sábado, 8 de febrero de 2020

Polvo y Sombra



Antonio Manzini
Salamandra Ediciones
web: www.salamandra.info
ISBN: 978-84-16237-40-1

Del heredero por derecho propio de la novela negra italiana tras la desaparición del maestro Camilleri llega a nuestras librerías la sexta entrega de las desventuras del subjefe de policía más incorrecto de las fuerzas del orden de la península italiana, Rocco Schiavone, "desterrado" de su amada Roma a la prefectura de Aosta, destino lejano aparentemente de su pasado y de su ciudad natal pero en Rocco Schiavone el pasado es siempre una parte real de su presente -ver novelas anteriores- y que a medida que le vamos conociendo vamos sabiendo más, Antonio Manzini nos desgrana poco a poco detalles interesantes del pasado del subjefe, su mujer, los padres de ella o sus amigos de los bajos fondos de la ciudad eterna, etc., para que podamos meternos dentro de su pellejo.
El tiempo va pasando, Marina cada vez se le aparece menos en sus fantasías y Rocco empieza a pensar en cortar nexos con su pasado en pareja en Roma con ella, ya no siente que su casa es su casa y piensa en venderla, sus amigos ya no le miran como su compañero de aventuras sino como el policía que es porque el golpe de la muerte de Adele ha sido muy duro para todos ellos; como encima parece que el buen tiempo no llega a Aosta y sus jefes, ya sea el fiscal o su propio superior siguen si fiarse de él aunque resuelva los casos de forma eficiente y rápida cosa que antes no pasaba, pues Rocco cada vez tiene menos ganas de nada; solo el trabajo y su particular sentido de la justicia le hacen levantarse cada mañana, eso y el joven vecino adolescente, Gabriele, al que quiere ayudar a superar ciertos problemillas que tiene con el matón del instituto y con el latín.
El subjefe es avisado de que el cadáver de una transexual ha aparecido en el río Dora sin identificación alguna, una muerte por asfixia llena de incógnitas que se vuelven certezas cuando recibe órdenes de las jefaturas de abandonarlo todo pero o esos jefes aún no saben con quien trabajan o no conocen a Rocco porque un tipo como él es incapaz de soltar un hueso una vez que lo ha enganchado; la muerte de la transexual se complica a medida que investiga y ver conexiones con las altas esferas que han hecho todo lo posible para que lo que podría haber sido un accidente por culpa de una práctica sexual extrema al final es un asesinato, encubriendo pruebas, personas que no son quienes dicen que son, etc., y mientras investiga como puede, el cadáver de un hombre aparece en Roma con el cuello rajado y con un ticket de un establecimiento de cerca de la casa de Rocco en Roma y con su número de teléfono en el bolsillo, un tipo al que no conoce de nada Rocco pero que lo une a su lejano pasado en Roma y a su más reciente con la aparición de Baiocchi, el asesino de Adele y al que se la tiene jurada Sebastiano, el más cercano amigo de Rocco complicará todo y pone a Rocco en el filo de una navaja que nunca quiso tener que ver.
No tratéis de buscar semejanzas con Montalbano salvo en que los dos parecen salirse de lo habitual para resolver un caso, porque las personalidades de los dos investigadores nos completamente distintas, Rocco casi es feliz con un porro matutino, la compañía de Loba, una perra que acoge en su anterior novela- y con que no le toquen las pelotas; en Montalbano es un siciliano que disfruta de una buen plazo, que vive una cómoda historia de amor con su pareja y que supongo que se romperá en algún momento porque la distancia es lo que tiene, quizás lo que tienen en común además de lo anterior dicho con lo de salirse de los caminos investigadores habituales, es que sus superiores no confían en él, pero mientras en los de Montalbano son prácticamente idiotas, salidos o capillitas sacados de una película de Fellini en los de Schiavone son peligrosos y poderosos, una mezcla muy sensible que a veces es mejor no agitar.
En esta sexta que no última pues hay editadas al menos tres novelas más del subjefe Schiavone en Italia y que espero como agua de mayo, fantasmas pasados y presentes perturbarán el difícil equilibrio emocional de Rocco, personas en las que confía o confiaba serán una tocada de pelotas y otras serán quizás los puntales sobre los que afianzar su estancia en Aosta. Atentos a las sorpresas finales porque algunas son de impresión y que nadie en su sano juicio podría sospechar aunque otras si son previsibles, como el problema con Sebastiano y que me gustaría saber como va a arreglar el novelista, porque creo que por ahí hay una buena historia.
No os lo perdáis pero leerlo por orden, porque de no hacerlo vais a ver la soluciones del pasatiempo sin haberlo hecho y eso no tiene gracia, ¿verdad?.

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