jueves, 9 de diciembre de 2010

Lo que Queda de Nosotros




Michael Kimbal
Tusquets Editores
web: http://www.tusquetseditores.com/
ISBN: 978-84-8383-254-7

Estaba el sábado tirado en casa cuando en un ataque consumista me acerqué a cierto centro comercial a por unos billetes de avión, si, si, con la que nos está cayendo, pero son para febrero y pasé por la zona de libros, horror, mi tarjeta empezó a tiritar cuando empezaron a quedarse pegados libro tras libro y este fue el tercero y que suerte que acerté.
Es una conmovedora novela, terriblemente tierna y humana y para la que se debe tener la mente ciertamente bien amueblada por la temática. Relata la desolación que sufre un anciano tras la muerte de su esposa, antes de producirse el deceso ella enferma y el la cuida y relata como hace todo lo humanamente posible para retenerla con él, como la abraza para sujetar el calor de su cuerpo o como la mima en su periodo de convalecencia.
Entre los capítulos que describen esas vivencias y que están escritos por el anciano se intercalan algunas de las vivencia del nieto y descubre lo que significó para su abuelo ese tiempo y esa pérdida.
Ver como se pasa por lo que vamos a pasar todos nosotros puede suponer un trago duro pero no por duro debemos pensar que a nosotros no nos va a pasar y quizás humanice un poco más ese tránsito. La enfermedad inicial, la mejoría y el ocaso y leer los desvelos y cuanto amor hay acumulado en esa pareja por toda una vida en común es impresionante, en absoluto es un poema del romanticismo del XIX aunque por instantes pareciese que pudiera vencense la barrera de la muerte.
El que se intercalen palabras de la difunta hablando con el abuelo puede parecer gratuito, pero a mi me han parecido de una ternura infinita y que desarmarán al más desalmado.
El formato de la titulación de los capítulos recuerda a viejas formas de escribir quizás ya olvidadas y como muestra este botón: "Cómo me desperté y cómo mi esposa no se despertaba".
Se requiere mucho ánimo y fuerza para leerla, más que nada porque leer sobre la muerte suele ser algo muy personal que trae recuerdos dolorosos y que "habilmente" ocultamos.
Los personajes principales de la novela son los dos abuelos y el nieto, un nieto que se interesa por su abuelo que siendo niño curiosamente le produce miedo cuando su mujer enferma y tiene que se internada y revive esos instantes de la vida de su abuelo e incluso cuando el fallece poco después de la muerte de su abuela.
Creo que es muy recomendable por lo que humaniza ese fin al que llegaremos todos, incluso los que nos creemos inmortales, jeje.

3 comentarios:

  1. Me ha interesado el argumento de este libro que comentas. Es constructivo creer en el amor, en lo que supone la pérdida del ser amado y más aún cuando ya no tienes recuerdos de lo que era tu vida antes de ese amor porque lo ha llenado todo. Creo que hay que empaparse de argumentos así porque son bellos y te hacen pensar, yo lloro incluso leyendo y eso hace que tenga que dejar de leer porque no veo, pero el tema me llega a las tripas y buscaré el momento (no muy lejano) para hacerme con el.Un beso

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  2. Me ha recordado en parte a la relación de los abuelos de Silvia en la novela de David Trueba, saber perder... se necesita animos para encarar una novela así pero la pongo en mi plan infinito para cuando los tenga

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  3. Estimada Medea hay que tener las tripas bien armadas para leerlo, sobre todo un par de pasajes cuando la mujer ya no puede valerse y sabiendo lo inevitable ves como el abuelo trata de retenerla, la ternura es infinita.

    Si recuerdas Carmina, "Saber Perder" estaba en mi anterior lista, mira que me da coraje el que desapareciese la lista. Yo descubrí a Trueba con "Cuatro Amigos" y me encantó y ese libro me pareció magnífico; hay una pequeña diferencia pues el abuelo de Silvia estaba vivo y se sentía vivo aunque fuese un perdedor, en este, el abuelo sabe que sus días se acaban y más que sus días de su esposa y que no puede retenerla a su lado -esa parte tan humana es lo que más me conmovió-.
    Como es de Tusquets no desaperecerá tan deprisa.

    Besotes y dulce fin de semana.

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