domingo, 29 de julio de 2018

Los Números Trascendentes




Javier Fresán y Juanjo Rué
Editorial Los libros de la Catarata / CSIC
web: www.catarata.org
ISBN: 978-84-8319-819-3

Otro libro de la serie "¿Qué sabemos de?" que edita la editorial del CSIC y esta vez de números y matemáticas, por si alguien llega ahora mi formación es técnica y nunca me escudo con eso de "soy de ciencias" a la hora de leer un libro o si me equivoco a la hora de poner un acento; esta serie tiene la virtud de estar escrita a un nivel universitario de fácil compresión para muchos lectores con inquietudes, dependiendo de la materia y de lo que recordemos, será más sencilla o complicada su "digestión"; para mi esta entrega ha sido la más rocosa de todas, muchas de las nociones me sonaban vagamente de cálculo y álgebra de primero y algunas partes se me han hecho más cuesta arriba que la subida del Angliru; vamos que ni leyéndolo tres veces he conseguido enterarme pero no porque sea complicado, que va, es que a mi memoria se está haciendo mayor y le fallan las pilas.
Llamo vuestra atención sobre el diagrama de Venn de la página 31 para que os hagáis una idea de cuan grande son los conjuntos de los números y cuales son de un tipo u otro, como encajan unos dentro de otros; y también sobre un par de faltas -me parece a mí- una de ellas en la página 27 que 8x debe estar elevado al cubo la x y no al cuadrado y en la 73 que -5 debe ser raíz de -5 al cuadrado.
Echo en falta un detalle que tienen todos los libros de la colección y es un epílogo a modo de resumen que es estupendo para clarificar ideas; en esta obra no lo hay, es cierto que sigue el formato de más sencillo a más complicado los capítulos pero carece de ese final que yo tanto agradezco.
En cualquier caso, estoy seguro que estudiantes con la materia más fresca sobre complejos, números reales, cuerpos cuadráticos, etc. lo tendrán más sencillo que yo.
Confieso que cuando vi el número de e elevado al producto de la raíz de 163 por pi, me dije que yo tenía que leerme este libro, llamarme raro pero me sedujo la expresión y si encima te enteras que semejante número es casi un número entero, pues como en la magia, quiero saber el "truco" que yo también quiero hacerlo.
Por cierto, un número trascendente es un número real o complejo que no es raíz de ninguna ecuación algebraica con coeficientes no nulos.
En el libro aparecen nombres de afamados matemáticos que dedicaron muchas horas de estudio a estos particulares números, Leibnitz, Euler, Galois, Cauchy, etc., si nos fijamos en los años de estudio veremos que los inicios son del siglo XIX aunque se han producido grandes avances en el siglo XX; y me viene a la memoria un episodio de la serie "The big bang theory" en el que Penny pregunta a Leonard sobre las novedades de la física en los últimos tiempos, a lo que Leonard responde que poco ha pasado desde la teoría de la relatividad de principios de siglo XX, digo esto porque muchas disciplinas técnicas se rigen por estudios con muchos años a sus espaldas.
La obra de Javier Fresán y Juanjo Rué está escrito a un nivel universitario, no radica en la complejidad de lenguaje lo que hace rocoso el libro, si no en la materia -y a que a mi se me ha olvidado mucho-, pero si tienes interés y ganas el libro es muy interesante y te provoca ganas de volver a coger los libros de cálculo y álgebra de primero de la carrera. Nada como rejuvenecer leyendo un libro, ¿no os parece interesante?

domingo, 22 de julio de 2018

La Frontera Salvaje




Washington Irving
Errata Naturae Ediciones
web: www.erratanaturae.com
ISBN: 978-84-16544-60-8


