domingo, 25 de junio de 2017

La Chica de Kyushu




Seicho Matsumoto
Editorial Libros del Asteroide
web: www.librosdelasteroide.com
ISBN:978-87-17007-04-1

Traigo una de las novelas policíacas más famosas del siglo pasado en Japón, reúne en ella algunas de las cosas que más me atraen en un libro, mujeres con dos "pelotas" que se sobreponen a un mundo canalla y cruel que miserablemente se empeña a mirarlas por encima del hombro.
El autor es uno de los escritores de novela negra más afamado de Japón, curiosamente empezó a escribir muy tarde y quizás le sirvió para madurar mejor sus novelas de las que esta editorial ha publicado al menos tres títulos más-que seguro acabarán en mis manos porque me ha gustado mucho-.
Una mujer mayor, una viuda prestamista sin escrúpulos y usurera, ha sido asesinada en su casa a golpes con el mismo bastón que usa ella para ayudarse a caminar; solo hay un sospechoso y todas las pruebas están en su contra, seguro que alguno pensará que nos vamos a encontrar con una novela de detectives o abogados pero no, es algo mucho más profundo y serio.
Con este arranque empieza la novela, y es cuando surge nuestra heroína, Kiriko Yanagida, hermana del acusado de asesinato; Kiriko que está muy unida a su hermano decide ir en búsqueda del más famoso abogado penalista con la esperanza de que saque a su hermano de la cárcel y evitarle la pena de muerte -mucha gente no lo sabe pero en Japón todavía existe la pena de muerte, es su caso es la horca-, pero los planes de Kiriko se van al traste cuando el abogado rechace llevar su caso porque no podrá pagar su altísimos honorarios, lo que el no sabrá es que eso desencadenará los terribles hechos que sucederán después.
Estamos ante una novela que también hace de crítica social, no en vano Matsumoto contrapone un Tokio moderno y deshumanizado con las zonas periféricas del archipiélago, si tenéis ocasión o la fortuna de viajar al país del sol naciente veréis este tremendo contraste que tan bien se refleja en la novela y en los personajes, con códigos de honor que rememoran tiempos pasados; abogados sin más objetivo que el vil metal, ese papel lo hace Kinzo Otsuka, un abogado de prestigio que a pesar de estar casado mantiene una relación con la dueña de un restaurante francés de éxito, será esta mujer, Michico Kono, la que se verá envuelta en un asesinato que a su vez arrastrará al abogado y a Kiriko.
Creo que esta novela trasciende lo que podríamos llamar novela negra, con dos parte muy bien diferenciadas que evolucionan del mismo modo que lo hace Kiriko y también Otsuka, con una clara crítica del sistema judicial nipón que no se diferencia en nada al de cualquier país occidental, es decir, que si tienes pasta tendrás un buen abogado y si se lo monta bien te irás de rositas, pero como seas pobre, ni abogados de oficio ni nada, eres carne de presidio ¿no os suena familiar esta reflexión?.
Estoy seguro que Kiriko os seducirá, el final dependerá de vuestra grado de empatía con ella o como de frío tengáis el corazón o grande vuestra capacidad de perdonar, pero no os dejará indiferente; veréis esa sociedad machista nipona que no conocemos pero que si se visita el país se ve y se palpa y por último, que casa muy mal, la sociedad monetarizada actual y los más mínimo derechos de la gente, en este caso de la clase humilde, por eso creo que os gustará.

