sábado, 30 de mayo de 2020

El Prestamista



Edward Lewis Wallant
Editorial Libros del Asteroide
web: www.librosdelasteroide.com
ISBN: 978-84-15625-46-9


Este es uno de los libros que decoraban mi pila de pendientes y que por dejadez se iba quedando cada vez más abajo, menos mal que lo saqué de esa columna interminable que gracias al confinamiento se ha quedado tiritando aunque todavía quedan.
Vamos a enfrentarnos a una novela que para mi gusto es exquisita, con el transfondo del holocausto, pero atención, es un poso que atenaza el alma de Sol Nazerman, un inmigrante polaca que ha logrado sobrevivir tras pasar por un campo de exterminio nazi pero no así su familia, y ese hecho hace que se sienta culpable y le agría y amarga el carácter pero a quien no.
Sol Nazerman dirige una casa de empeños que se sustentan gracias a los objetos que dejan los pobres diablos a los que el propio Sol desprecia y ciertas transacciones monetarias que hace su socio y capo de la mafia, Murillio; la casa de empeños de Harlem recibe periodicamente la visita de la policía que aunque parece que vigila en realidad hace la vista gorda, Sol mantiene a toda su familia o mejor dicho a la de su hermana, una familia que no sabe nada o no quiere saber nada del pasado Sol y por la que siente un gran desprecio salvo de su sobrino, un dibujante joven que no sabe por donde camina.
Se ayuda de Jesús Ortiz, un joven puertorriqueño con ansias de prosperar y que trata de aprender todo lo que puede de Sol, pero porque el que tampoco parece sentir demasiada simpatía. En la vida de Sol aparece y hay dos mujeres en ese momento, Bertha, una mujer que vive con su padre enfermo con la que mantiene relaciones sexuales a pesar de que en el campo de exterminio fue victima de experimentos que le afectaron esa función y a la que paga por ello además de ayudarla con un caradura, Gobermann, que quiere extorsionarla sacando dinero para la futura patria judía y una americana, Mabel Birchfield que sinceramente no entiendo sus ganas de proteger a un hombre como Sol, he querido ver esas personas que son como gallinas cluecas pero Sol no es un hombre simpático, es hosco vamos que se podía decir que es antisocial, no es guapo y aunque es un hombre de estudios como demuestra de vez en cuando con alguno de sus clientes si el día le pilla bien, no lo explota o lo saca a relucir.
En esa atmósfera  de aparente tranquilidad, será la codicia del Jesús la que haga que todo de desencadene, Sol cada vez aguanta menos a su familia, tampoco quiere seguir con su socio y ese tatuaje numérico en el brazo solo le hace recordar cosas que tiene royéndole el alma desde lo mas profundo, veréis los sueños del propio Sol, tanto los felices como los terribles, sueños que le atormentan y que le hacen ser como es, un superviviente que se condena a si mismo por haber sobrevivido que seguro os morderán las entrañas a vosotros también.
La novela a pesar de la rudeza de la temática, guarda momentos cálidos, pues no todos los objetos que le llevan al viejo prestamista son de dudosa procedencia, algunos son partes de la vida de los que los empeñan y los dejan porque no tienen otro remedio y en ese momento es cuando me gustaría que el mismo Sol fuese más empático con ellos, pero no lo es, es incapaz de sentir calor o humanidad pues la que tuvo se quedó en los campos de exterminio europeos, ¿podría alguien culparle de ello? yo creo que no.
En resumen, otra maravillosa novela leída durante el confinamiento que me ha encantado, pero atención, es para estómagos a prueba de bombas, no es una lectura de placer intranscendente; pero no penséis que todas han sido así, que me leído varias chustas que me atormentan más que la propia historia de Sol.

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