Todos seguro recordaremos a Washington Irving de la obra "Cuentos de la Alhambra" en realidad esa obra fue escrita en 1829 y esta tres años más tarde tras retornar a su patria; hay que ponerse en situación, España acaba de perder gran parte de su imperio en América pero Estados Unidos aún no es ni la simiente de lo que será algunos años más tardes, la guerra de secesión se produciría treinta años más tarde de la publicación de esta obra y se puede decir que sería casi el detonante de la expansión de los territorios de la Unión por la llanuras centrales en su camino al oeste y al Pacífico.
Washington Irving acaba de volver de la "educada y afeminada Europa" para embarcarse en una aventura novedosa y llena de emociones, recorrer las llanuras americanas en busca del búfalo, los indios y vivir como los cazadores de esas remotas tierras, van a atravesar los territorios de caza de los peligrosos Pawnis aunque irán de la mano de Creeks y Osages, en concreto dos mestizos que les ayudarán en todo pero que son despreciados por la tropa de rangers que también les acompañan, lo que no saben esos hombres que desprecian al grupo de Irving y un conde suizo, es que esos hombres de la frontera son capaces de vadear ríos con la facilidad de un indio, que pueden seguir el rastro como el mejor de los sabuesos y cuidan de sus monturas mejor que esos rangers de tiro fácil.
Presenciaremos un cambio fundamental en este escritor, la experiencia de la caza del búfalo -todavía no diezmado de las llanuras- supondrá un antes y un después para Irving, al cazar a este ungulado sin matarlo se verá obligado a rematarlo y al ver a ese animal herido moribundo y tenerlo que rematar "infligir una herida así, a sangre fría, una cosa diferente a disparar en el fragor de la persecución", sufrirá un shock que le hará replantearse el "arte" de la caza, también llorará amargamente ver la caza de caballos salvajes antaño libres en la praderas pero que al ser cazados se vuelven dóciles y mansos "yo no podía dejar de compadecerme de aquel hermoso potro cuya existencia había mutado de repente", perdiendo todo ese porte, y lo expresa con esta hermosa frase: "un día, príncipe de las praderas; al siguiente, bestia de carga".
El estilo de Irving es siempre muy rico en colores y matices, escriba sobre lo que escriba, los colores de la praderas, el olor de los guisos de la carne cazada -hago notar vuestra atención a cuando Tonish, su mestizo medio francés caza una mofeta, un plato delicioso para los indios pero apestoso para el hombre blanco-; apreciar la forma de hablar de sus dos compañeros mestizos de expedición, distintos en todo, carácter, comportamiento pero orgullosos de su origen, el siempre charlatán y dicharachero Tonish y el taciturno pero fiable Beatte.
En estas pocas hojas Irving ya denuncia la actitud despótica de los blancos para con los moradores de las grandes llanuras, gente que es culpable por su color de piel en cuanto un caballo ha desaparecido o se ha extraviado, es evidente que esto no era más que el comienzo de lo que pocos años después pasaría en las naciones indias, gentes que vivían en armonía con el medio -aunque eso de los incendios escandalice a más de uno- que cazaban lo que iban a consumir en oposición al despropósito cazador de los blancos, que cazaban dejando piezas sin tocar y sin preocuparse por un mañana en el que podían pasar hambre.
Quiero hacer notar un aspecto que me ha llamado mucho la atención, llama al modo de echar el lazo a las reses, caballos, etc., el modo español, dice que es una forma más elegante a como lo hacen los colonos y la gente de la frontera, no sabría decir en que se diferencia uno del otro pues he sido incapaz de "visualizarlo", pero quería destacarlo.
A modo de resumen, estamos ante un relato de un viaje de exploración interior, la caza no deja de ser una excusa, un libro para hablar de las grandes llanuras, de los animales salvajes y su efímero futuro ante la llegada del hombre blanco, un relato lleno de una conciencia ecológica que poca gente podría esperar en esos años -ver como se lamenta de como dejan a su paso todo la partida de caza-, un relato que poco o nada tiene que ver por fortuna, con todas esas películas del género tan tramposas y falsas con la historia real de las grandes llanuras, creo que sería de justicia que pudiésemos leer alguna novela escrita por esos grandes perdedores de la historia y estoy seguro que debe de haberla y no cejaré hasta encontrarla y leerla.
He pasado un rato muy ameno con su lectura, llevándome a esas extensiones de terreno tan evocadoras y estoy seguro que a muchos de los que se pasan por este espacio va a gustarles este hermoso libro.

sábado, 7 de julio de 2018

7-7-2007





Antonio Manzini
Salamandra Ediciones
web: www.salamandra.info
ISBN: 978-84-16237-26-5


