sábado, 28 de octubre de 2023

Marranos, el Otro del Otro

 




Donatella Di Cesare
Editorial Gedisa
ISBN: 978-84


En el Museo del Prado se está exponiendo la muestra temporal llamada "El espejo perdido. Judíos y concersos en la España medieval" y este libro ha sido fruto de esa visita, siempre me fascinó el maestro Bermejo, un pintor converso que vivió siempre con la espada de Damocles sobre su cabeza y de personas como él va la exposición, el libro profundiza mucho más en personas que salieron de la península o no pero que vivieron siempre balo sospecha, o bien por ser cristiano nuevo en el territorio peninsular o por ser un nuevo judío por su expulsión de la península en los territorios que llegase. En España y Portugal fueron llamados "marranos" y su acepción en la RAE así aparece, pero dentro de estos personajes hay personas ilustres que luego han sido capitales para la propia historia de España como por ejemplo Santa Teresa de Ávila o el mismísimo Torquemada, otros que viajaron lejos pero bajo este estigma pasaron a,la historia como por ejemplo Spinoza de origen luso.

Independientemente de la obra que traigo, la exposición del Prado merece mucho la pena, no os la perdáis, hay incluso unos san benitos que se ven al final que estremece solo verlos y es que hay un periodo de la historia de España que no hay que borrar por terrible pero si enseñar para no caer en lo mismo, ahora que todo el mundo habla de lo correcto o incorrecto, de lo que se puede hablar o no se puede hablar. nótese por ejemplo en esa intención de hacer "ver" a los judíos la "verdadera" fe y luego cuando la abrazaban desconfiar de ellos. La exposición me ha servido para aprender que los personajes santos del viejo testamente en las obras pictóricas se pintan con una aura de puntas y no redondas como los santos cristianos.

Vamos al ensayo, los judíos hasta antes del 1492 habían sido expulsados de Inglaterra en 1290, Francia en 1306 y 1394 por ejemplo, si esos países tan modernos, y en España habían sufrido ataques brutales por parte de la población tanto en terreno cristiano como musulmán, algunas veces gozaron del apoyo real y tuvieron cierto momentos de esplendor, pero las terribles plagas de peste o hasta el pedrisco si se terciaba y arruinaba la cosecha eran la perfecta escusa para encender el sentimiento antisemita, sentimiento que fue alimentado por las clases religiosas; cuando los reyes católicos imponen la conversión forzada o la expulsión muchos de ellos mantienen en secreto sus ritos o manteniéndose fieles a los ritos cristianos los modifican para amoldarlos a sus creencias, eso hace desconfiar al resto de la población; o los que se hacen cristianos por fe, para demostrar su fe se pasan de frenada y tratan de mostrar su cristianismo por encima de lo normal, léase Tomás de Torquemada.

Donatella Di Cesare ha escrito un estupendo ensayo sobre nuestra historia más oscura, una historia de intolerancia religiosa (que poco hemos cambiado) que los europeos aún no hemos superado, un estigma que nos corroe que no se si será uno de los gérmenes de lo que pasa hoy en Palestina, bueno eso y lo que pasó en el siglo XX, que cada uno se lleve su parte. Unas personas que tuvieron que dejar de sentir, pensar y vivir como ellos querían para amoldarse a lo que la Inquisición marcaba y aún así, eran de fiar, unos supervivientes de los que es posible que tengamos algo en los genes porque Sefarad aún no ha desaparecido de sus memorias. 

Una obra cortita pero muy interesante de leer, que nos hará meditar a menos que seamos unos torreznos y no unos marranos.

sábado, 21 de octubre de 2023

El Problema Final

 




Arturo Pérez Reverte
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-7636-0

Última novela del académico de la Lengua y como loco a por ella y se vino conmigo de vacaciones, previamente ya le había escuchado en la radio en la presentación de la obra y ya estaba avisado de la "trampa" literaria que nos quería plantear y me dije, uy yo soy muy listo y seguro que lo aclaro antes de llegar al último capítulo, que ingenuo fui, hasta el último capítulo no tenía ni idea de quien era el asesino, Pérez Reverte ha tejido un enredo muy bien elaborado, con solidos cimientos para que te atrape y te tenga en un vilo sin saber que ha podido pasar, quizás alguno vea algún detalle que luego sea tal y como luego se aclara, pero eso forma parte de la trampa que ha trazado el escritor para engañarnos. Con muchísimas referencias al género clásico del que apenas hay referentes modernos pues parece que todos los escritores autores de novela negra tienen que exponer una colección de vísceras o violencia, es muy posible que algunos no las conozcan, incluso referentes cinematográficos que a las nuevas generaciones les va a sonar a chino, es más, incluso los más tañuditos tendremos que buscar algunos de ellos o ellas porque no los recordamos.

El homenaje a Sherlock Holmes es más que evidente, encarnado por un actor de cine venido a menos, de esos que su cara encarna precisamente ese personaje en la ficción que se ve encerrado en una isla griega, Utakos, junto a otro grupo de turistas por culpa del mal tiempo, todos ellos conviven tranquilamente en un hotel regentado por una superviviente judía del holocausto hasta que aparece colgada una de las turistas, una joven británica, Edth Mander, lo que es un aparente suicidio, al no poder disponer de los recurso de la policía los mismos huéspedes le encargan al actor, Hopalong Basil, que se encargue de las pesquisas, acostumbrado a observar, investiga entre un grupo reducido de posibles asesinos que son: un matrimonio alemán, un español crápula, la dueña del hotel, un matrimonio de un médico de turbio pasado, el personal del hotel y el mismo Basil. No hay pruebas forenses, ni CIS que valga, todo tiene que ser resuelto a la vieja usanza y el que diga que es previsible miente como un bellaco. 

La novela se hace amena, con diálogos vivos e inteligentes que te mantienen atento a la trama, importante, los lectores noveles pueden perderse por entre las referencias novelescas o cinematográficas, pero nada que Google a poco que te interese pueda no resolver, y sobre todo, no es una colección de hojas con perdidas de tiempo del que tanto abusan muchos escritores de hoy, no es necesario para engañarte y liarte escribir mil páginas y ese mérito es de agradecer.

Deliciosa, para los amantes del género clásico, para los amantes de la novela negra sin aspavientos ni excesos, para los que quieran pasar un rato divertido de lectura -y la persona que lo desestime porque no le gusta el personaje ella se lo pierde, por esa regla de tres no debería ver un cuadro de Picasso o escuchar la música de los divos del rock de hoy en día-.