sábado, 28 de diciembre de 2019

Que se Levanten los Muertos




Fred Vargas
Siruela Ediciones
web: www.siruela.com
ISBN: 978-84-16280-02-5

Aparcado desde hace meses o mejor dicho creo que dos años tenía este libro que contiene tres novelas de la exitosa Fred Vargas y por la experiencia, casi podía haber seguido en el montón de futuribles a leer porque no he disfrutado gran cosa.
El volumen reúne tres obras publicadas de forma individual y ahora agrupadas, la misma fórmula ha usado Siruela con la obra de Ernesto Mayo, con la diferencia de que las del escritor argentino me han hecho pasar un rato maravillosa. Las obras del volumen son:
- "Que se levanten los muertos.
- "Más allá a la derecha".
- "Sin hogar ni lugar".
Lo que si tengo claro es que las otras dos van a tener que esperar un poquito a ver si me repongo.
Usando un tono casi cómico gracias a los cuatro "inadaptados" investigadores, tres historiadores a cada cual más raro y un expolicía expulsado de cuerpo pero que no ha perdido ni sus formas ni su olfato investigador. Así planteado es equipo y las formas son muy originales pero los conejos de la chistera de la escritora ya no lo son tanto y si lo hace al final de la novela, pues decepciona.
Tres estudiantes de historia malviven en un caserón de París junto a un expolicía, los tres son a cada cual más dispar y son llamados por el policía los tres evangelistas por los nombres de ambos, Mathias Delamarre que es llamado San Mateo y es especialista en prehistoria y vive en la primer planta del caserón y se gana de la vida como camarero, frecuenta ir desnudoo malamente vestido por la casa y es un tipo muy alto, rubio de ojos azules y muy silencioso; Marc Vandoosler, San Marcos, que vive en la segunda planta es el medievalista, moreno, bajo es un tipo que se siente fracasado en la vida, separado y sin trabajo en la actualidad y es el enamoradizo del grupo; Lucien Devernois, alias San Lucas, es especialista en la primera guerra mundial, es el castaño del grupo y su carácter es cambiante, pero es un tipo de buen humor por lo general y por último Armand Vandoosler, el tío de Mar y el expolicía, de 68 años, es un tipo sagaz y un seductor nato a pesar de sus años, no en vano los antiguos compañeros aún le prestan ayuda a pesar de haber sido expulsado del cuerpo por haber dejado escapar a un asesino, vamos que goza de simpatía de hombres y mujeres pero con armas distintas.
El detalle más simpático para mi, el ver como se comunican entre ellos en la casa, con escobazos en el techo, según los golpes a esa persona va dirigido el mensaje; un caserón que no tiene ni teléfono ni televisor.
Los cuatro se van a ver inmersos en la desaparición de su vecina y cantante de ópera Sophia Simeónidis, antes de su desaparición ella misma les pedirá que investiguen la aparición de la noche a la mañana de un árbol en su casa sin que sepan dar respuesta a dicho hecho al principio.
La irrupción de una sobrina muy querida por ella y por la que se quedan prendados todos, hará que la aparente desaparición de Sophia sea algo más, aparecerán viejos celos, admiradores olvidados o críticos de ópera que pueden hacer con sus escritos una verdadera escabechina.
Que aparezca una pintada en un coche abandonado dando una pista para saber quién es el asesino al final me ha parecido un sistema pueril de solventar la novela, los protagonistas me parecían ciertamente unos frikis inadaptados más que unos especialistas en su género y por los casi sientes lástima, vamos que no le veo ni pies ni cabeza y ciertamente son poco empatizables.
Fred Vargas goza de una gran reputación y premios pero para mi gusto no es de mi cuerda y si he de ser sincero, me he aburrido.
Probar, ya me contaréis la experiencia, pues para gustos los colores y ahora que vienen tiempos de mantita y chimenea quizás sea el momento de conocer a esta escritora francesa de novela negra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario