domingo, 8 de diciembre de 2019

Serotonina



Michel Houllebecq
Editorial Anagrama
web: www.anagrama-ed.eswww.michelhoullebecq.com
ISBN: 978-84-339-8022-9


Hoy toca una radiografía del mundo moderno, un libro crítico, ácido y paradójico pero que me ha encantado, Florent Claude Labrouste es un ingeniero agrónomo maduro, 46 años para ser más precisos, un tipo con éxito laboral y que no debería quejarse de su vida íntima, pues su lista de compañeras de cama no es baladí y si no tiene a las pocas que ha amado en su vida es por su culpa y únicamente por él, Kate, Claire y Camille, pero lo mejor es que se lamenta pero no se queja de ese aspecto; pues tras unas vacaciones en Almería junto a su novia jovencísima japonesa, piensa que su vida no tiene el menor sentido y no merece la pena, al ser un trabajador de éxito en el gobierno decide pedir una excedencia, mandar a freír espárragos a su novia nipona de la que ha descubierto que practica sexo grupal con las elites parisinas y aunque eso no le cabrea significativamente, si parece ser el punto en el que decidió romper con ella; su vida entonces será una búsqueda de hoteles donde dejen fumar, rememorar un pasado ciertamente feliz y reencontrarse con parte de ese tiempo, en concreto con viejo compañero de la universidad, Aymeric, noble y acaudalado que en sus tiempos mozos parecía un referente para él y volver a ver a Camille.
Como profesional y ejecutivo, sufre de cierta presión que solventa con antidepresivos, su médico le receta un nuevo medicamento que parece tener buena prensa entre los profesionales de la medicina, el Captorix, un antidepresivo que libera serotonina facilitando la felicidad de la gente pero con un efecto secundario notable, la reducción de testosterona con la consecuente disminución de la libido; y otro efecto secundario es la de coger peso, y para un sibarita y hedonista como Florent Claude que no come precisamente hamburguesas, pues a la larga si puede ser un pequeño problema.
Me gustaría que vieseis como Houllebecq habla de las nuevas relaciones que plantea para los agricultores, en este caso franceses, y la llegada de productos de otros países, algo que ya hemos sufrido los españoles y todavía sufrimos cuando a ellos se les antoja cortar carreteras, quemar camiones o boicotear nuestras fresas; para Florent "sobran" agricultores como sobraron mineros, como sobraron acerías y cuanto los asuman mejor para ellos, aunque su mejor amigo sea uno de ellos y entonces se confunde y habla del monstruo de Bruselas como el culpable de esa situación pero mientras Francia pudo inundar Europa con sus productos -leche en el caso de España por ejemplo- no hubo quejas, vamos que unas cosas por otras pero solo se ve mal cuando toca a uno lo malo.
En esos momentos aprenderá a disparar e incluso maquinará matar al hijo de Camille, pero no es capaz, como tampoco conseguirá que se le empine, es una suma de decrepitud, mezclando la miseria moral, la sexual en una caída libre sin freno que el antidepresivo está acelerando.
La muerte de su amigo en una manifestación luchando contra la leche importada de Brasil e Irlanda, la expulsión del hotel en el que se hospeda porque ya no permiten fumadores, acelera todo y vuelve a París, donde en uno de los análisis el médico le dice que su nivel de cortisol es tan alto que le dice que se está muriendo de soledad y le cambia la medicación, para evitar un desenlace que Florent Claude ya tiene en su cabeza.
No se si Houellebecq quiere hacernos ver la soledad del mundo moderno o la decadencia masculina, lo que si tengo claro es el egoísmo terrible y cruel del Florent Claude, donde nada le importa, ni si quiera lo intenta, esa desgana de todo porque ya todo lo tiene y lo único que no tiene ni lucha por ello, es que no quiere esforzarse ni por ser feliz, prefiere que se lo proporcione una maldita pastilla, ¿no pensáis que es un maldito yonki?; es un personaje que honestamente quizás en un primer encuentro me parecería interesante pero me tocaría las narices a medida que lo conociese. Vamos a verle descender a los infiernos porqué él lo quiere y lo desea, ¿se podría sentir lástima por un ser así? sinceramente yo no.
Creo que es una estupenda novela de lo que no tenemos que hacer, de como no tenemos que vivir, de como no tenemos que amar ni querer, de a que no tenemos que recurrir, si todo eso no es suficiente moraleja pues entonces no se que lo es. No os la perdáis.

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