Estamos ante la quinta entrega de la exitosa serie del subjefe Rocco Schavione, de las anteriores cuatro entregas ya he dado debida cuenta en este blog pero por favor, no os comáis el postre sin haber disfrutado de los entrantes, digo con esto que sería una verdadera pena leeros esta novela sin haberos leído la anteriores porque Antonio Manzini ha trazado un camino literario con este personaje que me ha parecido muy seductor para los lectores.
La trama esta vez está lejos de su nuevo destino policial, el valle de Aosta, porque retorna a su pasado a su querida Roma con su amada Marina, cuando era un hombre feliz pero seguía siendo un policía poco ortodoxo aunque si eficaz. Volvemos al pasado de la mano del propio Rocco apremiado por el juez Baldi y Costa tras la muerte de Adele -de forma colateral porque lo que quieren es matarle a él-; conoceremos por fin el origen de este hombre, sus temores, su historia, en definitiva, porque es y se comporta como le vemos en su vida actual.
Esa historia dejará al aire el corazón de Rocco y brindará al juez Baldi cierto poder para poder "ayudarle" de ese modo pone en busca y captura al asesino de Adele, Luigi Biaocchi; el juez sospecha que no le ha contado todo pero sus explicaciones le parecen suficientes por el momento.
A pesar de todo su humanidad, su mordacidad son invariantes en este policía atípico que fuma porros, tiene por amigos verdaderos delincuentes; que tiene problemas para relacionarse con el resto de los humanos menos con Loba, con Caterina y con su nuevo joven vecino, un chaval lleno de acné que pone la música  toda pastilla y para todo el vecindario.
Según el relato del Rocco al juez Baldi, se retrotrae a los primeros de julio del año 2007 por lo que viajará 6 años en el tiempo, del 2013 a este 2007, Rocco acaba de discutir con Marina pues esta se ha enterado que su marido no es trigo limpio, que es imposible que tenga ese nivel de ingresos con su sueldo de policía y Rocco termina por confesar, sus excusas de que es una herencia paterna por una imprenta no cuelan y descubre que esos amigos que a ella tampoco le gustan son culpables al igual que su marido de ese delictivo comportamiento; independientemente de eso, Rocco tiene que resolver un turbio asunto de drogas con dos chavales muertos en los que se mezclan la mafia nigeriana que se encarga del menudeo y nuevos capos encargados de los tránsitos a gran escala, lo que no sabe Rocco es que esto puede complicarle la vida y convertirse en una "tocada de huevos" de clase 10.
En el primer libro no sabes que pasa con Marina, en los siguientes se aclara algo, pero no gran cosa, es en este donde sabes todo, en un ejercicio de viaje temporal perfecto, Rocco volverá a sufrir el trauma de la pérdida de Marina y a su vez, su amigos volverán a sujetarlo para que no se sumerja en un pozo de destrucción del que sería imposible salir. Veremos un Rocco tierno, menos negro en su lenguaje pero igualmente divertido, que ama Roma -y yo- y para los que hayan estado allí volverán a sus callejuelas del Trastevere o el ghetto. La muerte de los dos veinteañeros de buena familia, de forma cruel pero como dice él, no hecha por profesionales, se desvela poco a poco pero los tentáculos del crimen son largos y vengativos y terminarán tocando a lo más querido por el subjefe.
Atentos a los helados, a las comidas en la casa romana de Rocco, mm. Veo en ese punto cierta conexión Camilleri que me encanta porque a pesar de todo, los personajes de novela negra mediterránea o incluso latina, saben vivir, disfrutan de cada sorbo de aire, pueden ser seres atormentados pero no te dan ganas de cortarte las venas como en los escritores nórdicos.
La serie es estupenda, pero por favor leerla por orden la disfrutaréis mucho más, sería una pena que llegaseis a esta sin haber leído la anteriores, de hacerlo os las zamparéis en cuatro días porque no son especialmente largas, atrapan desde la primera página y seguro que os hará sentir cierta empatía por este subjefe mal encarado pero eficaz, mujeriego y que cuida a sus amigos como sus amigos cuidan de él y con esto digo mucho, es complicado encontrar amigos a día de hoy y dudo que yo encontrase más de uno que se parecieran a los cuatro que Rocco tiene. El lenguaje tiene un buen equilibrio  de dureza y comicidad que hace la trama muy digerible, ¿qué más puedo decir? que ya estáis tardando en leeros las novelas de Antonio Manzini, que no quedaréis defraudados.