José Luis Murra
Editorial Suma de letras
ISBN: 978-607-1-0267-6
Ahora que se acerca el famoso "fin del mundo" imagino que nos veremos bombardeados con novelas al respecto, esta que nos ocupa fue publicada en el año 2009 y es la primera parte de una obra de dos entregas, como apuntaba esta novela nos acerca a la fatídica fecha del 21 de diciembre de 2012 con un batiburrillo de pesudociencia, religión maya, ecología de todo a cien y altas finanzas en un intento poco realista y demasiado efectista de la sociedad en la que vivimos.
Esta novela ha llegado a mis manos gracias a mi querida amiga Gaby, persona que quiero una jartá y que sabe de mi pasión por la letra impresa y que agradeceré eternamente, venía con una pequeña nota de su puño y letra y ese fue su mejor regalo.
Puede estar bien mezclar todas esas disciplinas, ecología, economía, ciencia, religión -bueno esta no, me niego, no me parece ni medianamente serio- pero relacionarlas todas ellas con los sueños y pensamientos esotéricos me parecen un tremendo desvarío pues te arriesgas a leer algunas de las barbaridades que he leído y que luego os detallo, esos excesos fruto de la imaginación del escritor pueden estar bien si lo que quieres es escribir una novela de ciencia ficción pero si lo que quieres es crear cierta inquietud para que tu cabeza piense a lo que vamos avocados si seguimos con este desenfreno consumista es demasiado para mi.
Murra es un investigador en el campo de los rituales de los chamanes huicholes de Guatemala y es practicante de la disciplina del sueño consciente, entre otras de sus otras habilidades está la de realizar estudios mayas sobre su calendario, un calendario muy avanzado y preciso pero eso no quita que en otras disciplinas estuviesen más perdidos que un pulpo en un garaje.
Tomando como punto de partida el nacimiento del sexto sol maya se reúnen en una investigación arquelógica un grupo de investigadores de lo más variopinto, antropólogos, físico teóricos, un arquitecto e incluso una joven adolescente hija de uno de los investigadores; en esa remota zona de la península del Yucatán se verán inmersos en unos sucesos increíbles que superan toda lógica y que pueden tener una importancia capital para el futuro de la humanidad tal y como la conocemos; paralelamente a esta investigación un grupo de poder idea como hacerse con el control económico mundial y para hacer un poco más retorcida la trama y relacionada con estos hechos que ocurren en la actualidad una extinta Atlántida se encuentra inmersa en unas terribles luchas intestinas para hacerse con el poder y en la que mezclan religiosidad maya/egipcia con atisbos de consumo y economía monetaria que puede acabar con ese paraíso natural.
La novela no termina o no deja nada aclarado en su primer final y te emplaza para esa segunda entrega "El retorno de Ah Kin" pero creo que se la va a leer su tía.
De entre todos los personajes es posible que algunos personajes os puedan agradar, entre tantos es imposible que no caiga alguno simpático, Sarah o incluso Daniel, otros será imposible como el científico Mayer o William pero seguro que algunos están creados sólo para que se sienta "simpatía" por ellos o acercar a posibles lectores como Kiara.
Como os decía un poco más arriba algunos desvaríos me han dejado fuera de juego y os cito los más curiosos:
- Habla de partículas con masa más rápidas que la luz y a pesar de lo que han experimentado con el acelerador de partículas en Europa al respecto y que se ha demostrado que fue un error de medida, la física demuestra que eso es imposible, no hay nada más veloz que la luz..
- Que se sepa son los terremotos los que cambian el angulo del eje de rotación de la tierra para poder mantener la cantidad de movimiento y no al revés como dicen en la novela.
- Los esotéricos hablan con una ligereza tremenda de que sólo usamos el 10% de nuestro potencial cerebral, he tenido ocasión de leer a neurólogos al respecto y sus risas se oyen en el ático de las torres petronas, si usásemos más no podríamos refrigerar nuestra cabeza.
- Von Braun nunca construyó la bomba atómica, vale que Fermi estuvo en el proyecto pero mezclar a dos científicos que precisamente en esos instantes eran enemigos es aberrante.
- En España es imposible hacerse piloto haciendo el servicio militar, sólo es posible acudiendo a las academias militares.
- Desde hace años entrar a la biblioteca nacional está restringido a estudiantes de post-grado y especialistas, no puede entrar cualquiera.
- ¿Atlántida y mayas juntos?, si suponemos la escala temporal el periodo preclásico maya va del 1000 AC al 320 DC pero sus imponentes construcciones no son de ese periodo sino del años posteriores, Platón habló de la isla -si ISLA- de la Atlántida entre el siglo III y IV antes de Cristo pero evocando tiempos pasados por lo raramente coincidirían en el espacio-tiempo. Y de poner en la misma edad las pirámides y esos mayas ya es de ponerse a temblar.
- Habla de chamanes que ven enfermedades y eso no es extraño pues eso cuentan los curanderos, lo raro es que afirma que todas las enfermedades no infecciosas pero de origen genético se originan en el cerebro.
Tuve la fortuna de tener muy a mano el libro de Popol Vuh que es la biblia maya de la creación del mundo y me ha sido de mucha utilidad para desgracia mía pues a medida que avanzaba más desbarrante me parecía la novela.
No quiero que se piense que los "occidentales" somos "superiores" a los mayas de antes o después, no entiendo esa extraña comparación porque no tiene sentido hacerla, de las misma manera que tampoco entiendo muchas de las explicaciones y justificaciones que dan los esotéricos sobre el mundo de hoy y tengo un gran amigo con el que discuto mucho de esto, lo siento mucho, ve más y mejor un escáner que un tipo con una vara de plumas o un tipo analizando el iris de tus ojos, vivir como pregonan algunos exaltados hacia esa ecología trasnochadas no tiene ningún sentido lo que no quiere decir que tengamos que llegar a una vida equilibrada y sana con el medio ambiente porque vivir en el campo/selva es muy bucólico pero la esperanza de vida es una mierda, todos estamos de acuerdo que a este ritmo nos cargaremos el planeta pero no se porque algunos se piensan que somos el centro de la creación, si nos lo cargamos ya habrá algo después aunque no seamos nosotros, ni somos tan importantes ni tan necesarios para el universo.
En definitiva, completamente prescindible y para esto me he tenido que chupar casi 650 páginas.