domingo, 19 de junio de 2022

Bobby March Vivirá para Siempre

 



Alan Parks
Tusquets Editories
ISBN: 978-84-1107-059-1


Antes de la feria del libro de este año en Madrid en la que me he portado de forma prudente este año con mi economía porque en realidad no llevaba en la cabeza el listado enorme de libros que llevaba todos los años, tenía entre manos la tercera novela de la serie del inspector McCoy escrita por el escocés Alan Parks que tan grato sabor me dejó, ésta no ha sido una excepción, también me lo he pasado pipa leyéndola, eso de viajar al Glasgow de los 70, a lugares atestados de humo de tabaco, alcohol a mansalva, jóvenes sin futuro, etc. es como viajar a otro planeta en lugar de otro tiempo, entiendo que muchos jóvenes no sean capaces de transportarse a un sociedad como la que describe Alan Parks porque viven en un mundo completamente diferente, mil veces más protector de lo que ellos puedan imaginar; con policías que arrancan confesiones de culpabilidad a fuerza de presionar y presionar a los sospechosos y sin ninguna garantía procesal y de eso y muchas otras cosas va esta estupenda novela negra de las de antes, si, de las de antes de que llegasen todos esos escritores en serie de asesinos con taras mentales de los que la sociedad tiene la culpa y que tanto me repelen y que meto yo dentro del saco de novela negra nórdica.

En el Glasgow de 1973, mes de julio y ya sea de dicho de paso y se que es una tontería supina, pero me ha encantado que la trama cierre el día de mi cumpleaños, no así la novela que acaba un mes de septiembre, tontico que es uno, jeje, una pequeña de 13 años, Alice Kelly, desaparece, a su vez un joven y prometedor guitarrista, Bobby March, aparece muerto en su habitación de una sobredosis de heroína porque no tenemos que olvidar, en la década de los 70 la droga que campaba a sus anchas por las calles era la heroína inyectada, nada de marihuana o drogas sintéticas, una banda de atracadores está haciendo su agosto sin dejar ninguna pista que seguir, el jefe Murray no está en la comisaría y le encarga que busque a su sobrina que ha desaparecido y que al ser hija de un concejal que se quiere presentar a las próximas elecciones puede perjudicarle y encima, Wattie, su compañero de fatigas es asignado a otro investigador con el que McCoy tiene asuntos pendientes desde hace años y se la tiene jurada y esto no es todo, Cooper, el mafioso local con el que McCoy mantiene una relación de amistad está fuera de circulación por culpa de su adicción a la heroína por un dolor de espalda que sufre y ese vacío de poder en las calles puede poner a Glasgow patas arriba. Pues con todo esto y mucho más tendrá que lidiar el recto e incorruptible McCoy, un mes de julio caluroso donde los haya que no ayudará tampoco y conexiones con la Irlanda del Norte, si, esa de la bombas y el IRA, en fin que ha trazado una fotografía de un mundo en un equilibrio delicado que cualquier detalle puede hacer que explote.

Las novelas de Alna Parks son siempre trepidantes, llenas de una violencia que hoy solo veríamos en algunos casos de las página de sucesos pero en esos años es casi el día a día, con un protagonista que se preocupa por la gente de su entorno y o tanto por él, por eso McCoy con todos problemas que puedas o quieras encontrarle es un personaje que aprecias, que quieres tener a tu lado aunque su amigo Cooper sea un capo de los bajos fondos de Glasgow, porque si lo piensas fríamente, mientras esté "controlado" el mal de esa manera, no se saldrá de madre el problema porque a la postre la demanda de cosas prohibidas va a seguir existiendo lo queramos o no, lo prohibamos o no.

Me gustaría decir que leer de forma aislada esta novela se puede hacer y en realidad se puede, pero de hacerlo os perderíais los mil y un matices de la personalidad de McCoy, su vida personal o su relación con su exmujer, la estrecha relación que tiene con Cooper o su jefe Murray o ese afecto que está cogiendo a Wattie porque al final es un buen tipo, un Robin si es que McCoy pudiera ser Batman pero sin dinero, sin traje o sin los "juguetitos" del superhéroe de Gotham.

Es una perfecta novela para estas fechas que porras, para cualquier fecha, pero en el veranito os gustará más, Alan Parks no quiere ni da lecciones de nada, McCoy tampoco, solo describen un tiempo pasado seguramente peor para muchos pero que da mucho placer leerlo y vivirlo aunque sea en el papel. Si pudiera decir algo de Alan Parks es que Dassiell Hammett ha resucitado en sus novelas, personajes con una personalidad arrolladora, profunda, con miles de matices.

Solo una duda curiosa, la primera novela fue en el mes de enero, la segunda en febrero y esta en julio, ¿querrá jugar con nosotros y el calendario?, ya lo sabremos me imagino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario