domingo, 23 de junio de 2019

Los Días Hábiles




Carlos Catena Cózar
Ediciones Hiperión
web: www.hiperion.com
ISBN: 978-84-9002-143-9


Este título es el segundo libro galardonado este año con el premio Hiperión de poesía, creo que es la primera vez que ocurre, creo haber visto quedarse desierto el premio pero dar el galardón a dos me parece que es la primera vez.
Lo primero que seguro que os va a sorprender es el formato elegido para plasmar su versos, su "longitud", su cotidianeidad o familiaridad de los temas tratado; en ese aspecto se parece al otro trabajo premiado, un recuerdo o un canto reivindicativo de la familia, de nuestro proceso y curso legal para llegar al día de hoy, de los valores trasmitidos de forma familiar -notar el peso de los mayores más que de los padres, hablo de los abuelos-.
Su experiencia vital en el mundo rural le tiñe de algo auténtico, de un aroma que salvo los urbanitas más duros recordamos, habla de abuelas, de una vida dura en el campo llena de sacrificios para irnos al otro barrio con menos cosas casi que con las que venimos.
He expresado en repetidas ocasiones mis problemas "digestivos" con muchos de los nuevos poetas, salvo algunas maravillosas excepciones, el resto no ha terminado de calarme, no así estos dos últimos poetas galardonados por Hiperión, no me van a convencer de nada, no ha descubierto ellos el amor o el desamor, son "charlas" cotidianas de su vida que más o menos se parece a cosas que nos han pasado a casi todos; en este caso nos hablará incluso de una generación tremendamente preparada y arruinada por contratos basura que ha de irse al norte (poema de la página 20), de abuelos luchadores hasta su última gota (poema de la página 21 y 56), los recuerdos infantiles por el amor sin medida y sin pedir nada a cambio de una madre (poema  de la página 27), una queja nada sorda o muda aunque sea un domingo por la tarde por el mundo en el que vivimos (poema de la página 36), mi favorito en el que se ofrece un hombro, una mano, un lugar donde refugiarte y que me ha conmovido hasta las trancas con su "contigo yo lo aguantaría todo" (poema de la página 37) y por último, para todos aquellos que viajamos y traemos souvenirs inútiles en un vano intento de retener en nuestra memoria la experiencia vivida y eso que yo no hago selfies ni nada por el estilo (poema de la página 57).
Yo creo que es un bello poemario, por la temática tratada me ha gustado un poco más el de Maribel -vaya confianzas tuteándola, jeje- pero por gusto personal, pero es igualmente formidable este.
En pocas palabras, una delicia, no tardéis en leerlo.

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