domingo, 26 de julio de 2020

Shiranami



Antología poética de varios poetas, traducción Teresa Herrero
Editorial Hiperión
web: www.hiperion.com
ISBN: 978-84-9002-158-3


El cuadro de "La gran ola de Kanagawa" de Katsushika siempre me ha cautivado, tanto es así que en cuanto vi el título de esta antología poética me dije que tenía que leerlo, el cuadro de la gran ola puede ser una excusa, pero sabedor de la importancia del mar para la sociedad nipona, mi decisión estaba tomada, para los que no conozcan el cuadro dejo una reproducción obtenida de la wikipedia a continuación para ver si os inspira como a mi.


La selección agrupa cien poemas del/sobre el mar que abarca todas las épocas, que vean desde el siglo VII hasta nuestro días, con algunos nombres muy ilustres que para los amantes de los haikus os serán familiares, nombres tales como Matshuo Bashoo, Kobayashi Issa o Ishikawa Takuboku, los poemas están ordenados por el momento de vida del poeta, es decir, del más antiguo al más moderno de manera que podemos apreciar el cambio compositivo de los poemas en si, pero atención, no todos ellos son haikus y como indica la traductora, no están algunos de los más grandes poetas japoneses por motivos de derechos de autor, aún así reflejan todos ellos magníficamente la importancia del mar para la historia japonesa y que enlazan con algunas obras de poetas españoles en el prólogo porque como la gente de mar, la mar no entiende de fronteras, razas o religiones, de peajes o de gente que no sepa sobreponerse a la adversidad.
Uno de los inconvenientes que tienen los poemas cortos es que se quieran devorar demasiado deprisa sin dar tiempo a que maduren en nuestra alma porque de hacerlo de manera compulsiva, los leeremos como un pasador de páginas sin apreciar los matices de los deseos, anhelos, amores o temores; si consigues refrenarte y si eres de los que miras desde la playa al horizonte mientras solo oyes romper las olas, es posible que te metas en estas bellas composiciones poéticas.
De toda la antología, como es costumbre en mi, os destaco los cuatro poemas que más me han gustado:
De Ono Komachi (825-900)

Desde que mi corazón
en tu barco a la deriva
se ha subido
me empapan a diario
las frías olas.

De Minamoto no Shiguki (fallecido sobre el año 1000)

Como las olas que se estrellan
contras las rocas,
agitadas por un viento furioso,
así me veo, solo y destrozado,
cuando me acuerdo de ella.

De Izumi Shikibu (nacido 976) -es un poema en respuesta a una petición pero creo que encierra algo más que esa simpe respuesta de que no quiere navegar con él.

Creo que no volveré a salir
en tu barca
que flota
a la deriva
y sin rumbo alguno.

Y de Yukawa Hideki (1907-1981)

Hay recuerdos
que parecen
bellos guijarros
bajo el flujo
del agua que corre.

Un bello poemario que hará las delicias de los amantes de la cultura nipona, de los amantes de la poesía y de los amantes del mar o del líquido elemento; un libro que te arropará con sus olas pero que a su vez te golpeará contras los acantilados salvajes, contra los peligros del océano ya seas un pescador, una recolectora de perlas o simplemente un amante que espera a la dueña o dueño de tu corazón que viene allende de los mares.
Los colores del mar se mezclarán con los otoños o el azul del horizonte y solo de esa manera tan peculiar que tienen los japoneses de expresar sus sentimientos y si alguien ha estado por esas latitudes sabe que no lo hacen y si lo hacen, nunca es del modo que tenemos nosotros, por eso es tan especial leer sus composiciones poéticas y requieren que leas entre líneas, entre comas y entre sueños y deseos.

Los Testamentos



Margaret Atwood
Ediciones Salamandra
web: www.salamandra.info y www.margaretatwood.ca
ISBN: 978-84-9838-949-4


