sábado, 4 de diciembre de 2021

No Somos Tan Malos

 



Ángel Soledad
Editorial La Palabra Púrpura
ISBN: 978-1-8383558-0-7


Uno de los títulos que me pedí a la librería Caótica de Sevilla y que ha hecho mis delicias los últimos días, ya había tenido experiencias lectoras con otros autores mexicanos actuales y siempre he salido muy satisfecho y con este no ha sido menos; en esta ocasión ha sido una mujer a pesar del nombre de llamarse Ángel como yo.

A pesar del que el libro es en castellano al ser editado desde el Reino Unido el ISBN difiere del clásico 984-84 nuestro, no os extrañéis por eso, este era un detalle para los muy observadores.

Bien podría haberlo clasificado como un thriller pero creo que no le haría justicia ni al género ni a la novela porque creo que la historia encierra algo más profundo e interesante que el mero hecho de un asesinato; pues vamos a viajar hasta el fondo del alma de Roberto, un joven prometedor que ha tenido una infancia difícil tras la separación de sus padres; en primero instante vivirá con su madre que no superará la separación y encima recibía malos tratos por parte del padre que la llevarán al alcoholismo, ese alcoholismo es lo que llevará a Roberto a ir a vivir con su padre, recientemente casado, abogado de éxito y en vísperas de ser padre de nuevo; pero Roberto no consigue encajar en ninguna de los dos hogares, solo su tía materna que le quiere parece encajar con él. Roberto crece como puede, tratando de pasar desapercibido, odiando a su madre por  no superar su vicio con el alcohol, sintiéndose despreciado también por su padre y pasando de cursos con más que gloria pero al final se licencia en lo que llamaríamos aquí económicas y decide pedir trabajo a su padre.

En ese tiempo retoma su amistad y relación con Ariadna, una joven que conoce en su colegio de pequeño y que vuelve a ver en el aeropuerto, el flechazo es instantáneo pero es una relación tan tóxica como lo era con su madre, una joven que le lleva a las droga y el alcohol de forma desmesurada que le llevan al borde de la locura, con ella urde el plan de desvalijar a su padre, pero Roberto no puede más por la senda destructiva que le lleva Ariadna. Tras un luctuoso siniestro Roberto tiene que huir planteándose toda su existencia hasta entonces, la relación con su madre, con su padre el licenciado Roberto Cardoso, el amor de su tía, el amor tóxico de Ariadna y como únicos soportes para la cordura son su tía y su amigo Roberto que le alerta constantemente sobre Ariadna.

El relato encierra una terrible moraleja y es que no existe el karma ni nada parecido, si lo prefieres en versión judeo-cristiana, pues que los malvados se van de rositas y te roban hasta el alma y no les pasa nada; que comportamientos vividos en la infancia puede repetirse si no se tratan de a tiempo y de forma adecuada, y hasta que punto podemos justificar nuestros actos por asuntos externos a nosotros, llámese drogas, alcohol o violencia; ¿no deberíamos ser responsables de nuestras acciones a pesar de todo o es nuestro diablo interior el que las hace y queremos justificarlas de cualquier manera?

Una muy interesante novela que merece el interés de los lectores.

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