jueves, 24 de febrero de 2011

Siete Casas en Francia


Bernardo Atxaga
Editorial Alfaguara
www.http://www.alfaguara.santillana.es/
ISBN: 978-84-204-2276-3

Doce horas de avión de ida y otras tantas de vuelta dan para mucho y aunque no leí practicamente nada durante el vuelo, si me ha dado para zamparme los últimos tres libros que acabo de poner en el blog.
En el congo belga de Leopoldo II el ejército explota los lugares y las gentes de ese país africano con toda impunidad y crueldad. Con unos personajes tan crueles -es que después de haber leído el libro de San Martín, me parece que hasta no fuímos tan terribles como nuestra leyenda negra pregona- como los años en los que se mueven, Atxaga recrea una novela bella y terrible con un oficial poeta al mando de un puesto avanzado dentro de la selva para la producción de caucho, marfil y caoba que está como loco por volver con su esposa a París y para lo que está ahorrando para comprar una casa por año que está destinado en la selva. La aparición de un tirador formidable de conducta impoluta choca con los compañeros oficiales que están practicamente podridos por las enfermedades venéreas y el abuso de alcohol.
Mujeriegos, machistas, crueles, salvajes, los legionarios conviven malamente como pueden hasta que uno de ellos estalla matando a la supuesta novia del oficial recién llegado -Chrysostome- y que desencadena que uno de los asistentes negros recurra a oscuros métodos para solucionar el problema.
A pesar de huir de una denuncia clara creo que da una imagen terrible de la ocupación del Congo, de la frivolidad de ciertas peronas -y en concreo to digo por las cartas de la mujer pidéndole un esfuerzo más- y el papel de la religión.
Los personajes negros están completamente sometidos y salvo ese acto rebelde de vengarse de tres de los personajes, no son protagonistas de su propia tierra e hitoria.
En la editorial  un comentario de la Vanguardia habla del humor de la novela y yo no lo he encontrado por ningún lado, no se si es que les parece divertido que Coco muestre su pene llene de costras fruto de las enfermedades venereas o que se mate de un tiro a los recolectores de caucho o a los monos atados en ejercicios de tiro, pero a mi eso no me parece chistoso.
El capitán Biran me gusta, no lo que hace para buscarse sexo, pero creo que es un típico oficial de cualquier ejército del siglo pasado y que por su falta de atención para cortar las burlas hacia Chrysostome hace que se desencadene todo, pero a pesar de todo eso, es un personaje que me gusta no así el propio Chrysostome que me parece un "meapilas" como tampoco me gustan Coco o Donatien, pero tampoco tienen porque gustarme.
Algo que quizás os llamará la atención es la frivolidad del rey Leopoldo en su posible viaje al Congo para coronar reina a una actriz norteamericana, pero es que la ocupación belga fue así y su rey también.
Espero que os guste, a mi lo ha hecho.

2 comentarios:

  1. Sobre este libro he leid para todos los gustos, pero la verdad ganaban los que no les gustaba nada, no se si o leeré, porque tengo tanto pendiente que no se si me va a dar toda una vida para lo que tengo en casa y reservado en la biblio, tampoco es que me llame mucho la atención la verdad, pero me alegra que a ti te haya gustado... ¿Ya de vuelta? y veo que con las pilas cargadas

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  2. Hola Carmina creo saber porque no ha gustado, el papel de los belgas es repugnante pero lo malo es mirarlo con los ojos de ahora; los papeles de los oficiales son -según mi apreciación que conste- clavados a lo que debieron ser esos años.
    Un besote, estoy con uno ahora que creo que te va a encantar, jeje.

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