Jonh Connolly
Tusquets Editores
ISBN: 978-84-8383-369-8
Úlima entrega publicada del investigador privado Charlie Parker -no confundir con el personaje de la serie de TV "Dos hombres y medio" protagonizada por Charlie Sean y en el que en nada se parecen- y de la que no he leído ninguna de las anteriores y a tenor de la experiencia no se si me animaré a leer la anteriores o próximas entregas porque este thriller tiene muchos de los componentes que no me seducen en una obra de este género: magia negra, personajes con perfiles psicológicos enredados y sacados del mismo infierno, personajes de los que no se sabe nada, etc.
El personaje principal es un investigador privado con buenas conexiones con la policía, que goza de cierta buena reputación y que ha perdido a su anterior mujer y su hija aunque ahora esté felizmente casado-detalles que si hubiese leído anteriores entregas seguramente me dibujarían una mejor idea de como es él- se hace cargo de un caso en el que debe vigilar la casa de un antiguo asesino en serie, John Grady, en la que se respira una maldad asfixiante y se cometieron unos atroces crímenes de niños y niñas que trajeron como locos a los policías locales, gracias a un error de novato el asesino fue atrapado y la casa quedó abandonada hasta que el padre de una de esas niñas la compra pero tras esa compra recibe la foto de una nueva niña, ese hecho es el motivo de que Charlie sea contratado para saber o evitar nuevos casos.
La duda de que pueda volver a suceder es el miedo de todos los implicados, incluso el del jefe de policía aunque se comporte de forma extraña, el que el mismo Charlie vaya a ser padre de nuevo creo que es otro de los alicientes para aceptar un caso que "apesta" en todos los sentidos a pesar del tiempo transcurrido.
Las forma y los modos son atractivos para el lector, pues es un lenguaje vivo y muy directo, tiene mucho de guión de película y por eso entiendo que al crítico Carlos Boyero le guste este escritor, mi "rechazo" está más en esa tendencia que impera tanto en el género en la que aparecen personajes complejos y retorcidos que no atormentados y que te hacen perder cierta perspectiva y tus pies ya no se posan en suelo cuando tratas de meterte en la novela y eso a mi no me va tanto, las descripciones son ricas y te colocan en la trama incluso usando tu propio sentido del olfato, porque no se a que olería la cola del papel pintado pero aunque no te lo dice, se siente hasta el mareo cuando se respira.
Aún cuando la tienen catalogada como novela negra yo creo que es más un thriller, pero es una opinión personal, porque el peso del zumbado John Grady y sus transtornos son tan importantes que al final el componente de investigación se hace nimio y te deja un personaje para seguir en un futuro, el coleccionista, una forma de enganchar a sus lectores para próximas entregas.
En esta novela se alude a casos anteriores de Charlie Parker pero a pesar de no conocerlos, no hace que se pierda el hilo argumental y puedas seguir la historia sin problemas, no se si me animaré con otras entregas, es posible pero dejaré enfriar una temporadita a este escritor.