jueves, 31 de marzo de 2022

Goya


 

 

Ivo Andric

Ediciones Acantilado

web: www.acantilado.es

ISBN: 978-84-17902-19-3

 

 

Vaya por delante que Goya me causa pavor la mayoría de las veces, me estremece con sus pinturas, no es mi pintor favorito pero eso no quita que me mueva por dentro, que me exprima el cerebro, que me aterre a veces y que nunca me deja indiferente que al fin y al cabo es de lo que debe ir el arte. 

Ivo Andric fue diplonmático en Madrid en los años previos a la república y en ese tiempo conoción la obra de Goya cuando se celebraba el centenario precisamente, ese "encuentro" propició la publicación de dos obras sobre un encuentro ficiticio con el pintor de Fuendetodos en una taberna durante su exilio en Burdeos, en un monólogo del pintor conocerá en interior atormentado del artista, si a esa charla encima le acopañas con 30 pinturas del genial artista pues el monólogo es más una charla con el lector y en lugar de la mesa de una taberna es en su estudio de pintura. Para Andric Goya es una tragedia en si mismo, sordo desde casi la juventud cuando el éxito le atosigaba, casi ciego en su madurez y defenestrado por el felón Fernando VII -por favor que alguien le explique al Sr. Casado y casi todo el significado de felón porque cuando se lo llaman al presidente del gobierno parece que no saben ni lo que dicen-, en esa charla el mismo Goya detalla su vida, su éxito en Madrid, su destierro en Burdeos, sus escarceos amorosos con la duquesa de Alba que para los que no lo sepan, no tiene nada que ver con la actual casa de Alba, su nombramiento como pintor de cámara de la casa real y os ruego que hagáis el favor de ver los retratos de los Borbones de esos años porque te haces Carlista o si se puede viajar en el tiempo postularte por el aspirante Hasburgo de casi 100 años antes, conoceremos un Goya libertino, acusado de abusar de un  joven en su estancia en Italia, derrochador, amante del sexo hasta llegar a su paso por la "quinta del sordo" donde vendrán a visitarle todos los fantasmas que le atormentan.

Veremos a un Goya enfrentado al poder absolutista, yo no tengo dudas de que Goya no fue un afrancesado pero si un hombre que debió ver en la Francia revolucionaria algo que en España no había, pero que en los desastres de la guerra que muchos ven como una proclama antibelicista ya no estoy tan seguro, los franceses y nuestros "amigos" ingleses destrozaron la piel de toro nuestra, arrasaron ciudades, mataron sin control, robaron a manos llenas y que yo sepa todavía nadie le ha echado en cara que los de "libertad, igualdad y fraternidad" era una milonga y que se llevaron la vida de mucha gente y tesoros que quéjate tu del oro de América, acabaron con la cabaña de ganado de todo el país, arrasaron cultivos, ¿nadie es capaz de trazar un paralelismo entre el canalla de Putin y Napoleón?, lo malo de esto es que en lugar de aprovachar que el Tajo pasa pot Toledo y ponernos al día con las naciones europeas, nosotros o nuestros ancestros mejor remaron contracorriente, en fin, que no hay quien lo entienda.

Voltaire nos veía como atrasados y bárbaros, sospecho que más por culpa de la leyenda negra que nos acompaña desde el siglo XVI que por el conocimiento real de los españoles de la época porque los franceses or ejemplo no se comportaron muy elegantemente durante la invasión nazi pero ellos nos venden que inventaron la "resistencia" vamos que no son un ejemplo; dicen que gracias a los robos y saqueos franceses se conoció la pintura española del siglo de oro, pero un "crimen" cultural de ese calado no puede esconder que eran unos vulgares ladrones y lamento que ese Goya no lo vea o no lo trasmite, se justifica por las obras alegres y desenfadaas que pintó porque habñia que pintar otras tantas de dolor, furia o rábia, en esas palabra se destila la amargura de la que los sordos hacen gala.

Goya habla de la soledad de los personajes retratados, esos perosnajes que deben ser aislados y "matados" por los buenos pintores, pues los malos pintores no son capaces de hacerlo y si lo hacen bien, vivirán su vida pero dentro del cuadro, como un viejo solotario desgrana su sentido de la vida, el desenlace final que es la muerte sin intentar darnos un sentido a cada cosa de la la vida ya que apenas se aprecia en el polvo que dejan los mitos.

Creo que puede ser una lectura interesante antes de enfrentarte a las pinturas negras, un estupendo texto para estudiantes de arte y para los que somos de ciencias, para sacarnos un poco del carríl de la rectitud canónica y hacernos ver las imágenes de otro modo.

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