miércoles, 27 de noviembre de 2013

Hasta Luego, y Gracias por el Pescado



Douglas Adams
Ediciones Anagrama
ISBN: 978-84-339-7680-2

Llego a la cuarta entrega de la "trilogía" protagonizada entre otros por el terrícola Arthur Dent, en un cambio de registro de Adams nos encontramos con una historia de "amor" y digo bien, "amor" y cambio de registro; si raras os parecieron las anteriores aventuras de Arthur os chocará esta entrega eso si, diferente y preparando el salto para lo que puede deparar la última entrega; más directo por las formas o el pretendido objetivo de Arthur que se enamora de una joven que va viajando dormida en una furgoneta con su hermano, Fenchuch, se hace menos rara precisamente por eso, porque el amor parece que ha llamado a su puerta; hasta el neurótico Marvin -mi protagonista favorito de la serie- se comporta de una manera menos extravagante y depresiva, ays que me lo devuelvan por favor aunque viendo el desenlace lo veo complicado.
En esta entrega echareis de menos un poco de menos a Ford Prefect que si sale pero no acompaña a nuestro aventurero galáctico y que le busca telefónicamente desde no se que galaxia y de la que se podría entresacar la conversación que tiene con las operadoras con las que habla tratando de que le conecten con Arthur, es que me recuerda a nuestros servicios de atención telefónica que tenemos ahora; Marvin aparecerá al final donde morirá feliz después de ser 37 veces más viejo que el universo conocido después de que le hayan cambiado todas las piezas repetidas veces y tras pronunciar la frase del creador "creo que me siento bien" y en con el que se encontrarán viajando como polizones junto a Ford Prefect y Fenchurch hasta el planeta donde está escrito el mensaje final de Dios; debo señalar que ciertos argumentos empleados en anteriores novelas vuelven a aparecer, como el número 42 o la célebre guía del autoestopista galáctico; el caso es que Arthur cae en un planeta donde está lloviendo copiosamente haciendo autostop, poco a poco reconoce que al planeta que ha ido a parar es a la Tierra y que no ha sido destruida por lo vogones pero lo que si ha pasado es que han desaparecido los delfines, cuando llega a su casa, atascada su puerta de publicidad del tiempo pasado -8 años en tiempo real, indefinido para nosotros como lectores en esa nueva realidad pero aparentemente después pero sin que hayan destruido la Tierra- recibe un regalo, una pecera en la que puede leerse "Hasta luego, y gracias por el pescado"; la aparición de Fenny, Fenchurch, en la vida de Arthur será todo una novedad, le veremos moverse torpemente para ligar con ella y con la que viajará hasta California para saber que ha pasado con los delfines entrevistándose con Wonko el cuerdo, la enseñará a volar o hará el amor mientras vuelan sobre Londres, todo ciertamente muy Monthy Phyton -por cierto que van a volver a actuar juntos-.
Por ciertas críticas que he leído al respecto de esta entrega, parece ser que Adams fue "forzado" a entregarla antes de tiempo y en ese instante sufrió cierto cambio con respecto a como veía la tecnología, confieso que o bien para mi ha pasado mucho tiempo o no me he dado cuenta, no la veo escrita con desgana por lo que se refiere a la primera afirmación aunque si es más directa y respecto a la segunda, pues no veo ese cambio o quizás es que veo tan humanamente delicioso al ya difunto Marvin que no soy capaz de verlo.
Me queda una entrega que caerá dentro de un tiempo, más que nada porque la pila de libros pendientes está sujeta por un extraño equilibrio y no se si se me caerá en la cabeza.
Solo para los que se hayan leído las otras entregas o sino no se enterarán de nada y a veces, los que nos leímos las anteriores, tampoco nos enteraremos de nada, jeje, así es el humor de Adams.

viernes, 22 de noviembre de 2013

El Caso Collini


Ferdinand Von Schirach
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-84-9838-552-6

