domingo, 22 de enero de 2012

La Acabadora



Michela Murgia
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-84-9838-377-5

Si no queréis sentir no la leáis, si no queréis pensar tampoco lo hagáis, si no deseáis "sufrir" una historia de amor por el ser humano, conmovedora, compasiva y sin gestos para la galería, tampoco os la recomiendo, en cambio si queréis que vuestras mentes piensen en algo tan humano y por lo que pasaremos todos como es el final del camino, pues leerla, disfrutarla, exprimirla y "sufrirla".
Mi Baltasar particular me la trajo este año con la esperanza de que como era una novela "rara" de las que a mi me gustan pues la disfrutaría y no sabe cuanto acertó y no me refiero a lo raro, más bien a lo maravillosa historia que he leído, no entiendo como no es un récord de ventas, aunque sospecho que no lo es por su temática pero el no no la lea, pues pero para él. Es más comparada con la última de Francesco Pazifico, me ha congraciado de nuevo con los autores italianos.
En los años cincuenta en la bella isla de Cerdeña una viuda adopta mediante un ascentral vínculo propio de la isla a una pequeña, María Listru, a la que dará casa, oficio y una oportunidad. Esa adopción llamada adopción del alma no la hace romper con su familia de sangre, algo que puede sorprender pero que recuerda a las chicas llegadas de los pueblos para servir en casas de familiares de la capital en los tiempos de nuestra postguerra; la vida de María junto a Bonaria Urrai -la viuda- transcurre con la normalidad típica de las zonas rurales con la salvedad de cierta actividad que realiza Bonaria y de la que no es consciente la pequeña porque Bonaria, es modista además de la acabadora de Soreni, pero no acabador en el sentido estricto de la palabra y si os animáis a leerla entenderéis mejor a esta mujer y la veréis con mejores y más bondadosos ojos.
El debate que puede plantear la novela puede revolver la conciencia de los más católicos y recalcitrantes "impositores", porque hay más amor y aprecio por la vida de lo que que a simple vista se aprecia y todo ellos aderezado de chales y vestidos de luto negro tan típicos de las zonas rurales, esos lugares donde se mezclan la religión oficial y las costumbres ancestrales de los pueblos.
Si sois capaces de leerla sin sentiros turbados es que sois un trozo de madera y aunque los trozos de madera también tienen derecho a la existencia, quizás su destino sea mejor la de dar calor en una hoguera que la de darnos clases de moral y lo digo pensando en el mismo cura de la novela, y eso que es un ser que o quita ni pone sueño.
Al final de la obra tenéis un pequeño glosario que ayuda a conocer ciertos dulces o viandas típicas de Cerdeña, en especial esas que se emplean en los velatorios.
A mi me tiemblan las canillas aún y mis locas neuronas andan a la gresca poniéndose en la posición de María, observar que la palabra eutanasia no aparece en toda la obra, ni una sola vez y otro detalle importante, ver el día que se cabrea Bonaria cuando la citan para el final del camino a un vecino que de ninguna manera lo quiere ni lo busca. No hay circunloquios, ni palabras rimbombantes o altisonantes pues Murgia no las necesita para escribir una novela tan maravillosa y creo que provocadora, sus diálogos son cortos pero precisos y muchas acciones se llenan de unos silencios atronadores que no precisan de nada más.
Y  no os cuento más, pero atención a mi aviso del principio de la entrada.
Ah, fue galardonada por el premio Campiello del 2010, pero ya sabéis que a mi los premios no me dicen nada.

