sábado, 25 de mayo de 2019

El Viaje Vertical



Enrique Vila-Matas
Penguin Random House Grupo Editorial
web: www.megustaleerdebolsillo.com
ISBN:978-84-9062-725-9


Segunda aventura que corro con este escritor barcelonés, esta fruto de un regalo de cumpleaños de mi amiga Rosa y confieso que hasta que no he avanzado lo suficiente en la lectura de la novela he estado apunto de tirar la toalla, el personaje de Federico Mayol uno de los dos protagonistas principales de la obra me ponía de los nervios por no decir algo que hasta mismo me censuraría, lo que demuestra que no hay que dejar un libro de ninguna manera, siempre nos espera una sorpresa en la siguiente página.
La novela es el tránsito o viaje hacia el fondo de nosotros mismos, hacia un abismo al que solo nosotros podemos ir, lo de menos es el lugar físico porque en realidad es un viaje a nuestros propios para reunirnos con nuestros propios demonios o a nuestro infierno particular si así queréis verlo; esa sería la primera parte de la novela, la que cuenta el periplo de Federico Mayol, un nacionalista catalán de setenta años, católico y de un carácter que mejor ni acercarse, se ha separado de su mujer recientemente o mejor dicho, es su mujer la que le dice que se marche después de toda una vida de casado y de aguantar sus malas formas, sus desprecios y su falta de amor, un amor que no ha habido en ningún momento de su vida conyugal, vamos que su matrimonio vivía a fuerza de costumbre; "expulsado" del matrimonio, enfadado con sus tres hijos por diferentes motivos pero sobre todo con el hijo "artista" al que desprecia profundamente, decide viajar a Oporto pues recuerda vagamente que en ese lugar en el que vivía su hermana vivió una etapa feliz de su vida y así en su ausencia, castigar a su mujer sin su presencia; ya digo, su relación familiar es un verdadero desastre pero la culpa es enteramente suya y por eso entenderéis que se me atragantó el Sr. Mayol desde el principio, pero es un desastre hasta como se relaciona con los demás, un complejo de inferioridad oculto que hace pasar con un clasismo vomitivo y que a algunos podría hacer reflexionar y que tiene por castigo el de tener su vida resuelta económicamente.
El otro protagonistas de la obra es Pedro, un andaluz gerente de un hotel en Madeira y escritor, es más, nosotros conocemos a Mayol porque es Pedro quien nos lo cuenta; se conocen gracias al periplo viajero de Mayol que le lleva hasta Madeira donde reside su sobrino, Pablo, al que odia también profundamente y gracias a estas curiosidades que solo se dan cuando viajas, como conocer a un gerente de hoteles, a un director de aeropuertos o un instalador de telefonía digital de última generación, pues se llegan a conocer, a participar en tertulias literarias sin haber abierto un libro en su vida y a compartir con Pedro su historia para que la plasme en una novela.
Resulta interesante ver como Mayol es capaz de echarle la culpa a la sombra de un perro si por él se tratase sin ver donde está el verdadero problema, hablará de la guerra como culpa que no hay que quitarle evidentemente pero refugiarse siempre en ese hecho sin haber puesto los medios en cuanto menos victimista y eso me repatea el higadillo. En ese viaje sin retorno y en soledad descubriremos que nunca tuvo amigos, que incluso los inventó de niño para que sus padres no le diesen la vara; ¿es o no Federico Mayol alguien al que tener bien lejos en tu vida? -dando la razón a su exmujer-.
La novela si superas ese pequeño trance como me ha pasado a mi de dejarla porque no te gusta el protagonista, se puede convertir en un bello viaje a nosotros mismos, a que reflexionemos sobre que hemos podido hacer nosotros mejor para no lamentarnos y si para colmo también te pasa como a mi, que he tenido que asistir a varios funerales muy seguidos te puede "servir" para verte mucho más mayor al espejo y más cerca de ese viaje a Oporto de lo que nunca lo habrías sospechado.
Así pues estamos en una bella metáfora viajera y vital por la que podemos pasar todos después de un hecho traumático y sobre todo cuando empezamos a peinar canas o las imaginamos; de fácil lectura y de una estimulante moraleja que nos planteará si hemos vivido bien nuestra vida.

2 comentarios:

  1. Ja, ja, pobre Mayol ��. A mí me inspira ternura, esa incomprensión absoluta de los otros que le hace enrabietarse contra el mundo. Sus probemas son consecuencia directa de su falta de empatía pero, con todo, es un luchador que no se rinde y también hay que entenderle. Me alegro que al final te haya merecido la pena. Rosa

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    1. Más que incomprensión yo diría falta de empatía absoluta y si, es un luchador pero enconado en su error, en lugar de leer, hace que lee.
      Este libro es un ejemplo de que no se debe tirar nunca la toalla con un libro, nunca, nunca.
      Gracia Rosa, un besote.

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