Después de su afamada obra -llevada a la pequeña pantalla de "El cuento de la criada"- llega esto nueva novela distópica basada en Gilead y su sociedad, han pasado ya quince años después de que se conocieran los hechos descritos y sacados a la luz en las cintas aparecidas tras una pared en los que la criada Defred cuenta su día a día en esa sociedad dictatorial, machista y teocrática en lo que eran parte de los Estados Unidos de América, solo Texas y California parecen al margen de la locura que supone vivir en Gilead, zonas independientes que no han sido absorbidas tras el golpe de estado al gobierno.
En esta obra te queda la duda de su Jude/Defred forman parte de la historia que se narra y así parecen dejarlo entrever en el simposio histórico en el que analizan la caía de Gilead, honestamente yo quiero creer y quiero que sea así, pero esto no afecta al resultado de la historia, es solo por poder cerrar aún mejor el otro libro; no en vano hace 15 años Jude es llevada en una furgoneta negra sin saber donde va a parar.
Mientras en la primera obra la historia era autobiográfica, siendo Defred/Jude la narradora, en esta ocasión son tres/cuatro las protagonistas esenciales de la obra, todas ellas mujeres, porque en Gilead el poder lo detentan los hombres y consideran a las mujeres y sus úteros como meros instrumentos de engendrar hijos, llegando al punto de usar a mujeres fértiles como úteros disponibles para los matrimonios que no pueden concebir y que por culpa de la contaminación y otros problemas medioambientales, cada vez es más frecuente.
Las protagonistas en cuestión son: Tía Lidia, que cuenta su transformación de una jueza de prestigio a ser una de las Tías creadoras del sistema nazi de procreación y formación de Gilead, una mujer de principios que espera su ocasión de tomarse su venganza, algo que no será fácil pues otras tres tías de su mismo poder político medrarán para ser ellas las que prevalezcan en lugar de Tía Lídia. Tía Lidia crea un sistema muy parecido a un convento, donde algunas de esas mujeres no entran en el "circuito" reproductor para a su vez formar a las jóvenes madres y convencer a otras mujeres de otros lugar del mundo para que acudan a Gilead, ese apostolado ser parece mucho a las parejas de testigos de Jehová que ves con su traje por las calles. Es a mi opinión la que sujeta toda la obra y toda la trama. Daisy/Nicolle es una joven que ha nacido en la vecina Canadá, un país que no tiene vínculos con Gilead pero que recibe a los que huyen de su tiránico sistema político y que desconoce pasado; un pasado que la une con Gilead sin ella saberlo hasta que en una manifestación en contra de Gilead es descubierta por una de las Tías y que desembocará en la muerte de sus padres canadienses lo que desembocará en una misión casi suicida para medrar el poder del Gilead y sus dirigentes que cada vez más tienen síntomas de podredumbre. Y por otro lado tienes a Agnes, una joven nacida den Gilead, hija de una criada que está abocada al matrimonio con un poderoso comandante, el comandante Judd, pero que en realidad está llamada a una misión mucho más importante y el pegamento y unión de todo esto es la Tía Lidia.
En una sociedad donde te cuelgan por leer, por tener malos pensamientos, donde la mujeres no pueden ensañar los tobillos, el pelo y el objetivo de toda mujer es ser madre porque la Biblia -cuidadosamente manipulada- lo dice Atwood te hace vivir ese agobio, esa opresión teológica y política que te agobia y no te deja ni vivir ni pensar.
Desgraciadamente muchas de las cosas que se cuentan tanto en esta novela como en la anterior las escuchamos hoy en día en países tan modernos y adelantados como los de hoy en día y que presumen de democracias modernas; Trump o Abascal no traen cosas nuevas, son discursos viejos, excluyentes y lo que es peor se apoderan de la propiedad de la patria, de la razón y de la libertad, pero ojo, que en las antípodas de ellos también se hace lo mismo.
Es una novela que da mucho sobre lo que pensar, ¿pero queremos hacerlo o simplemente el algoritmo de HBO, Netflix o el que nos sugiere que libros leer nos dirán que veamos la serie o leamos estas novelas? porque no nos engañemos, la dictadura de la red también nos dice que tenemos que ver y que pensar -¿no os viene a la cabeza el libro comentado hace unos días de título "Quialityland"?.
Leer, todo lo que caiga en vuestras manos, sea de un color u otro, es la mejor manera de tener una mente libre de prejuicios para juzgar y pensar por nosotros mismos.

domingo, 19 de julio de 2020

Hijos de la Bonanza



Rocío Acebal Doval
Ediciones Hiperión
web: www.hiperion.com
ISBN: 978-84-9002-159-0