sábado, 17 de junio de 2017

Robots



Elena García Armada
Ediciones Catarata
ISBN: 978-84-9097-006-5


Si pasáis con cierta frecuencia por este espacio habréis notado que me hice con un buen acopio de ejemplares de libros de la colección de "¿Qué sabemos de?" que edita el CSIC/Catarata, este es uno más de esa colección de la que me quedan todavía un buen número de ellos por leer y que se caracterizan por el uso de un lenguaje accesible a todos los públicos sin tener que ser un experto en la materia y que los que puedan presumir de avanzados no les dejará indiferentes porque aporta interesantes proyectos en los que están trabajando nuestros investigadores; aprovecho para decir bien alto y claro, que invertir en ciencia es invertir en nuestro futuro, no seamos torreznos y lo dejemos a que todo lo inventen "ellos" y digo esto por si alguien del gobierno alguna vez lee este blog.
La palabra robot, de origen checo, es ya una palabra muy corriente para nosotros hoy pero se debe más a la influencia de películas o novelas que a la realidad; tenemos una idea tan estereotipada de como debe ser un robot que cuando vemos uno de verdad de los que trabajan a diario en una cadena de montaje de una fábrica de automóviles, enseguida le ponemos pegas porque no tiene piernas, cabeza o no piensa; ya sabemos que la películas de ciencia ficción son muy atractivas pero los robots a fecha de hoy no son así ni remotamente parecidos; tan distantes están en el tiempo que la idea de que esas máquinas un día se rebelen contra el ser humano es por ahora, algo peregrina, por eso y tomando la palabras de la doctora ingeniera industrial Elena García: "los robots han nacido, han crecido y han madurado con el único fin de ayudar a ser humano".
Estamos muy lejos aún de construir un robot que piense por si mismo, tan complejo y fascinante es nuestro cerebro que los robots tan solo pueden hacer las cosas para las que se les ha programado, hay un capítulo del libro muy interesante sobre que es la inteligencia, como se mide y cuanto de importante es la inteligencia emocional que es la encargada de la creatividad y que rige nuestro lado derecho del cerebro, ahí radica la gran diferencia entre un robot de hoy -seguramente del de mañana y del de mucho tiempo después- con nosotros. Si obviamos este punto tan trascendental, podemos observar a los robots y crearlos según nuestras necesidades o siguiendo un patrón constructivo para que se parezcan a un humanoide, en la actualidad los modernos robots industriales o los que se emplean para intervenciones quirúrgicas en nada se nos parecen, si en cambio los que se emplean para rehabilitaciones médicas o aquellos llamémosles y en honor a C3PO, de protocolo. Esta formas están enfocadas a su utilidad y funcionalidad, pues al fin y al cabo su cometido es ese; para que vamos a poner unas piernas a un robot de soldadura si no se va a mover nunca.
Este estupendo libro divulgativo, nos llevara de la mano poco a poco a ese realmente desconocido mundo de la robótica, con una breve introducción histórica no hablará de los orígenes en los primeros capítulos, en un tercer capítulo de la anatomía, movimientos -o gracias cinemática, ahora se para que sirves, jeje-, etc, para mi el capítulo más interesante pero por un "deformación académica", en un cuarto capítulo hace un paralelismo con el sistema neuromuscular comparando a los "músculos" de un robot, sus fuentes y energías, con los nuestros.
Como todos los libros de la serie, el capítulo final sirve como resumen y para resolver las pocas dudas que nos hayan quedado en el tintero.
Otro libro divulgativo de nuestros investigadores del CSIC muy interesante, claro y conciso. Si no os gusta la robótica no pasa nada, seguro que le encontráis algún punto interesante, si os interesa también para que veamos hasta que punto ha evolucionado esta disciplina en tampoco tiempo y cuanto queda aún por recorrer.

domingo, 11 de junio de 2017

Sin Ir Más Lejos




Fermín Herrero
Editorial Hiperión
web: www.hiperion.com
ISBN: 978-84-9002-083-3


Hace unos años leí el poemario galardonado con el premio Hiperion de poesía de David Hernández Sevillano, la experiencia fue tan buena que siempre que acudo a la feria pido algún otro poemario guiando a las personas que atienden la caseta de Hiperion con esta referencia, la mujer que atiende habitualmente conmigo siempre acierta y lo agradezco sobremanera, este año me "premió" con este y con dos más a los que todavía no he metido mano, pero todo llegará.
Estamos ante un poemario de los que reconcilian con la poesía, con un lenguaje sencillo y cotidiano, sobrio como la tierra de donde es este poema y versa sobre lo sutil, lo corriente, lo natural y sin perder valor en la palabra o en el mensaje, nada de grandes dramas y repleto de motivos por los que estar contento y alegre en nuestro día a día.
Puede chocar la ausencia de titulo en los diferentes poemas pero quizás eso también lo haga diferente y más original; este poemario fue galardonado con el precio de Jaén de poesía recientemente y con premio o sin él, merece la pena la experiencia de leerlo y oxigenarte de poetas "jóvenes" que me hacen muchos líos en la cabeza y de los que saco poco en claro.
Quizás esto último enlace muy bien con un verso que leí al principio del poemario:
"... Por no saber no sabes
ni que tampoco a ti te entenderá tu hijo"
La lucha generacional de siempre, pero con un matiz, este poeta cuando acompaña a su madre al cementerio, todavía pervive cierto respeto por sus mayores a pesar de no haberlos conocido y el rito le resulte ajeno, pero aún así acompaña a su madre a realizarlo; ¿sería posible hoy?, es muy posible que si en un entorno rural pero no en la ciudad, es por eso que estos poemas me hacen reconciliarme un poco con el mundo porque el día a día de hoy, en un mundo donde tenemos el móvil enganchado a todas horas me consume, el ordenador también -a pesar de este ratito de compartir este libro con vosotros-; placeres olvidados aunque sean pasear por una alameda o comerse una fresas demasiado ácidas, con las sombras de los árboles acompañándonos y vemos pasar las aguas del rio bajar.
Por cierto, ¿será verdad que los garbanzos prefieren los pedregales?, y es que tiene que haber gustos para todos.
Como resumen y alterando el orden del verso, "mientras dura el poema, (tenemos) la ilusión, al menos, de ser libres".
Mensaje para mi librera de Hiperión de la feria: Muchas gracias por la recomendación, ha sido un placer delicioso, nunca me fallas.

