Juan Luis Arsuaga
Editorial Plaza y Janés
web: www.plaza.es
ISBN: 978-84-01-37895-8
Antes de nada y buscando la foto que acompaña la entrada he de decir que el libro está descatalogado a pesar de ser del año 2004 pero eso no le resta un ápice por lo bien que está escrito.
Juan Luis Arsuaga es catedrático de paleontología pero además de eso es un gran comunicador, sabedor de que acercar la ciencia puede ser difícil y complicado y se vale de todos los medios a su alcance -dibujos y un perfecto estudio multidisciplinar- para que la obra en cuestión sea atractiva a cualquier persona que quiera, tenga el nivel que tenga.
La obra recurre a una hipotética visita a la que han de acompañar dos becarios, si dos becarios, es que esa palabra me da cierto rechazo porque recuerdo a otros becarios trabajando por una miseria en el reactor de fusión del CIEMAT o en cualquier otra parte y veo lo mal que está la investigación en mi país, pero no toca hablar al respecto; estos dos becarios que preparan su tesis doctoral harán de cicerones y cada uno hablará sobre lo que mejor conoce -Blanca arqueología y Arturo paleotología- pidiendo colaboración a los compañeros de las excavaciones, el detalle del menhir y la puesta de sol con sus pretendidos hace muy simpática la obra y le resta ese rigidez académica que se le supone.
He dicho multidiciplinar porque realmente la ciencia lo es y esta es la prueba palpable, se mezcla la historia, la geología, la paleometeorología, geografía, biología y todo lo que queráis que acabe en "gía".
Creo que debería ser una obra de obligada lectura en institutos por todo lo que aporta, por lo clara y bien escrita que está y porque abre una ventana a todo el que quiera aprender y saber que no venimos por generación espontanea como algunos promulgan por ahí -la teoría del creacionismo, aghhh, que es verdad, que en ciertos colegios de USA se dice sin ningún pudor que el hombre compartió tiempo y espacio con lso dinosaurios-.
El estudio de Atapuerca abarca como decía multiples ópticas y todas ellas de muy fácil comprensión y más fácil asimilación, los "ayudantes" de los que se sirven Blanca y Arturo lo hacen de la misma manera sencilla que la que emplean ellos para iniciar la visita y ya sea para hablar de la formación de las cuevas o para hablar de la evolución humana.
Arranca la obra con el hecho que permitió el descubrimiento de la Sima de los Huesos y no es nada más y nada menos que la construcción del ferrocarril minero de finales del XIX y principios de XX que no ha sobrevivido a nuestro días y al que hacen un seguimiento incluso a las locomotoras que lo "alimentaron".
Creo que es una obra indispensable pero por el placer de aprender y saber.
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