sábado, 28 de octubre de 2017

Fría Venganza



Craig Johnson
Ediciones Siruela
ISBN: 978-84-9841-555-1


Esta novela es la primera novela del sheriff del condado de Absaroka, Walt Longmire, es la tercera que he leído de este policía de Wyoming pero la primera cronológicamente hablando, como cosa curiosa, generalmente la primera de la serie suele ser la mejor de la serie pero para mi paladar a mi me han gustado más las posteriores y que he leído antes, al ser el primero de la serie tiene la ventaja de que te permite conocer a este peculiar sheriff, a su amigo Henry Oso en Pie, de su ayudante Victoria o el antiguo sheriff Lucian; pero no le he notado el punch de los otros dos, eso si, solo por las quince últimas páginas merece la pena la novela; el que este escritor viva en un entorno parecido invita a imaginarte como pueden ser esos páramos, como viven esos personajes duros, solitarios y casi fronterizos que conviven con indios de la reserva o jóvenes con pocas posibilidades de salir de allí. Caballos, sombreros de cowboy, rifles o pistolas, 4x4 o cabañas de troncos y montañas nevadas, ¿de verdad no os invita a viajar hasta allí?.
El condado de Absaroka es un lugar ficticio muy próximo a donde Custer murió con las botas puestas, muy cercano a una reserva india, cheyene para ser más preciso y donde ejerce de Sheriff Walt Longmire, años antes un grupo de jóvenes violan a una joven india que tiene una discapacidad mental por culpa del alcoholismo de su madre, dichos jóvenes apenas son castigados por el delito cometido; transcurridos unos años, uno de los jóvenes aparece con un tiro en el pecho y con unas plumas cerca del cadáver, lo que podría parecer un accidente, deja de serlo cuando un segundo joven aparece muerto en parecidas circunstancias y convierte en una carrera contra reloj por salvar la vida al resto de implicados; en el abanico de sospechosos están prácticamente todos los habitantes de la reserva y los que disponen de un tipo de rifle muy especial y entre esos se encuentra hasta el mismo amigo íntimo de Walt, Henry; la vida personal de sheriff parece no ayudar tampoco demasiado pero la aparición de Vonnie puede poner un poco de paz en el corazón del sheriff.
Este primer libro es casi de presentación de lo que va a venir mucho después, quizás por eso y dado que ya me había leído las posteriores, se me ha hecho menos especial que las otras, por eso recomiendo empezar por esta y seguramente la experiencia de conocer a este tipo del Wyoming sea más satisfactoria. Tanta ha sido el éxito de las novelas de Johnson que han sido llevadas a la pantalla y creo que sería una serie muy "apetecible".
Detalles a señalar que pueden llamar la atención: la forma de hablar del Henry y su forma de acabar las frases -tú-, la profesionalidad y la personalidad de Vic, la aparición de perro -un personaje más en la próximas novelas-, el formato de elección de los sheriff en Estados Unidos, la variedad de armas largas y calibres que a más de uno -como a mi- le darán lo mismo pero que son importantes pero yo me pierdo con esa "importancia"; y por último el respeto por los nativos que me temo no es real, pero esto es una suposición mía sin ninguna base ni fundamento.
La trama de la novela es sencilla pero efectista y atractiva; el desarrollo de novela y la resolución del caso es casi una carambola porque a pesar del trabajo policial lleva a descubrir al culpable de los asesinatos por los deseos de venganza de uno de los personajes; seguramente nos chocará cierto canto a la no violencia o a la violencia justa cuando en los televisores vemos ciertas actuaciones policiales de algunos policías o la aparición de los espíritus de los ancestros de los indios, que a mi realmente me han sobrado porque no creo que fuese necesario meter medicinas indias o espíritus sobrenaturales. Las relaciones de amistad que no precisan hablar son comunes en muchas otras obras y esta es un buen ejemplo, otro ejemplo de conflicto no resuelto es la relación de su ayudante Vic, casada pero con problemas y el propio Walt; y otro clásico, es el bar de enfrente de la oficina del sheriff y la mujer que lo explota.
Creo que es una gran novela pero que tenía que haber leído en el orden adecuado. Este Walt es un tipo que me gustaría conocer, más me gustaría conocer a Henry o a Vic, pero porque me gustan más ellos, nada más. 

