domingo, 15 de diciembre de 2019

La Red Púrpura




Carmen Mola
Editorial Alfaguara
web: www.megustaleer.com
ISBN: 978-84-204-3557-2

Después de la exitosa novela "La novia gitana" la editorial Alfaguara nos trae una nueva entrega de la comisaria Elena Blanco y su "Brigada de Análisis de Casos", la BAC, con todo su equipo; Zárate, Chesca, Mariajo, Orduño, etc., repite la misma fórmula que tan buenos resultados le dieron a Carmen Mola -de la que sospecho que es un hombre, no es que una mujer no pueda escribir situaciones de sexo como las de este libro, porque las he leído más fuertes o intensas como por ejemplo Anais Nin, pero los instantes parecen sacados de la mente de un hombre, esos aquí te pillo aquí te mato son más propios de la fantasía de un hombre que de una mujer, pero quizás me equivoque-.
La primera entrega de la comisaria Elena Blanco se quedó abierta con ese mensaje de su hijo Lucas al finalizar la investigación, haciendo de gancho para que fuésemos como locos a por esta segunda entrega, creo que está en su mayor parte más conseguida con la anterior, dejándote sin aliento y sin descanso, ese formato de capítulos cortos que lees rápidamente al estilo que yo le llamo de Camilleri es ideal para engancharte mejor, mezclando una buena cantidad de sadismo y salvajismo que en mentes normales y corrientes no esperarías, vamos a ver un cambio en Elena, ya no será la jefa que comparte toda la información con sus subordinados, esa jefa vamos a decir "comprensible" y colaboradora porque este es un caso que se ha convertido en personal pues es la búsqueda de su propio hijo, atrapado por la Red Púrpura y al que han convertido en un asesino despiadado a pesar de ser todavía un crío; ella piensa que su hijo es "salvable" pero honestamente yo creo que es imposible y por eso cierto giro que da al final para mi no es creíble y estropea ciertamente un desenlace hasta ese punto bueno, es más de dejarlo como estaba, sería una novela con una trama de "malos y buenos" donde la redención solo se da en obras como "Don Juan Tenorio" y aprovecho para decir que prefiero el personaje de Tirso, el burlador de Sevilla, que es un canalla y como canalla muere; porque no entiendo esas ganas de que nos vayamos a la cama con que es posible un cambio en la actitud de la gente cuando no es verdad, los que son cabrones se levantan cabrones y se deben morir cabrones, no me gusta esa mirada beatífica de que hay un hilo de esperanza al más estilo mirada de doña Inés.
La novela ha gozado de unas maravillosas críticas y sospecho que también unas buenas ventas, esta segunda se sumerge en temas más psicológicos al estilo Kazenbach, alterando a los protagonistas a todos los niveles, metiendo ludopatía, amor de madre o de hija por una madre drogadicta, o "conseguidores" de "carne" fresca que parecen más listos que la policía, lo digo por Dimas que parece el protagonista de la serie "El Mentalista", esto me plantea lo difícil que debe ser para un escritor buscar nuevas tramas que ya no se hayan visto.
El personalismo de Elena Blanco no pesa tanto como podamos prever, es más, el resto de componente del equipo va con sus propias "alforjas" lo que nos da mejor color a la trama y la hace mucho más interesante.
Estamos ante un thriller que no entiendo que no termine pasando por la gran pantalla, de muy buenos resultados y muy bien construido, lo que no quita que el final a mi me ha dejado menos emocionado -e impresionado- de lo esperado.
A pesar de ser continuación de "La novia gitana" creo que se puede leer de forma independiente pero se agradecerá saber de donde vienen Zárate, Elena o Ángel por ejemplo y de ese modo saber mejor con quien nos vamos a enfrentar en el papel impreso.

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