Traigo ante vosotros el poemario galardonado con el XXXV premio de poesía de la editorial Hiperión  del presente año y que por culpa del dichoso COVID no he podido comprar en la feria del libro de Madrid, este detalle tiene su importancia, una de las casetas que siempre me ha gustado visitar porque me traía de ella alguna recomendación que deleitaba mi mente.
A diferencia de poemarios de otros autores jóvenes -milenials o no- me acerco a él con mucha precaución porque mi experiencia en el caso de la editorial Frida nunca han sido muy estimulantes pero en Hiperión la cosa cambia, no recuerdo ninguno que me haya dejado sabor amargo.
Para una generación como la mía supone un ejercicio muy saludable bajarnos del pedestal y hacernos ver un mundo en el que vivimos pero que no "visitamos" y creo que del mismo modo, veremos ciertas ideas que tuvimos también nosotros cuando fuimos un poco menos "mayores" que ahora porque desengañémonos, la juventud no ha inventado nada, si puede encontrarse con problemas nuevos aunque no creo que sean tan nuevos, tienen otro nombre pero en el fondo son el mismo y hago una analogía, cuando comenzó la revolución tecnológica todos aquellos deliniantes, oficinistas, etc., ¿qué sentido tenía su trabajo en el mundo del CAD-Cam y procesadores de texto y hojas de cálculo? al fin y al cabo, lo que significa es que los jóvenes y no tan jóvenes se tienen que reinventar, a mi me pasa por culpa del negocio por internet pero no por eso me creo que soy único en el mundo, somos uno más y el poemario de Rocío Acebal es un claro ejemplo de esto.
Con el trasfondo de sus inquietudes vitales y laborables después de estar más que sobradamente preparados, el choque generacional con sus mayores -y señalo algo que no me ha gustado nada en el poema "Los revolucionarios", los padres y los abuelos se han ganado por derecho propio a ser reaccionarios y decir las burradas que les de la gana y después de la pandemia más, después de verlos morir solos y sin nadie que es acompañe ni un instante, vale que el futuro de los jóvenes es incierto y les exige cosas que los demás ni imaginamos, peor al menos tienen un futuro que construir cuando los mayores solo les han dejado un presente que morir, por eso yo dejaré que digan que me ponga esa rebequita por si refresca, de si nosotros si que pasamos hambre o lo que quieran decir- es evidente pero no quiere romper del todo con su pasado como habitante de una sociedad más humana (la mención al pueblo o las labores de costura) y menos urbanita, es por eso que las contradicciones que con tanto gusto y tan bien expresa Rocío Acebal me gusta tanto, jugando con formas y tempos diferentes y una buena dosis de energía que te pueden poner las pilas a poco que tengas el cerebro en buen estado.
Como es costumbre en los poemarios, he señalado los poemas que más me han gustado y esta vez no iba a ser menos.
- El error, no se si porque no he estado en ese estado nunca y me he arrepentido toda mi vida de no haberlo estado para poder hacerlo o por las veces que me he quedado con las ganas de besar a mi objeto de deseo y no lo he hecho perdiendo ese instante.
- A un escritor de bar, creo que las forma más poética que he leído del "contigo no bicho", y palabra, son más de una y más de veinte las que me lo han dicho.
- Ciertas noches, esta es una de las contradicciones que señalaba, no entiendo como entre la generación milenial se dan casos de excesos, abusos, etc.  que deberían estar más que superados; no casa su discurso con algunas de sus reacciones.
- Cuando llega el final, me ha parecido rotundo, como un ladrillazo a mi alma.
- Proceso literario, nunca he llegado a los niveles de los que han publicado, he escrito con pseudónimo, digo que soy un poetastro y dudo que nunca publique nada, pero me ha parecido muy curioso.
En este mundo moderno, de problemas cotidianos y universales, tener la visión de Rocío Acebal es algo estimulante, fresco, y directo como un gancho de Tyson, yo no lo dejaría pasar.

domingo, 5 de julio de 2020

Qualityland



Marc-Uwe Kling
Tusquets Editores
web: www.tusquetseditores.com , www.planetadelibros.com/editorial/tusquets-editores/59 y www.marcuwekling.de/en/
ISBN: 978-84-9066-800-9


