sábado, 21 de febrero de 2015

Yo Fui Johnny Thunders



Carlos Zanón
Editorial RBA
ISBN: 978-84-9056-008-2

Os traigo una novela negra soberbia, de perdedores que no tienen nada que ganar porque lo han perdido todo, llena de esos personajes que se te meten en el tuétano y con los que es imposible no sentir empatía, cabreo, alegría o malaleche, todo dependerá de vosotros y de como os hayáis levantado la mañana que empecéis este libro.
Vibrante, negra como el alma de un ogro o la de un demonio que se mezcla en una cuchara antes de inyectarse en una vena, una oda a lo que crees que fue y nunca lo fue, una novela repleta de esa belleza que solo los dramas pueden impregnar la vida y todo con la esperanza vana de tratar de empezar de cero como si todos nuestros errores no vieran a buscarnos en el momento más inoportuno.
Carlos Zanón se ha ido a una barrio del extrarradio de Barcelona, a un barrio humilde que huele a "corrala", a chascarrillo de patio, a dolores que conoce el panadero y tu vecina de puerta, a tiempos pasados de ciudad humana que ya están extintos; ojo, es una novela dura, que hace que te den ganas de abofetear a Francis, abrazar a Marisol o tirar a la vías del tren al sr. Damián o a los dos "ayudantes" suyos.
A ese barrio ya decadente vuelve Francis, Mr. Frankie, un guitarrista roquero en búsqueda de sus inicios, de sus sueños antes de comenzar esa escalada a la fama, a una fama efímera y llena de trampas y en la que el camino le llevará a desatender a sus hijos, su mujer, su familia, su hermana y todo lo que realmente importa; en ese barrio vuelve a encontrarse con su padre, un hombre que abusó de su hijastra y que es un hombre vencido y derrotado pero no por ello inocente, su hermanastra que es la querida del capo local y dueño del bingo y de todos los negocios turbios y oscuros o un último amigo vivo que se ha escapado del estrago de las drogas.
Aún con todo, hay gente que tiene suerte aunque no se la merezca, ¿podría ser Francis uno de esos?, lo más importante, no hay moralinas, ni discursos grandilocuentes, es la realidad de una crónica del día a día de algunas personas que por todo horizonte tienen la papelina que llevan entre las hojas de un libro y que añoran ser los que fueron en esos instantes de fama que dicen que todos tenemos en la vida -mentira cochina, pero bueno-.
Nuestro protagonista principal tiene tantas facturas por pagar que casi es imposible que no caigas en la tentación de esperar que algo le vaya bien tal y como el quiere pero pensarlo bien, ¿se lo merece?; solo por la escena de verse con su hijo cuando le da el CD grabado puedes pensar que si pero las cosas no pueden ser tan simples, o cuando va con su hermanastra Marisol a casa de Don Damián a robarle porque "se lo debe" y es cuando yo me doy cuenta que realmente la que me gusta y arrebata de la novela es la bella Marisol, quemada con ácido y todo, que ella es la verdadera superviviente de la historia de Francis, ella y su hijo Víctor.
Es que no pararía, no tiene desperdicio, colgarías de los pulgares al Xavi por canalla, tratarías de salvar a la señora Inma, de avisar a Liz de donde se mete o de tratar de evitar que muera Ona, agh es que no quiero que Francis tenga suerte, es un maldito canalla.
Le voy a poner un par de pegas a pesar de todo, a veces te ves superado por las menciones musicales y es que uno cada vez se acuerda menos de ciertas cosas y retiene mejor la Obertura 1812 de Tchaikovsky que grupos de rock de los que habla Zanón por boca de "Johnny Thunders" y la otra tiene que ver con la edición, hay unos pequeños diálogos en catalán que para los torpes en idiomas como yo pues te dejan en blanco, los primeros se entienden sin problemas y eso que yo no lo hablo en la intimidad pero a medida que la trama se hace más compleja o tiras de traductor de google o no te enteras ni del nodo; aún así, son cortitos pero es una pena que no esté a pie de página su traducción al castellano.

