sábado, 18 de agosto de 2018

Los Perros Duros No Bailan




Arturo Pérez Reverte
Editorial Alfaguara
web: www.alfaguara.comwww.megustaleer.comwww.perezreverte.com
ISBN: 978-84-204-3269-4

Y ahora a por el último libro editado de Arturo Pérez Reverte, más que una novela al uso es un relato que no llega a las doscientas páginas, apostaría que muchos de sus lectores habituales vana ver infinitas semejanzas entre el protagonista de este relato, Negro un cruce de mastín y fila, con el capitán Alatriste, esos conceptos de camaradería  y honor pero que no se lleva en el color de la sangre son comunes en ambos personajes.
Creo que Pérez Reverte quiere hacer un homenaje a todos esos seres de cuatro patas que han pasado por su vida y al menos lo deduzco de los seis nombres a quienes va dedicado el libro, quizás una pérdida reciente le haya llevado a escribir este original texto canino, yo también tuve chucho y digo chucho a mucha honra, pues de madre conocida y padre ni idea nos dio su cariño durante 13 largos años y todavía lo recuerdo, como esperaba a mi padre en la puerta de casa, como era un cascabel hasta que un maldito pastor alemán que le sacaba 50 kilos en canal le propinó un bocado en el trasero y se volvió temeroso, como corrió dando vueltas a un dogo en El Retiro sin que el pobre mastodonte pudiera arrancarse a correr con él, como me quitó un chicharrón que guardaba para mi mordisco final, en fin, un perro de no más de ocho kilos que caló tan hondo en mi familia que no hemos tenido más.
Vamos a la novela, estamos ante una novela muy "perezrevertiana", con personajes duros y tiernos a la vez, con mucha dosis de mala leche y crítica, en este caso a los humanos que no cuidan a sus mascotas o peor aún, que las maltratan, porque los perros son honestos y fieles incluso con sus amos canallas, es algo incomprensible, que seres tan leales lo sean incluso con el peor de los tratos; en el relato Pérez Reverte pondrá en los personajes caninos reacciones y comportamientos que algunos tacharán de humanas y como Agilulfo, un colega del abrevadero Margot comparará con la historia de Espartaco, sin saber mucho quién es el motivo por el que se levantó contra Roma.
Negro es un superviviente de las peleas de perros, ahora cuida un almacén donde vive sus octavo año de vida de forma plácida, descansa en el Abrevadero de Margot junto a otros canes de fortuna parecida alejado ya de las peleas ilegales, pero la desaparición de Teo y Boris el Guapo no barrunta nada bueno, Negro no es un perro listo, ya lo dice él, pero quiere a sus amigos e iniciara las pesquisas para saber que ha sido de ellos hasta volver a llevarle al oscuro agujero del que salió después de matar a cientos de congéneres en luchas auspiciadas por los humanos donde el dinero corre a raudales.
En esta dura y cruel novela, divertida en momentos, tierna en otros, los canes nos recuerdan lecciones vitales que deberían ser de obligado cumplimiento, vale que no es posible que una perra se deje cubrir si no está en celo como sucede con Dido y por lo discuten Teo y el Negro, pero no deja de ser una herramienta literaria para poner en el personaje que hay valores que priman sobre otros, seas perro, humano o paramecio -bueno, esos no pero me volvía loco por meter la palabra paramecio, jeje-, la trama es muy ágil, como todas los obras que he leído de Pérez Reverte, la he disfrutado como un cochino en una charca pero es que me encanta como escribe, vamos que si mañana escribiera prospectos de medicamentos seguro que los compraba solo para leer el panfleto a pesar de estar más sano que una lechuga, quizás alguno añore que desarrollara más el relato pero desde que leí en una entrevista a Markaris que una buena novela no debe tener más de cuatrocientas páginas, mas me he aficionado a relatos de menos papel porque al amparo de publicar guías telefónicas nos tragamos cada muerto que le sobran más de la mitad.
Algunos secundarios gozan de mi simpatía, no se si por el tamaño pero Mórtimer me gusta, Tequila lo mismo por ese tono a Reina del Sur que me recuerda a su novela del mismo nombre o a personajes de BEF se sus novelas e incluso el mismo Teo.
"Los perros duros no bailan" es un libro muy original, duro pero edificante y creo que educativo a la vez, que los que deben leerlo no lo harán porque esos tampoco leen y aprovecho la ocasión ya que lo he visto en le telediario hoy, que yo estoy a favor de que los perros puedan ir a las playas, pero desgraciadamente hay más propietarios de perros guarros que gente como los de PACMA que si su perro ensucia la arena ellos lo recogen, desgraciadamente tener una mascota y ser un cerdo es mucho más corriente que tener una mascota y ser educado y si no, daros un vuelta por mi calle cualquier día del año.
En resumen, una novela corta, que no os durará ni un solo día pero que os resultará gratificante y si alguna vez tuvisteis mascota, os hará recordarla con todo cariño que podías generar pero que nunca será ni remotamente parecido al que nos dieron ellos en vida.

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