Uf cuanto tiempo llevaba esperando algún libro nuevo de Antonio Manzini, en Italia ya van unos cuantos más pero en España no se si por acuerdos o desacuerdos entre la editorial y el autor o algo por el estilo, Salamandra no había publicado nada desde hace años y era una pena, es un digno seguidor de Camilleri con todo lo que eso conlleva como legado.
En esta ocasión el libro agrupa cinco relatos cortos: "El anillo pedido", ""Cástor y Pólux, "... y el balón al centro", "Sin paradas intermedias" y "El ermitaño"; siempre como protagonistas el subjefe -cargo que resalta siempre que tiene ocasión- Rocco Schiavone un policía muy peculiar, enfadado con el mundo, que fuma porros a escondidas, con difíciles relaciones con sus superiores y subalternos pero que resuelve los casos con un ojo clínico que ya quisieran policías de otros lugares, siempre como fondo una critica a la sociedad de hoy, Manzini tiene un personaje que es una delicia, tanto a nivel narrativo como a nivel literario, reúne muchas de las cualidades que todos admiramos de otros personajes del género pero con personalidad propia y si a eso le sumas que no es un tipo que se lamente de su pasado como todos los escritores nórdicos hacen a la mínima pues si le sumas todo eso, y que a pesar de todo es un tipo que disfruta de los pequeños detalles de la vida peor ojo, no es Montalbano que es un "disfrutón", pues tienes un "caramelo" que es imposible que no te guste.
Los cinco relatos no tiene conexión entre si, es posible que el relato de "... y el balón al centro" os recuerde un caso real entre las selecciones de Brasil y Argentina en un partido internacional y "Sin paradas intermedias" a cierta obra de Agatha Christie pero es que es muy complicado no sacar similitudes de los relatos de tantos libros o casos que se producen pero lo interesante es ver como lo cuentas y ahí Manzini es un verdadero artista y te hace disfrutar de lo lindo como pocos.
Antonio Manzini se formó con Camilleri en la Academia de Arte Dramático italiana, seguramente ahí sintió el pinchazo de lo que querría escribir o contar, aunque es mucho suponer por mi parte, si se puede sentir la influencia del genio siciliano en las formas porque creo que Camilleri ha creado escuela en la literatura negra italiana y europea.
En el "Anillo perdido" cuando van a exhumar un cuerpo del cementerio descubren el cuerpo de un hombre fallecido hace unos cinco años en el ataúd de la fallecida que han de trasladar, una historia de celos, rencores y amores prohibidos que descoloca. "Castor y Pólux" narra una historia de envidias económicas entre piolets y montañas nevadas; "... y el balón al centro" es una historia de un partido de fútbol entre la policía y la judicatura, un partido amistoso que dejará de serlo en cuanto se sepan como andan las apuestas, "Sin paradas intermedias" narra la historia de la muerte de una mujer mayor en un tren y el robo de sus joyas, un caso contrarreloj que debe resolver antes de que el tren llegue Roma y la última pero no por ello menos interesante, "El ermitaño" que narra la muerte de un exsacerdote en extrañas circunstancias. Curiosamente el titulo de libro viene de mano del primer relato pero cualquiera de ellos salvo quizás el del partido de fútbol, tienen enjundia propia para haberle dado título.
Un libro delicioso que se puede leer de forma independiente de la obra del subjefe Rocco Schaivone, porque no tiene tanta dependencia de los personajes secundarios tan importantes en la vida de Schiavone y que es para todas las edades, públicos, ocasiones y momentos, es decir que ya estáis tardando en leerlo.
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