Ana Martos
Editorial Nowtilus
ISBN: 978-84-1305-305-9
Esta semana me ha vuelto a pasar, en el concurso del El Cazador han preguntado a una concursante el símbolo del Germanio y su respuesta independientemente de que ha sido fallida ha ido con la coletilla "es que soy de letras", no tengo muy claro si es para justificar su incultura -que no pasa nada por no saberlo, pero se aprende y listo- o es que se ha convertido en un mantra para decir que no son capaces de aprender nada más que no sea de su comodidad, aplicando esa regla de tres, mañana mismo escribiré mal, sin acentos, con faltas de ortografía y cuando me corrijan diré "es que soy de ciencias", no me molestaré en saber quien era Boabdil "El chico", Cervantes o Azorín, ni leeré una novela de Dumas porque soy de ciencias, os doy permiso a cortarme la "coleta" si alguna vez se me ocurre soltar tremenda gilipollez.
Vamos a por este interesante libro que adquirí en el Museo Arqueológico Nacional, es de una colección, "Breve historia", que viene muy bien para recordarnos estudios pasados y en su caso para ampliar someramente sin caer en un tocho de datos que puedan espantar a mas de uno, aviso, para los que han estudiado con el plan de BUP y COU no hay nada nuevo, quizás algún dato nuevo pero lo mejor de todo es la introducción y las primeras etapas de los musulmanes antes de la llegada a la península, los cismas de su religión, chiitas y suníes, los Omeya, etc., sus relaciones con las otras religiones antes de los fanatismos religiosos (de todos), y luego de forma gradual se va metiendo en faena para hablarnos del emirato, el califato, los reinos de taifas y por último el Reino de Granada, en algunos casos seguro que sabréis más de lo que aquí se expone pero creo que es un resumen bastante bueno de los que aconteció desde 622 más o menos al 1492 y lo que supuso a la península, como dato interesante debo añadir que yo pensaba que la monarquía visigoda fue algo más importante en la historia de España pero a tenor de lo que he leído, esos 300 años han pasado sin pena ni gloria, sin influencia notable salvo por la introducción de algunas palabras germanas en nuestra lengua como sacar, casta, rueca o espía pero no entiendo muy bien esa fijación de la educación de nuestros padres de saberse la lista de los reyes godos, unos tipos que se cargaban al rey porque les miraba mal después de haberle elegido entre todos, apenas eran un puñado en las Hispania post romana y que discutían si Arriano tenía o no tenía razón, unos reyes que tampoco lo eran de toda la península pues Alanos, Suevos y Bizantinos compartieron terreno, que dicen que se llevaron la mesa de Salomón y mira que ha dado vueltas esto pero me estoy imaginando, cuando las tropas de Tito destruyeron el templo de Salomón y se llevaron todos los tesoros a Roma lo que podían haber hecho con ella, que era de madera, en fin, leyendas.
El libro esta muy bien para refrescarnos estudios pasados, para enlazarlos con el principio de Mahoma y sus "colegas" y de paso a que que tengas ganas de buscar mucho más en una extensa bibliografía que aporta al final, el libro está escrito de forma muy amena, de verdad que no os va a cansar, en mi caso con ilustraciones a color, desmitificando la España goda desde los cimientos y demostrando que Córdoba fue una vez el centro del mundo, te dejará con sed de conocimiento y querrás saber más de Abderramán III, Don Rodrigo, Witiza, Averroes, Sanchuelo, Almanzor, el Zagal, al-Hakem II, etc., y lo que ya estoy viendo, no hay mujeres, pues si las hay, pero tenéis que recordar que en la edad media para los musulmanes y los cristianos las mujeres valían menos que un caballo y muchas de ellas ejercieron un poder en la sombra que en las crónicas es difícil de ver. Otro punto interesante es ver cuando el emirato se convierte en califato porque en el colegio de dicen que lo hace pero no cuando o aprovechado que, o que Catalañazor o Covadonga no fueron tales batallas, como convivieron las tres culturas y si fue fácil o no y con quienes, creo que en resumen es un libro muy bueno, escrito con acierto y que abre tus ganas a saber más -oye que yo soy de ciencias, ¿y?-.
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