Llego a un número mágico dentro de este pequeño espacio, es mi entrada número 200, heredero de otro espacio mucho más pequeño del que no he podido nada más que guardar el listado de los títulos que cayeron por mis manos y de los que probablemente sólo se acordará Carmina.
Esta es la primera novela de Von Schirach pero los asiduos recordarán dos libros de relatos cortos de este mismo autor que a mi me causaron sensación, sus formas y brevedad son sus armas, un lenguaje claro, detallista tanto que no parece de un profesional de la abogacía en el que incluso cuando explica una ley -la que sirve de estudio en la novela- es clara y no hace falta entender nada de leyes para comprender.
El protagonista de esta novela es un prometedor abogado joven, Leinen, que se apunta al turno de oficio para poder cumplir su sueño de ser un buen abogado y no un chupatintas de oficina y que tiene por "suerte" defender a un hombre que ha matado a un rico e influyente hombre de negocios sin un aparente motivo para hacerlo, para complicar la situación la víctima está vinculada con el joven Caspar Leinen y en ese juego, conoces la infancia de este abogado, sus amistades y amores de juventud mientras trata de esclarecer el asesinato y la poca disposición de Collini que no quiere declarar y tampoco quiere defenderse.
Solo con el transcurso del pasar de las páginas, Fabrizio Collini se vuelve una persona de carne y hueso, un hombre golpeado por los rigores de la guerra y después por la burocracia legal y los artificios que hacen algunos mandamases para librarse de todo y esto es motivo de reflexión porque lo estamos viendo aquí con esa vomitiva ley de la amnistía fiscal de hace bien poco, pero vamos a la novela que no quiero envenenarme con las ideas de ciertos políticos patrios.
Como siempre digo, no es necesario buscar un malo con terribles problemas metales para hacer un formidable relato, basta tener una buena idea y tejer una buena historia, lo otro me parece artificial y carente de imaginación.
Como en las otras obras de Schirach la línea entre el bien y el mal es muy difusa, nada es tan blanco o tan negro como nos lo cuentan o vemos y basta con señalar la conversación que tiene con el abogado de la acusación, Mattinger, cuando dice que sólo conoció a dos hombres decentes, uno muerto hace 10 años y el otro internado en un convento y todo en una relación de admiración por parte del abogado novato pero cordial y sin disputas cuando se enfrentan en el estrado. 
No debemos olvidar de que Schirach es nieto de un nazi convencido y condenado en Nuremberg y eso explique muchas cosas.
El papel de Leinen tiene mucho de Quijote, un hombre en busca de la justicia, seducido por cantos de sirenas de bufetes de prestigio o los besos de un amor de juventud pero el no ceja, tiene claro que a pesar de sus primeras dudas sobre si defender a Collini o no, el si quiere ser un buen abogado debe aislarse de su yo individuo y defender a esa persona y si leéis la novela, es que no quiero destriparla porque si cuento más os la desgracio, defenderlo por encima de todo en pos de la justicia, una justicia como concepto humano, real y tangible; digamos que sales como cuando ves una película de esas de abogados donde al final ganan los buenos y quieres hacerte abogado a pesar de que el latín te suene a chino o la única ley que te aprendiste de memoria es la de la Boyle-Mariotte de los gases perfectos.
Como protesta personal pero lógica dentro de la construcción de la trama, Leinen visita un archivo que le ayudará a resolver el caso pero que no sabes de que se trata hasta el final y eso es "malvado" por su parte.
En resumen, una gran novela, cortita, intensa, que te deja sabor agridulce -ideal, para que no separes los píes de suelo- y con ganas de seguirle la pista, si es que sigue con la saga, a este abogado; creo y tal como están las cosas, que va a ser a único alemán que le seguiré la pista.