sábado, 10 de junio de 2017

El Caballo Negro



Craig Johnson
Ediciones Siruela
ISBN:978-84-16638-87-1


Quinta entrega de sheriff Walt Longmire pero para mi la primera y seguro que no será la última porque esas escenas de Wyoming, indios cheyenes y policías que tienen que fiar a su buen criterio los hechos para resolver los casos porque CSI y familiares se ven muy bien en la televisión pero no en un lugar que la distancia entre pueblos o casas se mide en muchas millas, me seduce y mucho, reúne muchos de los tópicos que podemos imaginar de los hombres de las grandes llanuras, si, esos que votan al nefasto de Trump pero algunas cosas que reflejan estos habitantes son interesantes.
Por cierto sabía que había una colonia de vascos por esos andurriales pero no sabía donde, pues ya lo sé.
Nuestro protagonista es Walt Longmira, sheriff de Durant, un pueblo en Big Horn en el condado de Absaroka, hijo de un herrero cheyene que murió atropellado por un tren, vive en la tierra de sus mayores pero no en el rancho de su padre -aún desconozco el motivo- que tiene arrendada a una familia de la zona, con sus 50 años pero quizás cansado de su trabajo y que en esta ocasión se tendrá que enfrentar a su reelección como sheriff de nuevo, ya se sabe como funciona este sistema en los EEUU que en nada se parece a nuestro país. De carácter pausado, es como el can que le acompaña y al que llama simplemente "perro", no suelta el hueso ni a patadas; como muchos investigadores, se fía de su instinto para seguir las pistas y sus jefes también se fían de su buen criterio para darle casos aparentemente difíciles o aparentemente claros como en esta novela.
Puede decirse que encarna los valores que se le presuponen a esos pioneros del oeste, a los que explotan granjas aisladas y que se desplazan casi mejor a caballo que en 4x4.
Un protegido por el FBI Wade Brasad, un tipo que parece tener un imán para crearse enemigos, prende fuego al establo de su rancho, en ese fuego mueren los caballos de su esposa, Mary, y esta en venganza le pega seis tiros por lo que es encarcelada en la cárcel de Walt Longmire, pero una conversación con un colega le incita a investigar y esclarecer lo que parece un caso de manual.
Vestido como un agente de seguros, se encontrará con su viejo amigo Henry Oso en pie que tendrá que evitar descubrir su tapadera,  se hospedará en un pueblo cercano donde conocerá a una emigrante ilegal guatemalteca y su hijo, a un vaquero leal de los de antes, de los de la películas del oeste pero demasiado amigo de la botella o un borrico aprendiz de boxeador que resultará otra cosa muy distinta después. A medida que pasa el tiempo Walt descubrirá que el difunto no tenía precisamente amigos en la zona por lo que la muerte a manos de la mujer es cada vez menos creíble.
La novela reúne las características típicas del género, una mujer sin esperanza y solo un hombre contra todas las pruebas, si a esto lo adornas con paisajes del oeste, con terrenos áridos con caballos, bares donde se mira mal a los extraños, o donde la confianza se gana a fuerza de tiempo, el resultado es de lo más atractivo.
Estoy seguro que me he perdido muchos matices de este sheriff por no haber leído novelas anteriores como por ejemplo la relación con su hija que le ha anunciado que la han pedido en matrimonio, su paso por Vietnam que recalca siempre que puede, la pérdida de su rancho o las relaciones con sus compañeras de trabajo como Vic.
En fin, un tipo más al que conocer porque me ha resultado simpático novelísticamente hablando y del que seguro caerán más novelas porque los títulos que he visto son de lo más atractivos.
Es una novela cortita, muy ágil y que te mantiene en vilo, quizás la parte de la persecución se alarga mucho comparada con otras partes de la novela pero como sarna con gusto no pica, pues nada, a disfrutarla.

