Bebi Fernández
Editorial Mueve tu lengua
ISBN: 978-84-945676-7-4
Último libro del año y me diréis que soy un masco pero no tengo remedio, si veo algún libro de algún autor novedoso suelo tirarme a la piscina si más pero con los creadores jóvenes tengo un divorcio generacional que no tiene remedio, ya no tengo edad para leer ciertos traumas de jóvenes que tienen toda la vida por delante y que se creen en centro del universo -de su universo si lo son, pero con los años verán que solo son un granito de arena más en este desierto de deseos y esperanzas-. Digo masoca porque vi este poemario de esta joven poeta de 23años pero escritos entre sus 12 y 18 años y a pesar de mis dudas iniciales y de que tiene algunos poemas muy interesantes, el resto es lo mismo que ha escrito un adolescente que está empenzando a conocer la vida, si a esto le sumas que he leído recientemente un poemario formidable de Lara Moreno pues mi regusto es más bien tirando a poca cosa.
La juventud es algo que se cura con los años y seguramente a Bebi Fernández le pasará, que te "rompan" el corazón por una ruptura ya habrá descubierto que no es el fin del mundo y digo esto porque en el mes de julio yo he perdido a una mujer que amaba hasta la sombra que proyectaba, alguien que me daba vida y a pesar de que no me he muerto si me ha sumido en un dolor maduro y sin morfina que solo el tiempo curará, cuando Bebi no quieran las musas ni los dioses, descubra ese dolor, y lea sus poemas de desamor verá que poco duelen esas rupturas de adolescente. Admito que es una mujer valiente en muchos de sus poemas, ese "Normalidades" acaba de una forma rotunda que me ha gustado pero lo anterior de ese mismo poema es lo mismo que busca y que no es más que hacerte un hueco en este asqueroso mundo, ¿no es lo mismo que buscamos todos? seamos diferentes o no; creo que hay una edad para estos poemas pero me temo que a una persona madura, hombre, mujer o pájaro, si ya ha entrado en los muchitantos como yo, los poemas le van a sonar lejanos, muy lejanos y si encimas tienes la experiencia traumática de la pérdida de un ser querido y amado como yo seguramente te cabreará leerlos pero no por que su temática sea cabreante no, por eso, te cabreará porque tendrías ganas de decir que "Dios da pan a quien no tiene dientes".
En algunos poemarios que se ha citado a Neruda yo he dicho que no me siento cálidamente unido a sus versos, no se si será el caso de Bebo Fernández pero en su poema "No quiero ser Neruda" yo hubiera dado cualquier cosa porque que mi chica aún estuviera aquí y decirle cuanto la amo y no escribir ni un puñetero verso triste, porque a mi no me gusta porque cuando calla está como ausente, porque se que está ausente y nunca más poder escuchar su voz, su rano o cualquiera de su chanzas que tanto me estimulaban, según estoy escribriendo todo esto me doy cuenta de cuanto la echo de menos y eso si es dolor joder, no que te deje un tipo egoísta lleno de granos que solo ve por debajo de su bragueta.
Me enterneció su poema CXX porque tiene razón, imbéciles hay en todos lados y relaciones y generalmente en las de pareja siempre hay uno que lleva ese papel, es muy complicado llegar a una relación de equilibrio de imbéciles los dos, pero en fin, todo es cuestión de quererse uno un poquito más y pedir tu hueco en ese mundo de dos. Los fosforismos son puntazo leerlos, seguro que sacaréis más de uno par estado de whatsapp, jeje, bromas a un lado, algunos me parecen muy interesantes aunque alguno sean topicazos que me sacan de mis casillas como "Los hombres los prefiero con sentido del humor y con sentido del amor", atentos los feos y cómicos, que vais a arrasar, me parece tan falsa e hipócrita este aforismo que deberían censurarla, si así de tajante.
En resumen, libro interesante para los jóvenes escritores para que vean diferentes formas de expresar lo que sienten, pero para los tañuditos quizás no diga nada de nada o quizás te cabree como me pasó a mi, hay cierta chanza en una cuenta de facebook que ponía que una joven de 16 años tras una ruptura decía que quería olvidarse de todo y empezar de nuevo a lo que se le respondía que parte de parvulitos quería olvidarse, en fin, no quiero hacer de menos a una joven que seguro es muy talentosa, pero su poesía no es para mi, aunque quizás si lo sea para vosotros.