domingo, 17 de noviembre de 2013

El Síndrome E



Franck Thilliez
Ediciones Destino
ISBN: 978-84-233-2797-3

Os presento un thríller terriblemente turbador, en los tiempos en los que vivimos estamos expuestos a peligros que desconocemos y que por estudiados no dejan de ser cuando menos preocupantes, no sé si estaréis al tanto de la publicidad subliminal y de su prohibición, no es precisamente el caso pero tiene cierta vinculación, imaginas que algo puede hacer que mediante un estímulo externo nos convierta en carniceros sin escrúpulos ¿no estaríais un poco acongojados?.
Lo mejor de todo es lo que nos plantea pues no creo que sea una novela que pase a los anales de la historia pero tiene muchas cosas buenas para tenerte pegado a la hoja desde la primera página hasta la última, por cierto, el escritor recurre a cierto artificio televisivo para que te quedes pegado a esta pareja de investigadores que se enfrenta a este extraño caso, de modo que estáis avisados, jeje.
La trama se va desarrollando con cierta lógica y naturalidad, no hay sorpresas "tramposas" y aún así es emocionante y trepidante; no la he querido catalogar como novela negra porque creo que no lo es, quizás los quisquillosos vean forzada la relación entre el comisario Franck Sharko -por eso de tiburón- y Lucie Henebelle, más que nada porque se ve a una mujer escarmentada con sus relaciones con los hombres y volcada con su trabajo y Sharko es un esquizofrénico y por eso creo que no parece muy lógica.
El comisario Sharko puede ser un D. House, buscándole una equivalencia televisiva, y se le puede sentir cierta simpatía, quizás por mi afinidad por policías tipo Montalbano o Jaritos no termine de cuajarme este francés viuda que ha perdido a su hija; en cambio si me gusta más la teniente Henebelle, una persona que cuida de su familia y que sólo le pongo la pega de siendo una mujer fuerte al final se comporta como una dama de telenovela en los brazos de Sharko.
Vamos con la trama, la novela arranca con la aparición de cinco cuerpos a los que les han extraido el cerebro, los ojos y les han mutilado de tal manera que es imposible su identificación; a su vez, un viejo amor de la teniente Henebelle se ha quedado ciego temporalmente tal el visionado de una extraña película de un coleccionista que ha muerto recientemente; los dos casos están relacionados  y pone en contacto al comisario Sharko y a la teniente Henebelle, después de un comienzo difícil ambos congenian y descubren una trama que les llevará desde El Cairo hasta Montreal, a encontrar vínculos de estudios sobre el comportamiento humano de la CIA y los servicios secretos franceses o el gobierno canadiense y sus hospicios o manicomios y todo ellos partiendo de una extraña película que esconde imágenes subliminales que incitan a una violencia desenfrenada; es la eterna lucha del bien y del mal, donde el mal no es consciente de su propia e intríseca maldad -las matanzas de Ruanda o los campos de exterminio nazis-, hecha para atrás la eterna cantinela de las conspiraciones del poder para tener a la población controlada y es que ese tipo de argumentos a mi me sacan de quicio, creo que para crear una buena trama no hace falta buscarse cosas tan retorcidas, pero quitando esta pega, la trama es interesante y absorbente.
La cooperación de ambos policías les llevará hasta los estudios de un cineasta francés y lo que el llamó el Sindorme E, algo así como un estímulo que activa cierta parte de nuestro cerebro para convertirnos en unos asesinos sin conciencia; lo que hace de esta trama algo angustiante es que podamos ser tan manipulables -cosa que dudo-, que como individuos tengamos tan poca capacidad de decisión -cosa que también dudo-, en fin, con este libro que comienza lo que parece ser una relación "laboral" y algo más entre estos dos investigadores pero que arranca con otros libros anteriores pero que yo no he leído, la serie en realidad comienza con "El ángel negro" pero se puede leer esta novela sin perder ni un ápice de la trama sin saber nada de uno de los principales protagonistas.
En la novelas veréis ciertos componentes muy clásicos de este tipo de novelas, un jefe que ayuda a capa y espada al comisario Sharko a pesar de ver que su matrimonio parece irse a pique y que al final claudica dimitiendo, un protagonista inescrutable que no goza de la simpatía de los poderes superiores, una mujer dura pero que no lo es tanto y que tiene su corazón volcado entre su profesión y sus hijas y todo para al final llegar a una resolución correcta, sin dejar hilos sueltos y clara, cosa que por cierto se agradece pues así como algunas novelas quieres que te dejen algo a la imaginación, en este tipo de thrillers necesitas que te expliquen todo y que llega de la voz de Coline, la hija del médico que estudia el síndrome E y socio del cineasta creador del film origen de todo.
Lo dicho, un best seller para leer al calor de la leña y que recomiendo a todos salvo a los que gusten de paranoias de conspiraciones mundiales, más que nada para evitarles pesadillas nocturnas.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Los Años de Peregrinación del Chico Sin Color