domingo, 15 de octubre de 2017

Toda una Vida



Robert Seethaler
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-884-9838-815-2

Que afortunado soy otra bella novela de apenas ciento cuarenta páginas que te reconcilia con la sencillez.
Por si alguien no se había dado cuenta huyo como de la peste de los libros demasiado gruesos, mantengo la idea como la que Petros Mararis plasmó en una entrevista sobre la extensión de una novela, que no hay que editar "mamotretos" -esto es una interpretación mía- para que sea bueno o agradable a la lectura; desde mi suplicio personal con "Los pilares de la tierra", me pienso muy mucho antes de embarcarme con un libro de más de quinientas páginas pero si es pequeño o breve me lanzo casi sin pensarlo, este en concreto lo agarré al vuelo para mis vacaciones aunque ya llevaba mi buena dosis de libros para el avión y el "pobre" me aguantó la primera escala, pero que bien me lo pasé, que agradable volver a leer algo sobre la sencillez de vivir sin más objetivo que el de ser feliz.
Andreas es un habitante de los montañas italianas, cojo por culpa de un accidente pero que no le merma en nada para desarrollar su vida cotidiana, una vida cotidiana que consiste en talar árboles, construir teleféricos y amar a su joven esposa, criado por su tío en un ambiente que precisamente de amor no es, se tendrá que adaptar a los radicales cambios que su entorno le obliga, ya sea la guerra o la llegada masiva de esquiadores o turistas de montaña, a pesar de todo Andreas conservará su modo de vida sencillo y sin aspavientos que harán de él un hombre feliz por mucho que la vida le de un revés detrás de otro como la muerte prematura de su esposa.
Un narrador en primera persona nos hará ver el mundo con los ojos de Andreas Egger, un hombre con escasa formación académica que apenas tiene amigos y al que le cuesta un mundo relacionarse con los demás pero a pesar de ello Andreas puede decir sin temor a errar que el si tuvo un amigo, Thomas Mattl, su jefe y un amor, Marie y eso no lo podemos decir todos. Aunque Andreas morirá solo y octogenario y sin televisor en su casa, su vida fue plena y en los momentos de felicidad, fue el hombre más feliz del mundo. Seguro que la sencillez de su vida espantará a más de uno pero a otros, seguro que les seducirá.
El paso del tiempo o la pérdida de su esposa no parece hacer mella en Andreas, ni si quiera el paso por la guerra y su alistamiento voluntario en el ejército alemán para combatir en el frente ruso, no hay una crítica a eso, pero es que no puede haberla pues Andreas se alista para salir del pueblo, pues nunca ha salido y si al principio le rechazan por su cojera, la falta de hombres les hará reclutarlo al final; su experiencia en los campos de trabajo y su amistad con otros presos no le hace cambiar de forma de ser, esa es su fortaleza.
Cuando ya en su madurez se convierte en guía de montaña, mantiene la frugalidad en su vida y ni si quiera el reencuentro con su tío que ha perdido sus hijos en la guerra le agrian el carácter; en definitiva, Andreas es un buen tipo del que todos nos podríamos fiar.
Ya lo decía Don Hilarión: "hoy los tiempos cambian que es una barbaridad" pero hay personas que siguen fieles a sus convicciones y sus principios, que envidia.
Una breve novela deliciosa que seguro que hará las delicias de todos, incluso de los amantes de los "mamotretos".

