lunes, 28 de agosto de 2017

Nada es Cierto



Nacho Zubizarreta
Ediciones Pàmies
web: www.edicionespamies.com
ISBN: 978-84-16970-31-5


Cuando pensamos en investigadores del género negro, salvo los dos ejemplos de Montalbano y Jaritos, todos los investigadores cargan un difícil pasado, traumático unos, difícil otros y en este caso tenemos un ejemplo de estos últimos pero a la española y mediterráneo, digo mediterráneo porque toda la novela negra que se edita en ese ámbito tiene un saber vivir o disfrutar de la vida que no tienen otros investigadores y me viene a la memoria el oscuro Wallander por ejemplo, nuestro protagonista es Lucas Rozman, un exmosso de escuadra que vive en Sitges, gay, soltero o mejor dicho, recientemente dejado por su anterior novio, quizás alguno piense en tópicos gays y seguramente cuando aparece Robert o Cinderella, un transformista que regenta un local de copas, pero son circunstanciales y contribuyen a construir el decorado de fondo de la novela.
La desaparición de un valiosísimo collar, La piadosa, una joya con una historia muy interesante y truculenta y que engancha hasta con los Franco incluso- y la muerte de un socorrista argentino, son la mecha de arranque de esta novela, la hija de la todopoderosa Virginia Setmenant, cabeza visible de una familia del cava, pide ayuda al policía que la salvo de un secuestro siendo niña y del que arrastra secuelas físicas y psíquicas para esclarecer la desaparición de su novio, Hugo, el socorrista; con lo que no cuenta Lucas es que la madre de misma Susana, Virginia, le contratará para encontrar el colgante cuando el mismo lo ha visto 24 horas antes.
Lo que no sabe Lucas es que la investigación pondrá en peligro su vida al mezclarse con una red de tráfico de drogas de diseño de las que inundas nuestras costas, pero no solo eso; nada es lo que parece y el buen corazón de Lucas será quizás el último en darse cuenta. La muerte de un periodista de la TV que se le conoce como la surtidores, Ramón Medrano, y que se descubrirá que no es lo que parece enlazará con la historia cuando investigue la muerte de una joven a causa de una nueva droga de diseño que ha llegado a la costa.
Creo que es una novela muy acertada, que de haberse llamado Smith el autor se darían de leches por él todas la editoriales porque creo que está muy bien conseguida, trabaja el presente y el pasado con buena mano para que vayas saboreando poco a poco la lectura, no es un "porrón" de información que te saturen, lo dosifica y de forma continua para que no pierdas interés en la trama y te hace tenerte pegado hasta el final.
Estamos ante una novela normal, con un protagonista gay ¿y?, que no hace aspavientos pero no esconde su condición, que goza de la amistad de buenos amigos -excompañeros, a mi me gusta su compi Alicia y su madre Leonor y su cuadrilla de jugadoras de cartas, la hija de Robert o el mismo Robert-, quizás alguno vea demasiados estereotipos como la madre, la misma compañera de la que hablaba, o Robert, pero sinceramente creo que eso le da cierto encanto a la novela y cierto toque de humor.
Vale que no hay tipos feos y eso no lo entiendo, ¿no puede haber tipos feos o contrahechos en una novela gay? y de eso os daréis cuenta cuando describa a Hugo o a su compañero de piso, creo que la más fea es su antigua compañera Alicia y aún así a mi me ha seducido mucho más que la malcriada Susana; ¿será esto uno de esos estereotipos que os decía?
Estamos ante un buen ejemplo de novela negra, entretenida, amena y sobre todo, de aquí, que se habla de paellas, de cava, aceite de oliva y playas donde tomar el sol, ¿no os seduce? a mi lo hizo y estoy seguro que también os seducirá a vosotros.

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