se repite, pero esto a mi no me consuela. La novela describe creo que muy buena exactitud esos años, vamos yo tenía entre 5 y 6 añitos y aunque mi memoria es buena, lo es para recordar a los Chipirtitifláuticos y poco más porque del atentado de Carrero Blanco ni me acuerdo.

Esta novela de relatos particularmente me ha encantado, pues con Diego veremos el amor, la pugna política, el espionaje, la universidad, las ganas de aprender, en fin, que es un personaje que entra por los ojos y si encima esta escrito por un autor español pues mejor.

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