sábado, 14 de octubre de 2017

Tierra de Campos




David Trueba
Anagrama Ediciones
ISBN: 978-84-339-9832-3


Como me gusta como escribe este escritor, lo descubrí con la novela "Cuatro amigos" y nunca me ha defraudado con todos los libros que han caído en mis manos suyos, admito que no son muchos pero siempre me deja una maravillosa sensación cuando cierro la última página.
Con el pretexto de llevar el cuerpo de su padre a su pueblo natal para recibir sepultura definitiva pues había fallecido unos años antes y enterrado en Madrid el cantante del grupo Los Moscas, Dani, hace un resumen de su vida, de su carrera, de sus anhelos en una lucha generacional que se repite de forma infinita en el tiempo. En el trayecto, acompañado por un trabajador de la funeraria, Jairo, hace balance desde su más tierna infancia, con el descubrimiento de su adopción y asumir que su madre enferma de Alzheimer no es su madre biológica, pasando por sus primeros acordes con sus amigos inseparables del colegio de curas al que van, Gus y Animal; sus matrimonios o parejas fallidas, sus hijos, en decir, un balance vital en un viaje a los orígenes de su familia, un origen que a pesar de pasar allí los veranos, no son los de Dani nuestro protagonista.
Esa última voluntad de su padre no se convierte en una lista de reproches para con sus mayores o él mismo, aunque hay lamentos Dani asume su vida como es y como ha llegada a hoy en día, siempre hay un resquicio a levantarse y eso me gusta, me encanta, lo adoro; tiene ese sabor a los personajes literarios y cinematográficos que me atrapan y seducen; que tienen un sueño, la vida les da un rapapolvo detrás de otro y no se lamentan, se lamen sus heridas con o sin ayuda pero la vida se recupera de una manera u otra.
Dani Mosca usa la música o mejor dicho, la letra de sus canciones para curarse, ya sea de la presión social de una educación represiva o del final de una historia amorosa y es que yo mismo me he enamorado de las mujeres de su vida, de todas ellas y sin excepción, Oliva o Kei, envidio incluso la relación de amistad de los tres componente del grupo en sus diferentes matices y lo hace como añoramos las relaciones de amistad de cuando éramos jóvenes -en esto veo muchos paralelismos con "Cuatro amigos" aún cuando en esa novela son relaciones añoradas que ya no existen y en esta la relación de amistad con Animal pervive, la de Gus no porque fallece en extrañas circunstancias-, es un lenguaje directo y casi musical con el que nos recuerda todo lo que nos hemos dejado por el camino y son muchas cosas -y las que nos dejaremos-, tanto que ha activado cierta tecla en mi cabeza que me ha hecho tomar cierta decisión que en condiciones normales no hubiera hecho de forma tan radical.
Después de la lectura me planteo algunas cuestiones: ¿qué papel en realidad juega el padre en la historia? yo creo que es un mero catalizador para que Dani explique todo, el traslado del cuerpo de un padre es un mero pretexto; ¿por qué lo divide como los discos antiguos en cara A y cara B si es un mismo "disco"?
Es un libro que apela a lo que todos hemos soñado y pocos o ninguno ha conseguido y quitándole brillo a ese "logro", plagado de sentimientos profundos que nos serán afines o muy familiares, desmitifica algunas de las figuras del sexo, droga y rock & roll, trayéndonos al mismísimo Serrat en una gira por Japón.
De lectura fácil, está escrito en primera persona, plasma una lucha generacional en la relación difícil con su padre; pero nada nuevo bajo el sol, la lucha generacional es un típico pero que no siempre se sabe plasmar de forma acertada y creo que Trueba lo ha logrado. Una lucha por no desaparecer de la vida sin dejar un legado o algo por lo que ser recordado y ese si es un difícil y duro trabajo.
En resumen, una novela que me ha encantado, que tiene muchas referencias aplicables a mi vida y eso que yo no soy músico ni un tipo de éxito, quizás soy uno del montón de los que van a escuchar a los moscas y envidian una vida que solo imaginamos.