Haruki Murakami
Tusquets Editores
ISBN: 978-84-8383-744-3

Os traigo la última de Murakami, el eterno candidato al nóbel de literatura y amado y odiado a partes iguales y entre los que me encuentro entre los primeros.
Estamos ante una novela más corta si la comparamos con otras de su puño y letra, menos "enajenada" que otras obras anteriores y en la que es fácil que el lector pueda asumir en primera persona las penalidades de Tsukuru; una historia creíble, fácilmente transportable a cualquiera de nuestras vidas y creo que en eso estña la grandeza de este nipón, la de transportarnos a cualquiera de sus personajes para que vivamos la historia en primera persona.
A diferencia de otras obras de Murakami estamos ante un final maravilloso, abierto, un final para el que le buscaremos cada uno de nosotros  una continuidad, pues cada uno de nosotros imaginaremos una solución diferente para esa cena entre Tsukuru  y Sara ese tercer día. Acostumbrado a los universos que crea Murakami, estamos con uno más próximo, estamos con un universo más lógico y más "normal", notar que entrecomillo la palabra normal y digo esto por dentro de la imaginación de un escritor la palabra normal debería estar prescrita.
Pensaba citaros una frase del libro pero me ha inspirado tanto que he tenido una "diarrea" creativa y me he puesto a escribir como un mono loco aunque no se quedará de esa cita mañana por la mañana, ya lo veré en mi otro blog de rimas esquizofrénicas, quiero deciros que tenéis ante vosotros una novela con típicos personajes solitarios de Murakami que buscan huir de su soledad, personajes que tienen problemas de soledad como tenemos todos nosotros todos los días, de transición de la juventud a la etapa adulta con los cambios tan radicales que ello supone, y todo sin tener que recurrir a una luna verde o un investigador loco pues Tsukuru es un joven que quiere estudiar para diseñar estaciones de tren, un joven que tiene cuatro amigos que son inseparables y que juntos se sienten fuertes y únicos, quitando el detalle de las estaciones de tren, cambiarlo por vuestros sueños de juventud y seguramente os podréis ver en algún momento de vuestras vidas.
Soldedad, amistad, ganas de morir, la sexualidad que brota en nuestros sueños deseando secretamente a nuestras amigas -o amigos, según sean vuestros deseos y no me preguntéis pero podría hacer una lista de al menos dos amigas con las que soñaba siendo yo un muchachito sin barba todavía-, la sensación de no ser parte del mundo, ¿no os recuerdan vagamente vuestros años de juventud?, pero como todo en esta vida, hay un momento que algo te obliga a moverte, algo que te hace que reacciones y esta es una historia de esas.
Partimos de ciertas constantes de todas las novelas de Murakami, un joven herido, Tsukuru, que ha sufrido un terrible ruptura con sus amigos de toda la vida por algo que el desconoce pues cierto día quieren dejar de verle sin ninguna explicación, un joven sin deseos de vivir y que sin embargo sobrevive, crece, se hace adulto y se sobrepone a esa terrible ruptura y debo recordar lo que puede suponer para nosotros en ciertas edades que los amigos no quieran volver a verte, tras dar un cerrojazo en falso, Tsukuru conoce a nuevos amigos y amigas, nada especial por ese miedo al rechazo hasta que conoce a Sara que le obliga a enfrentarse a esa ruptura sin explicaciones; cargado de cierto valor se decide visitar a sus viejos amigos, amigos que tras la ruptura de ese idílico grupo han seguido sus vidas con más o menos fortuna pues todos ellos han cambiado, el jugador de rugby ahora es vendedor de Lexus, Ao, Aka forma ejecutivos y Kuro se ha ido de Nagoya para casarse con un finés a vivir de hacer platos de cerámica y Shiro, la "culpable" de la ruptura ha muerto estrangulada en su casa. Un grupo de amigos que curiosamente tienen un color en su nombre, cosa que Tsukuru no tiene y por lo que se siente desplazado en ese grupo tan unido.
La vida de los tres amigos vivos va a seguir un guión, el que las vida les depare pero el de Tsukuro no, nos deja un final abierto para que nosotros decidamos que queremos para él, sólo nos limite el aire entre los abedules y por eso el final de esta novela es perfecto y una novela más redonda que otras de Murakami.
Como todo personaje nipón, los personajes de Murakami son contenidos, no son dados a derroches latinos de muestras de afecto, son pasionales pero comedidos, sensibles -aunque algunos no se den cuenta de las evidencias más claras-, es una escritura muy cuidada, muy descriptiva, con detalles que te sumergen en un todo como por ejemplo las piezas musicales de Listz que por cierto le martillea en la cabeza si encontrar una explicación lógica a esa evocación salvo que sea por la afición de Shiro por el piano.
Si no habéis leído nada de Murakami creo que es una novela perfecta para acercarse a él, no se hará tan cuesta arriba como 1Q84 por ejemplo y no costará seguir la historia, digamos que es más ligera pero también más civilizada.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La Gente Como Nosotros no Tiene Miedo