miércoles, 18 de enero de 2012

Enrique V



William Shakespeare
Editorial Losada
ISBN: 978-950-03-5345-8

Busqué, busqué y no encontré, mas buscaron, buscaron y entonces hallaron para mi.
Desde que lectura de la novela histórica de Bernard Cornwell y la batalla de Azincourt en la guerra de los 100 años busqué por todo Madrid la versión teatral que Shakespeare hizo sobre la gesta; la obra como tal está descatalogada en España pero se puede encontrar en libros que contienen toda la obra del dramaturgo como ha sido mi caso, este volumen en cuestión contiene los "Dramas históricos" de su pluma, en otros volúmenes se agrupan por otras temáticas.
Una vez recibido -este domingo por cierto- mi ojos fueron rápidamente al índice a buscar la obra en cuestión, no voy a hacer ningún análisis histórico del hecho pues está muy bien documentada por cualquier sitio de la web, es más, se conserva hasta el plan de batalla original francés de tan nefasto día para sus tropas y dirigentes y en lo que me voy a centrar es mis sensaciones después de haber leído el hecho en si y su versión para las tablas.
Enrique V es una de las obras menos conocidas del dramaturgo inglés y podéis disfrutar de un par de versiones cinematográficas formidables, la última en concreto la de Kenneth Branagh de 1989, dirigida y protagonizada por el mismo y que cuenta con Emma Thopmson en su plantel; la obra arranca en las fechas previas a su embarque a tierras francesas para reivindicar sus derechos dinásticos y que para complicarle más la existencia a tan joven monarca, se le plantea un complot para asesinarle pagado por sus "primos" del otro lado del mar. 
A lo largo de sus versos puedes ver madurar a un joven e impetuoso rey hasta convertirse en un hombre maduro, piadoso, temeroso de Dios, valiente y que vela por su pueblo; hay que tener presente que estamos en fechas cercanas al desastre de la Armada Invencible y su "victoria" contra la pérfida y católica España y se exaltaban todos sus los valores patrios.
Dentro de las cosas que me han sorprendido y perdonar que ahora si haga mención al hecho histórico, es que unas vez librados los primeros combates y caídos y apresados los primeros caballeros franceses, el rey Enrique V decidió a tenor de como evolucionaba la contienda el ejecutar a los prisioneros, cosa impensable si se aplicaban la leyes de la caballería pero los ingleses tenían más soldados prisioneros franceses que suyos propios combatiendo y una partida de caballeros franceses arrasaron el campamento inglés matando a los pajes que estaban desarmados y que estaban en la retaguardia, esto de ajusticiarles sería una afrenta a la caballerosidad no fue criticado por nadie en la cristiandad pero en la obra de Shakespeare parece como si quisiera justificar la acción del rey.
Los datos de la obra están exagerados y por descontado, magnificados, algo lógico y normal por lo que decía antes y es un coro de voces los que nos introducen en las diferentes escenas, un recurso que aparece en algunas obras clásicas que a mi me gusta porque te ponen en situación aunque ya se que parece para tontos, pero es que no todos los espectadores tienen porque se "listos".
Como partes destacables de la obra creo que se pueden señalar dos sublimes, la primera es el paseo de incógnito del rey entre sus tropas la noche previa a la batalla y en la que confraterniza con los soldados de igual a igual y en la que es retado por uno de ellos y el discurso para arengar a sus tropas a la vista de las superioridad manifiesta francesa, luego la batalla no es más que unos instantes porque lo realmente importante  son los instantes previos y el desenlace.
No es una obra clásica de las más extensas y esta adaptación es además de muy agradable de leer, es muy sencilla.
Como buena obra clásica atesora los componentes básicos de toda obra clásica: el honor en todos los personajes independientemente de su cuna, los bribones y los bufones, el amor que en este caso el del rey Enrique (Harry) y Catalina, la hija del rey de Francia, la obediencia y el temor a Dios y la entrega a Inglaterra y a su rey.
Apetitosa de leer y si es en esta adaptación, mejor, creo que esta editorial me va a brindar unas buenas horas de maravillosa literatura

