sábado, 24 de septiembre de 2022

Luna Azul

 




Lee Child
Editorial Blatt & Rios
ISBN: 978-84-121808-9-3



Puf que exceso de violencia, me ha saturado y creo que voy a tener en cuarentena al Sr. Child una temporada, otras novelas del mismo autor han sido siempre un chute de violencia y acción pero en esta ha llegado a unos niveles nunca antes visto y terminas viendo a Jack Reacher como un asesino más que como a un justiciero que tanto gusta en las latitudes del tipo Sam, de modo que ya estáis avisados, muertos por doquier, policía ausente en todo momento algo que no cuadra y menos en un país como EEUU y donde los malos ahora vienen del este de Europa.

Jack Reacher viaja en autobús sin un destino fijo, solo el que fija su billete sin retorno, junto a él viaja un hombre mayor, Aaron Shevick, con un abultado sobre en su bolsillo que Reacher sabe que es dinero, mucho dinero, pero no sólo él se ha dado cuenta, también un joven que se relame como un oso frente a una colmena, cuando Aaron se baja también lo hacen Jack y el hombre que le vigilaba y evita que le atraque pero Aaron acaba magullado y debe acompañarlo a su casa porque no puede caminar bien, pero eso solo servirá para que Reacher se meta en una historia de extorsión y violencia que nadie sospecharía, tendrá que hacerse pasar por Aaron en el pago de un préstamo y de nuevo, pedir otro para pagar unas cantidades de dinero desorbitadas que los Shevick tienen que desembolsar para poder curar a su hija de un terrible cáncer y que su seguro no cubría porque su jefe nunca pagó los seguros médicos. Esto sólo será el principio, albaneses y ucranianos campan a sus anchas repartiéndose la ciudad sin que los medios policiales pongan coto, dos facciones enfrentadas que viven en un delicado equilibrio y que 
recuerda a una de las más famosas novelas negras de la historia y que es "Cosecha Roja" de Dashiell Hammett, con la salvedad de que esta segunda es una obra maestra y esta es una colección de tiros.

Reacher ya no está en el ejército pero sigue el patrón de novelas de la serie, aparece la joven con la que tendrá una relación estrecha y de la que se despedirá dejando un bonito recuerdo -complejo de Ulises le llamaría yo y que se repite en todas sus obras- y alguien desvalido al que ayudar y del que como buen americano ayuda y confía, pues todos sus malvados son de otras latitudes y los buenos son hijos de las barras y estrellas aunque los haya malos también, pero con el paso del tiempo cada vez se menos en sus novelas. Resulta curioso que un tipo que solo tiene preparación como policía militar sea más capaz que policías modernas con todos sus medios, hasta los "malvados" están menor preparados que él y sin embargo caen uno detrás de otro, por momentos piensas que terminará diciendo "Hasta pronto baby" -versión british de "Terminator"-, no deja hueco a una sonrisa, un chascarrillo o broma, es un Alan Lad pero de casi dos metros de altura y 110 kilos que no mira atrás y cuando lees una novela detrás de otra igual, pues y cansa, quizás ahora si me parecen más simpáticas las películas de Tom Cruise, pues en él hay un espacio al afecto que las novelas no hay.

Como soy un torrezno seguro que terminaré leyendo alguna otra de las novelas de Lee Child más pronto que tarde, porque espero cuando las compro que sean distintas, que sean como las primeras que leí, porque espero esa sorpresa estilo western que tanto me entretuvo, por cierto, ¿por qué se titula "Luna azul"?.

Pues Señor Child, a descansar al banquillo, he tenido demasiado empacho de tiros, muertos y listeza de un tipo que parece un cyborg que nunca se equivoca.

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