lunes, 5 de junio de 2017

Redención



John Hart
Ediciones Pàmies
web: www.edicionespamies.com y www.johnhartfiction.com
ISBN: 978-84-16331-67-3


Conocí a John Hart de una novela previa a esta titulada "No hay cuervos" y que me dejó un estupendo sabor de boca; no lo dudé ni un momento cuando vi esta segunda novela que también me ha gustado sobremanera.
John Hart en esta ocasión nos lleva a una pequeña al sur de los Estados Unidos, mezcla de injusticia americana con ese espíritu redentor y protector del que sufre tan cinematográfico traza un plantel muy atractivo para que nos sintamos identificados o empaticemos con algunos de los protagonistas, ya sea el pequeño Gideon, el ex-policía y recientemente excarcelado Adrian Wall o la misma Elizabeth. A lo largo de sus páginas tienes claro que hay culpables, sospechas cuales son -quizás, pero es lo de menos saberlo-, repleta de acción, de remordimientos y falsos culpables y culpables con piel de cordero.
Por poca sensibilidad que tengamos, será difícil que no nos pongamos en la piel de Channing cuando empuñe una pistola, si justificaríamos lo que hiciéramos en pro de un bien mayor o de evitar algo, si nuestro silencio para salvar a alguien sería eterno o no tan para siempre como algunas promesas.
La novela arranca con el joven Gideon, el hijo de Julia Strange asesinada en la iglesia de una forma terrible, esperando en la puerta de una cárcel al asesino de su madre, un crío al que la muerte de su madre y el alcoholismo de su padre han destrozado, cuenta con la ayuda del pastor de la comunidad y padre de la policía Elizabeth con los que tiene un vínculo muy próximo y especial. Por otro lado tienes a Adrian Wall, un policía encarcelado durante 13 años al que la cárcel le ha transformado pues cuando entró era un tipo honesto, limpio, buen policía y como siempre en estos casos "inocente"; su paso por la institución penitenciaria para él ha sido un infierno en donde solo pudo contar con la ayuda de uno de los reclusos hasta que muere a manos de los "chicos" del alcaide. Beckett, el alcaide o la policía del estado son otros de los personajes que adornan esta buena novela.
Para completar este cuadro, una estupenda policía pero al borde del caos psiquiátrico que acaba de convertirse en heroína tras liberar a uno joven de buena familia pero que no termina de quedar claro a las autoridades policiales, pues los secuestradores de la joven aparecieron acribillados a balazos y en sitios de difícil explicación; y para sazonar todo esto, aparece el cuerpo de una joven que recuerda el caso que llevó al Adrian a la cárcel nada más salir este de la prisión.
El formato elegido es muy cinematográfico, no sé si es muy propio de los escritores del otro lado del charco pero me es muy familiar y televisivo; ágil y trepidante, con personajes muy estereotipados para sentirte afín a ellos desde las primeras páginas;
Lo que en principio puede ser una novela en la esclarecer un caso de hace trece años, ahora es un caso de un asesino múltiple y de la corrupción y opacidad del sistemas penitenciario; el tema es atractivo a más no poder y creo que es imposible no caer en sus redes desde la primera página. No se que grado de influencia tiene la religión en el propio Hart, pero me resulta interesante ver como separa una cosa de la otra en el desenlace de la misma, no hay una crítica a la fe o a los hombres de fe y pienso que es herencia de la mentalidad puritana americana que todo lo impregna.
Honestamente he de decir que me olía mal los dos grandes malvados de la obra -hay uno más-, no por ser muy listo, el alcaide con poco que pongáis de vosotros en Adrian es fácil pero el otro es más complicado de ver pero a mi me resultó sospechoso desde el principio.
Una novela protagonizada por perdedores para mi es siempre un imán, con policías de todos los "colores" o chavales que demuestran tener más resolución que sus mayores aunque estén equivocado o una mujer que se ha hecho un hueco en un sitio tan poco "femenino" como puede ser una comisaría, la verdad es que salvo aceitunas, tenía todo para que lo devorase en unos días tal y como he hecho.
¿Qué es el camino a la redención o a qué se refiere con redención? pues tendréis que leerlo por vosotros mismos, para Liza tendrá que ver con su antiguo pasado y un terrible hecho superado con dificultad, para Adrian el mantenerse cuerdo y guardar la memoria de su antiguo compañero de celda y para el resto, pues os animo a que lo descubráis.