martes, 29 de marzo de 2016

Pista Negra




Antonio Manzini
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-84-16237-03-6


Quiero comenzar esta entrada con esta recomendación, Antonio Manzini es un escritor a seguir, ha creado un personaje demoledor fiel al más clásico estilo de la novela negra y lleno de matices mediterráneos que a mi particularmente me hacen disfrutar como un cochino en una charca y que tanto me recuerda a mi admirado Camilleri.
Rocco Schivane es un subjefe romano destinado por un turbio motivo de su amada Roma a un rincón oculto de los alpes italianos en concreto al valle de Aosta, un caso del que apenas sabes nada salvo lo poco que cuenta el propio Rocco a su nuevo subordinado Italo y que afecta a un familiar de un político poderoso; ese idílico lugar no le gusta a Roco pues rememora con frecuencia las calles milenarias de Roma o rincones de la toscana donde escapar con su mujer Marina y aquí destaco ese carácter italiano de ligarse todo lo que se menea -ver su relación con Nora o como mira a la inspectora Caterina o a la mismísima viuda Luisa Pec- pero seguir enamorado hasta las trancas de su mujer, enamorado a pesar de que se destila cierto sabor a fracaso que no sabes a que se debe y que imagino se sabrá en sucesivas entregas de este sagaz policía.
Rocco no termina de adaptarse en Aosta, el frío, la nieve -hago notar el detalle de los zapatos en su primer encuentro con el manto blanco- y a pesar de tener ya los cincuenta cumplidos, sus ojos de conquistador siguen en pleno funcionamiento, por instantes se me asemeja a House por su carácter y por otros al mismísimo Montalbano, digamos que es una buena mezcla de ambos, mordaz, sarcástico, arrogante como si el mundo se confabulara contra él, todo un perdedor moderno que se lleva fatal con sus jefes, que para solucionar el mundo sabe que tiene que llenarse de fango y no duda en  hacerlo, pues con esto tenemos los mimbres para hacer un estupendo cesto y vaya si lo ha hecho Manzini, le ha salido redondo.
En un pequeño refugio de nieve aparece el cuerpo de uno de sus vecinos, un siciliano llegado a esas tierras de nieve y ski, Leone Miccichè, al que le ha pasado la máquina que prepara las pistas por encima, un aparente caso fácil pero que no lo será y que alterará tanto a la pequeña población en la como dicen ellos, prácticamente todos son primos y al subjefe Rocco Schivana aunque por lo contado, no hace falta demasiado para alterar la cabeza de nuestro nuevo héroe, valiéndose de su ingenio, poco medios y un dispuesto ayudante, Italo, porque el resto de su cuadrilla es digna del circo mundial -es aquí donde trazo las comparaciones con Catarella y D´Intino por ejemplo-, sus métodos poco ortodoxos conseguirán que este Montalbano alpino esclarezca toda la verdad y descubramos algo de su compleja personalidad -porros, violento a ratos saltándose las normas, ligón empedernido, un carácter de mil demonios,  amante de su mujer a pesar de existir un extraño vacío entre ellos y de unos raros valores morales que se salen de lo normal.
En pocas palabras, es un personaje extraordinario, que baila entre el lado difuso del bien y del mal -detalle de los inmigrantes del camión o la forma de interrogar a Omar-, para esclarecer la verdad.
Dentro de sus ingredientes de novela negra clásica está el trato con sus superiores, esa fidelidad a los amigos y algo muy italiano o mediterráneo, la forma tan "particular" de ver a la mujer por lo que me hace pensar que quizás y a pesar de lo machistas que somos por estas latitudes por ahí fueran andan muy parecidos y con eso no quiero decir que mal de mucho consuelo de tontos, pero quizás sea un mal más global de lo que nos parece a nosotros.

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