Coger en una coctelera y meter a Bennett y a Orwell, agitar convenientemente y el resultado se parecerá mucho a esta obra del alemán Mar-Uwe Kling, una novela a modo de premonición satírica que a buen seguro pertubará a más de uno que hará que cuando vayas a comprar algo por la red o a interactuar en tus redes sociales te lo pienses dos o tres veces antes de hacerlo.
Estamos en un país no demasiado lejos en el futuro llamado Qualityland, pero que antes se llamaba de otro modo, un país que cambió de nombre después de una crisis brutal y que por mediación de expertos de marketing deciden cambiar de nombre, de sistema económico, de nombre de sus propios habitantes y casi de democracia, la única diferencia y esencial diferencia con cualquier país actual es que son los algoritmos los que deciden todo, que deseas ver, leer, comprar y hasta elegir en las próxima elecciones, gracias al desarrollo tecnológico los robots realizan muchas de las actividades que antes realizaban los humanos agrabando aún más la brecha de los poderosos de los que no lo son y que son denominados inútiles, esta diferencias de "castas" económicas van desde los que tienen menos de 10 y que son los inútiles, hasta los dirigentes que son personas con un estatus de 90; esas diferencias hacen que algunos no tenga acceso a cosas que los más poderosos si tienen y encima te hacen que te relaciones con personas con tu mismo nivel, ni más ni menos.
La sociedad de Qualityland en manos de los algoritmos, se maneja con solo dos partidos políticos, el partido del Progreso y la Alianza por la Calidad, el primero de ellos después de saberse que la primera ministra va a morir dentro de unos días porque lo dice un algoritmo, decide presentar a un robot como primer ministro, John of Us, un robot que no se equivoca pero que tendrá que luchar en una encarnada campaña electoral contra Conrad Cocinero, que se parece mucho a Donald Trump todo sea dicho, mientros Peter Sinempleo, que regenta una prensa que destruye los robots defectuosos porque en Qualityland nada se repara, recibe un delfín vibrador que no ha pedido ni quiere, comienza así una lucha contra el sistema en el que ayudado de un androide de combate con estrés postraumatico, un robot de placer sexual con problemas sexuales, un dron con miedo a volar, una escritora cibernética con miedo a la hoja en blanco, una Ipad llamada Pink que no se calla ni debajo del agua y una mujer misteriosa llamada Kiki se embarcarán en su lucha contra TheShop (como un Amazon o un Aliexpress pero a lobestia), la mayor empresa de venta por internet y que se adelanta a todos tus deseos.
Vais a encontrar multitud de referencias a la actualidad, desde las soporíferas películas de Jennifer Aniston, el edulcoramiento de un pasado horroroso causado por los nazis se edulcora hasta tal punto que no son malos, páginas de contactos en los que se buscan parejas conforme a tus inclinaciones; incluso tenéis interrupciones con anuncios y comentarios de usuarios que han comprado el producto.
Es imposible que no sintáis afecto por Peter y por John, cada uno por un motivo diferente, y ahora que cada día vemos motivos más que suficientes como para extinguirnos como especie por idiotas, ver a estos dos personajes me dan cierta fe en una parte de la humanidad, aunque una sea de cables y robótica, tanto es así que yo votaría por John sin dudarlo y me haría amigo de Peter.
Lo que me resulta contraproducente es que si queremos luchar contra algo que está empezando a hacerse ya en nuestros gustos televisivos, informativos, etc., que el propio autor haya vendido los derechos a la HBO me parece una incongruencia.
Comprobaremos que hasta en una sociedad tan idílica como Qualityland hay terrorismo, un terrorismo que es abonado por el propio estado, porque es un negocio al fin y al cabo y de lo que se trata es de no perder dinero y si un algoritmo te dice que se le venda tal misil a un grupo disidente a pesar de que pueda causar bajas civiles, pues se le vende. Economía pura y dura orquestada por máquinas para enriquecer cada vez más a unos pocos humanos que no tienen nada de máquinas.
Vamos camino a un mundo donde cada vez menos tendremos que decidir, porque un algoritmo lo hará por nosotros, no se equivocará nunca y seremos felices para siempre, pues una mierda, si alguien quiere algo así que me borre, necesito el componente humano, no quiero solo ver los informativos con las noticias que me gustan y que según la novela podrían ser perfectamente falsas todas ellas porque se han hecho para que me gusten, no, quiero enterarme también de lo que no me agrada, formarme mi propia opinión, no deseo que un programa me diga que esa mujer es la adecuada para mi porque nos gusta el rugby,  no, quiero que me guste esa mujer porque podamos discrepar en una novela, en un disco o en una comida y en la aventura de descubrirlo disfrutemos de nuestra compañía y así con todas las demás cosas importantes.
Me ha parecido una obra muy interesante, perturbadora por lo que pude significar para nosotros como usuarios de redes y compradores de la red y que puede hacer que nos planteemos más de una o dos cosas en nuestra forma de comportarnos en la red.