domingo, 15 de enero de 2012

La cola de la Serpiente



Leonardo Padura
Tusquets Editories
ISBN: 978-84-8383-362-9

Mario Conde -pongo el nombre entero del expolicía porque me ha parecido curiosa la coincidencia- es un policía de La Habana, un policía de la vieja escuela, de esos que ahogan sus culpas en vasos de alcohol, que huelen al delincuente, que no precisan de CSIs o cosas parecidas para saber por donde van los tiros; esta novela forma parte de una entrega de este policía cubano y a pesar de que es la séptima de la serie, se puede leer sin tener que haber leído las anteriores -aunque ayudaría para hacerse una idea de la personalidad de Mario y su vida personal que parece digna de un derribo-.
Este escritor cubano era desconocido para mi, pero es una delicia, en algunas escenas me recuerda Hammett en su "Halcón maltés".
Esta novela tiene de novedoso en que se mueve por los barrios chinos de la vieja Habana, si ya de por si una ciudad que necesita un "lavado" imaginar un barrio marginal y en declive como ese barrio chino. Se mezcla la religión de los esclavos, les leyendas de los chinos que llegaron en los principios del siglo pasado, los olores, las tabernas y los licores caribeños y todo en una atmósfera impresionante que cautiva hasta que terminas la última página.
Una teniente de policía, hija de un chino del barrio y una cubana, irresistiblemente bella pide ayuda a Conde para resolver la muerte de Pedro Cuang, un anciano que aparece ahorcado en su cuchitril con un extraño dibujo en su pecho y al que el falta un dedo, santería, símbolos chinos, un perfecto cóctel para que disfrutemos de las pesquisas de Conde; pero como todo en la vida, no todo es lo que parece, las cosas son más simples de lo que nos imaginamos y siempre los asesinos son más próximos y cercanos de lo que sospechamos al principio.
Los diálogos con los personajes chinos se recurre a las eles, tal y como parodiamos a los habitantes orientales cuando quieren hablar castellano, los insultos si conocéis a alguien de la bella Cuba os serán tan familiares que creo que os veréis por instantes en algunas de las calles de la vieja Habana.
Dejarme que os señale una cosas de un detalle deportivo, cuando Conde evoca los partidos de baseball y como su equipo perdió después de ir ganando las primeras series habla de cojones, ¿por qué todos los deportes -masculinos- pedimos lo mismo, será por la capacidad neuronal de tan pequeños atributos?, bromas a un lado, es que me recuerda mis visitas a cierto estadio cuando veo que no juegan como nos gustaría y todos los espectadores piden eso, cojones; mejor no entenderlo, pero veo que en todo el mundo se apela a lo mismo.
Las conversaciones y vivencias con esos chinos parecen que te acercan a ellos pero lo único que te demuestran es que son un mundo aparte, estanco e impermeable, pero un investigador sagaz como Conde sabrá leer en esos silencios para poder encontrar la cola de la serpiente y llegar a la cabeza (dicho chino).
Leonardo Padura ha sido guionista y periodista y se aprecia en dos detalles, en esas imágenes que tanto me recuerdan a Rick en Casablanca con el cigarrillo o el vaso de alcohol -ron en este caso-, en lo dinámicas de las acciones que no precisan que pongan a un hombre a correr para que te de sensación de movimiento -la escena al final cuando sigue a Juan Chion es un perfecto ejemplo de como se debe describir un seguimiento.
Lo más curioso es que esta novela era la que el rey Baltasar le había traído a mi hermana pequeña pero al final el que fuese la séptima entrega le hizo que se lo pensase y le trajese otro libro de éxito que saqué del blog de mi estimada Carmina.
Ya tengo un fijo para mi, me ha encantado, el personaje principal me ha fascinado y creo que Padura me va a proporcionar muchas horas de buena literatura.

domingo, 8 de enero de 2012

Los Amigos de Eddie Coyle



George V. Higgins
Editorial Libros del Asteroide
web: www.librosdelasteroide.com
ISBN: 978-84-92663-44-6

Primer libro de este año y nada mejor que empezarlo con novela negra, este clásico de la novela negra norteamericana tiene mucho de cinematográfico, con unos diálogos formidables y en la que se ven las dos caras de la policía/fiscalía para agarrar a los delicuentes.
Este autor, desconocido para mi pero que si os digo que fue el autor de "Mystic River" seguro que ya os parecerá menos desconocido. En comparación con otro libro escrito por un abogado y que recientemente he comentado, "Crímenes", porque Higgins ha ejercido de abogado y fiscal, aquí tienen tanto peso en la trama tanto unos como otros, no son meros espectadores. Al haber ejercido de periodista la da un valor añadido a su pluma, otorgando a sus personajes de un realismo sin precisar de descripciones prácticamente.
Esta obra fue adaptada al cine por Peter Yates y el papel principal lo hizo Robert Mitchum -y creo que le pega- pero yo la versión cinematográfica no la recuero o no la he visto.
 Eddie Cole es un delincuente de poca monta pero que goza de unas conexiones muy buenas para obtener armas y para meterse en líos, agarrado por transportar droga se ve en la encrucijada de tener que delatar a unos compradores de armas y le viene a la memoria su paso por la cárcel y la vez que delató a otro compinche y que le tiene marcada cierta parte de su anatomía para que no lo olvide.
En esos líos en los que se encuentra aparecen unos atracadores de bancos que le han comprado la artillería y que hasta el tercer asalto habían sido "modélicos" y los panteras negras, hablamos de los primeros de los 70 del pasado siglo.
Admirada y elogiada por todos los especialistas del género a mi me ha gustado pero no me ha abierto las carnes como hacen otras obras, algunos de los primeros diálogos me han vuelto mico y no me refiero por el slag empleado, porque no es tal, es por los pocos datos que se sacan de esas primeras charlas, normal por otra parte porque un delincuente hablan de forma nebulosa y sin dar datos concretos para que no los agarre la policía.
Como interesante, que los buenos no son tan buenos, ni los malos tan malos, como siempre y esos diálgos tan cinematográficos que comentaba.