Shani Boianjiu
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-1492-8

Traigo esta vez un libro que no dejará indiferente a nadie, a pesar de eso, no muchas personas querrán acercarse a él por la temática pero eso no quita que sea un brillante relato que a mi me ha impactado.
Estamos ante un libro que narra la transición hacia la etapa adulta de tres amigas israelíes, dicho así puede sonar como muchos libros que podemos leer de cualquier otro escritor o escritora pero no podemos olvidar que en Israel el servicio militar es obligatorio para todos, para los dos sexos y que encima es un país en estado de guerra constante. Estas tres amigas, Lea, Avishag y Yael son amigas desde la infancia, completamente distintas, pero amigas al fin y al cabo, pero una amistad forjada a lo largo de los años, las penalidades o las vicisitudes de cada una; deben pasar de que chicos les gustan en el colegio y en un pueblo cercano a alguna frontera por donde ven sobrevolar misiles a controlar puestos de control por donde pasan los palestinos cada día, enseñar a disparar a los nuevos reclutas llegados de la lejana Rusia o controlar una carretera cerrada sobre la que se manifiestan todos los días unos lugareños con la esperanza de salir en la prensa algún día -esto parece ser que está basado en un hecho real-.
La explosión sexual, la tensión entre los compañeros y compañeras, las crisis de identidad, el alcohol, el tener armas en la mano, el pasado de sus padres, sus miedos y temores. No sé si las mujeres podrán verse reflejadas en algunas de las situaciones límites de las tres protagonistas, creo que será difícil pero no debería ser un obstáculo para leer esta novela.
Me gusta que estas tres mujeres que se crían en una aldea de colonos no ven a los palestinos como enemigos irreconciliables, realmente no son ni enemigos, a pesar de que un compañero es degollado en un control, debería ver más como enemigos a sus propios compañeros de armas que una vez retornados de unas semanas en Siria de campaña las tratan vilmente y tampoco, los "disculpan" y esto es quizás lo que menos me ha gustado de la historia.
Las tres mujeres forman un todo, sólo al final te das cuenta de esa suma, no son heroicas, son brutales, en un sueño en busca de su propio futuro, sus lágrimas terminan por secarse para dejar de temer el día de mañana, no es el ejército el que las cambia, son las circunstancias las que las cambian a la fuerza, no optan por algo es ese algo lo que las obliga a optar y eso si causa desasosiego.
No puedo deciros cual me gusta más de las tres porque me las tres tienen algo que me arrebata y son raras de narices, quizás por eso sea yo tan especialito con mis relaciones, jeje, al principio es Avishag la que me entra por los poros, la anécdota del padre en el coche en la playa, pero tanto Lea como Yael, sobre todo Yael al final, cuando las comienzas a conocer a medida que vas conociéndolas de verdad cuando se te meten dentro. Lo que si encuentro chocante o curioso es que entre las tres parece existir una amistad muy "masculina" porque no compiten entre ellas, se ayudan a pesar de no hablarse entre ellas, se cuidan, se apoyan.
Para los que esperan una versión femenina de anécdotas de mili no pueden estar más equivocados, no es eso, es algo muchísimo más profundo; el que esas tres mujeres se vean vestidas de caqui en una edad tan delicada es algo que les pasa a todos los jóvenes israelíes, que se encuentren con un M16 o un M4 colgado en el hombro y con los cargadores hasta arriba de balas es algo por lo que casi todos ellos tienen que pasar.
Quiero dejaros una reflexión que me ha calado que dice "no podemos desear todo lo que vemos, solo lo que podemos tener" y me viene a la memoria multitud de cosas que he deseado con todas mis fuerzas y de las que he tenido que renunciar.
Por cierto, si alguien significa eso de sula que me lo aclare porque he cerrado el libro sin saber que padecía Yael, parece estar relacionado con el dengue hemorrágico pero no tengo ni idea.
En fin, otra obra de gente al límite, en el límite y que sin embargo sobreviven, que te dan lecciones para demostrarte que todo es susceptible de mejorar, que no se debe tener miedo al mañana y que pone los pelos de punta, ¿no es suficiente aliciente?
En la presentación hablan de una novela tensa, romántica y audaz, bien, tensa y audaz no lo dudo, pero no se donde ven el romanticismo.