domingo, 15 de febrero de 2015

La Pandilla de Asakusa



Yasunari Kawabata
Editorial Seix Barral
ISBN: 978-84-322-2300-6


Mi debilidad por la literatura nipona es conocida, sus formas detalladas y sutiles de describir y hablar de las cosas cotidianas me encandilan y el nobel Kawabata no iba a ser menos, una obra escrita allá por el año 30 del siglo pasado pero hablando de un barrio de lo años 20 de la Tokio de antes de la guerra es el escenario de esta novela; un barrio que es un personaje en si mismo como lo pueden ser Monmartre en el París de finales del siglo XIX, Portobello en Londres en el verano de cuanlquier época o Times Square en 1940. son lugares para el placer, ya sea intelectual como sexual, barrios donde se convive con otras normas; Asakusa es el barrio de Tokio que recibe las influencias occidentales mezclándose con la tradición japonesa, donde conviven jazz, teatro o circo con kimonos o gheisas y todo ello en un bario vivo, lleno de energía -y peligros claro- pero decadente y con fecha de caducidad y que en nuestras cabezas occidentales pueden chocar frúscamente, seguro que alguno que otro puede verse escandalizado por eso de la compra venta de mujeres y hablamos del siglo XX pero es algo que si miramos en cualquier burdel de carretera en España seguro que también pasa.
Parece ser que esta novela no se editó en España hasta hace poco y hay que recordar que es del año 1930 y esto sin perder ni un ápice del lirismo propio de los escritores nipones que a mi tanto que agrada, Kawabata es un colorista en su historia, no apreciaréis en sus descripciones, dando una importancia vital a los detalles, ya sea por un kimono sucio o el blanco que se emplea para darse el maquillaje de la cara; para esta novela se ha valido de un narrador que sigue a un grupo de chicos -la pandilla púrpura- formada por lo más variopinto de la "fauna" que habita en tan particular lugar de Tokio; la búsqueda principal se centra en Yumiko, una bella joven que quiere vengar la locura de su hermana al enamorarse de un hombre enamorándose ella locamente de ese hombre, algo que no parece tener mucho sentido, pero ella mismo lo explica, los celos, el amor o la venganza son las luces de ese seguimiento del narrador de la joven Yumiko, una joven que a su vez convive con una vieja madam sobre un bar y con una chica a la que llama hermana en una extraña forma de unidad familiar que concede seguridad.
El barrio de Asakusa fue destruido en un terremoto en 1923 y aunque fue reconstruido el mismo narrador te dice que ya no volvió a ser lo mismo, amén de que en la segunda guerra mundial fue arrasado por las bombas americanas -y aprovecho para comentaros que solo una ciudad de Japón se salvo de ser arrasada por las bombas y fue Kyoto y su patrimonio cultural, el resto fueron objetivo de los raids de las fortalezas volantes B-29-.
Un componente de la novela que os sorprenderá es ese que nos muestra a aquellos que están al margen de la sociedad en ese barrio tan particular, pues todavía son personas cuando aún pueden correr -notar la metáfora tan bestial- y conviviendo con el arraigado espíritu budista/sintoista que empapa a la sociedad nipona y que es tan difícil de comprender para la mentalidad occidental o por lo menos para la mía.
Así que vais a viajar a un barrio de Tokio que ya no existe, a un tiempo que tampoco existe pero que parece tan real que casi puedes estar caminando por las callejuelas sucias y llenas de estímulos de ese barrio.

Pd. lo he catalogado de grandes clásicos por la fecha en la que ha sido escrita y que me parece más apropiada.


Vatanescu y la Liebre



Tuoma Kyrö
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-1553-6


De mi particular rey mago recibí este curioso libro de un escritor finlandés completamente desconocido para mi, pero bueno, como miles de cosas de Finlandia por otra parte, un libro lleno de ironía y con un peculiar sentido del humor que se hace divertido de leer; si pretendes sacar alguna conclusión, moraleja o mensaje, mejor déjalo para otro tipo de libros porque el "buenismo" final queda muy bien en la galletas de la fortuna de los restaurantes chinos pero no en la Europa que tenemos ahora y precisamente menos en una Finlandia como la de ahora.
En un mundo globalizado como en el que vivimos, las penas, sueños o esperanzas también están globalizadas y partiendo de ese principio puedes creerte que un rumano, Vatanescu, deje su Rumanía natal para irse a mendigar a las calles de Helsinki controladas y explotadas por las mafias rusas para hacer realidad el deseo de su hijo de tener unas botas de fútbol, como principio es prometedor pero las veces que he ido por latitudes norteñas no recuerdo haber visto demasiados mendigos y hablo con conocimiento de causa pues he visistado Noruega, Dinamarca y Suecia, los motivos son lo de menos pero donde más lugareños rumanos he visto es en España e Italia, en fin, pasemos por alto ese detalle sin importancia, Vatanescu se rebela contra su explotador ruso, Jegor Kugar, y ello le obliga a una ida sin destino fijo para tratar de conseguir el dinero de las botas y no ser localizado por su explotador, de esa manera comienza una aventura disparatada que le llevará a recolectar arándanos, hacerse amigo de un finlandés obeso que huye de la ciudad cuando es un urbanita puro y duro y todo ello sin desacerse de un compañero fiel de penurias, un conejo lesionado que acoge y cuida desde lo encuentra con un pata lastimada, consigue encontrar el amor de una maga caída en desgracia o salva un paraje natural de convertirse en un centro comercial, pensar cualquier locura pues todas ellas están al alcance de este rumano que no habla finlandés, que no tiene dinero y solo quiere complarle unas botas a su hijo.
La aventura de Vatanescu puede tacharse de divertida porque dudo que ningún mendigo pueda tener la posibilidad de cambiar su destino como lo hace él, caótica porque no hay ningún objetivo salvo el de las botas de tacos, falsa porque nadie ayudaría a Vatanescu en su día a día como hacen en la novela, no el cocinero oriental que le recomienda ir a por bayas, ni el matrimonio obeso con el que hace amistad o el presidente del partido del pueblo que en algunos momentos pensé que era Pablo Iglesias.
El libro tienen un montón de referencia a Arto Paasilinna y disculpar mi ignorancia pero no se quien es ni he leído nada de él, de modo que como deberes me pongo saber y leer algo de este escritor finlandés y no  solo lo que diga la wikipedia; imagino que esas referencias darán más consistencia al relato y por eso a mi se me escapan.
De modo que os traigo un libro lleno de "buenismo", ecologismo de estantería y globalización, divertido, delirante pero que yo no diría que crítico, pues lo hace de una forma tan superflua y delicada que se queda en lo anecdótico.
Creo recordar que incluso en la crítica que leí en El País decían que era como un Chaplin y creo que es cierto, pero la crítica de Chaplin era en los albores del cine, cuando todo estaba medido o censurado casi y ahora las cosas se pueden decir de una forma más cruda y dura; si Vatanescu se hubiera vuelto a su tierra sin las botas y una orden de expulsión para mi hubiera sido un final perfecto, pero ese final tan optimista no es crítica ni nada, es hablarnos del milagro nórdico como hacen los programas de Callejeros y cuando un parado se planta allí pensando que va a encontrar trabajo se topa con la dura realidad.
De todos modos, divertida y con final feliz -que hay muchos que buscan libros así-.