sábado, 24 de septiembre de 2022

El Invierno del Comisario Ricciardi

 




Maurizio de Giovanni
Random House Mondari - Lumen
ISBN: 978-84-264-1944-6

Si, otra de Maurizio de Giovanni y seguida, esta es más fácil de localizar que la anterior e igualmente interesante, esta vez nos vamos al Nápoles de los primeros años del fascismo en Italia, 1931, todavía no se habían involucrado en la guerra civil española y tampoco se habían embarcado en la desastrosa campaña de Abisinia, un tiempo lejano pero que parece repetirse en otras muchas partes del mundo, Italia incluida, ya veremos que pasa este sábado en la urnas.

Nuestro protagonista es el comisario Riccardi, jefe de la brigada contra el crimen pero que a su vez tiene un superior "político" con el que no se soportan, un hombre sin problemas económicos de familia pudiente que podría vivir de las rentas pero que sin embargo ha decidido ser policía, ayudado con cierta particularidad suya que no es sino "oír" a los fallecidos pero ojo, no leáis esto como algo del más allá porque no van por ahí los tiros, los "oye" o interpreta sus últimos segundos de vida y eso le sirve para tener una idea más clara de los asesinatos pero esta "virtud" heredada de su madre le obliga a compartir el dolor con las víctimas y eso le convierte en un ser solitario -excepto por dos mujeres y su sargento-, terco como una mula, un policía que lleva mal la pirámide de mando por muy idiota que sea tu jefe, y por descontado, taciturno. En esta ocasión y primer caso de su serie de novelas es encargado de descubrir quien asesinó a un famoso cantante lírico y amigo personal del Duce, Arnaldo Vezzi, con lo que ello conlleva por presiones políticas, pensar que no hay CSI, ni ADN, ni huellas dactilares, nada, todo es un mero trabajo de investigación con suposiciones ciertas o no que pueden llevar a la cárcel a más de un inocente, pero Riccardi no es ese tipo de policía y no cierra un caso hasta poner todo negro sobre blanco.

No soy un seguidor de Ópera y las citas en la novela son frecuentes, son las obras que representa el divo asesinado, yo creo que mi padre que si lo es  si disfrutará de las menciones de las distintas piezas que se citan, no son muchas y en ocasiones te cuentan la trama de esas obras famosas, cosa que se agradece, introducido el comisario en un mundo que no conoce de mano de un cura que se cuela en las representaciones, Pierino Fava, conocerá los entresijos del mundo operístico y gracias a su perspicacia tratar de solucionar el enigma de la muerte de Arnaldo Vezzi. El comisario Riccardi vive un amor secreto por una vecina de la casa de enfrente, Enrica, una especie de amor correspondido pero desconocido por ambos pero no es la única mujer en su vida pues es cuidado y atendido por su tata familiar pues no en vano pertenece a una familia acomodada napolitana, una tata que lo cuidó desde su más tierna infancia y que ha hecho el papel de esa madre ya fallecida hace muchos años al igual que su padre; no se si esa falta de relación con el resto de las mujeres o su carácter taciturno le hacen irresistible a ojos de otras mujeres, en este caso a la de la viuda de Arnaldo Vezzi pero el caso es que no se le conocen deslices amatorios al comisario que pueda suponer un punto flaco.

La novela está escrita en un tono pausado que no lento, muy detallista que hacen las delicias de cualquier lector, en un entorno húmedo y marítimo lleno de gentes de todos los colores como debe ser Nápoles o cualquier gran ciudad portuaria; al moverse en un lejano 1931 no hay argucias argumentales típicas de muchas novelas modernas y todo debe desarrollarse según el trabajo de un Hércules Poirot que come pasta o bebe vino tinto en frasca de cristal. Es un personaje cercano a pesar de su retraída personalidad, próximo por como quiere, trata y respeta a su tata o vive ese amor secreto por Enrica, por como trata a su sargento o por como desprecia a su jefe policial, es una pena que lo haya descubierto tan tarde porque me va a costar horrores encontrar libros en papel de esta serie que se compone según he leído de seis novelas.

Es interesante como trata los detalles De Giovanni, ya me lo pareció en el anterior novela y esta no es una excepción y otro detalle interesante, es lo bien que se ha trasladado a un tiempo en el que no ha vivido y plasma de forma tan visual y plástica. Vamos que me han entrado unas ganas locas de visitar Nápoles no os digo más.

En resumen, para los que huyan de la novela negra nórdica, sórdida y tan ajena a nosotros es un estupendo autor para leer, todo un descubrimiento gracias a mi colega Antonio, un napolitano que ya es un gato más en los madriles.

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