Tusquets Editores
web: www.tusquetseditores.com
ISBN: 978-84-9066-742-2
Hay formas más o menos formales para narrar un hecho histórico y luego está la forma de contarlas de Vuillard, ya tuve la ocasión de descubrirlo en su novela "14 de Julio" y ahora con esta y en esta es mucho mejor o me ha gustado infinitamente más.
Estamos ante un maravilloso relato que no habla de grandes batallas, habla del sinsentido de una guerra que nadie quería y que se desencadenó por culpa de un zumbado que no había calibrado las consecuencias, países con más testosterona que cerebro fueron a una contienda pensando en desfiles y uniformes brillantes en lugar de barro, frío, hambre o ratas devorando cuerpos desmembrados en el campo de batalla. Con mucho acierto vamos ir desde las felices campiñas francesas donde jóvenes llenos de vida ajenos a lo que les espera viven felices, pasaremos por los despachos de un oficial prusiano, Schielffen y digo prusiano de carácter porque en realidad nació en Berlín y murió en 1913 es decir antes de empezar la guerra, que odia la guerra pero que la diseña como si la amase y la diseña con mimo y cuidado paso por paso, tomando primero Luxemburgo, después Bélgica y por ultimo Francia, cosa que si estudias con detenimiento ocurrió durante los primeros compases de la contienda.
Las palabras de Vuillard no alcanzan la terrible experiencia de Owen, el poeta británico muerto en la contienda y que narra sin igual los horrores de la guerra pero está muy próxima, la prosa de Vuillard alcanza notables instantes de dolor y horror, pues al fin y al cabo es lo que quiere mostrarnos, y lo hará de manera progresiva, al principio oiremos los pájaros de las campiña francesa trinar, a los jóvenes tratar de seducir a las jóvenes de su localidad sin saber lo que se les viene encima, mientras sentiremos como Schielffen traza los planos para invadir Francia, como contener a Rusia y acabar con una guerra en pocos meses, puedes imaginar como mueve cuerpos de ejército en los planos de su estado mayor, después nos contará como los países y su diplomacia son ajenos a los sentimientos de sus ciudadanos, citándoles a un conflicto que no van a luchar ellos, en el que no van a morir ellos y para el que no están preparados, es entonces cuando me viene a la cabeza una cita de Napoleón que en pocas palabras venía a decir que ninguna estrategia de campaña aguantaba el primer embate del primer choque de los ejércitos.
Trece capítulos de forma cronológica, que van desde los inicios, el asesinato del archiduque, las primeras conquistas alemanas, la guerra de trincheras, el gas o el final del conflicto. No es necesario ni que conozcas la historia real, evidentemente es preferible que se sepa, pues después de acabar el relato tendrás una buena idea del principio del siglo XX, te ayudará a comprender algo el auge del fascismo en Alemania y descubrirás que algunas grandes fortunas de banqueros que muchos conocemos nacieron o prosperaron en esos años.
Como el relato ocupa desde lo prolegómenos hasta el final, también narrará como la revolución bolchevique afectó al conflicto, curiosamente apenas se hace mención a la entrada en la guerra de los norteamericanos, pero digamos que es anecdótico porque en realidad el relato es algo diferente a un relato histórico y aunque lo he clasificado como "histórica" trasciende ese epígrafe y casi podría tratarse de un ensayo.
No quiero decir que este relato sea delicioso porque en realidad es terrible, es cruel, narra un sinsentido y una matanza de seres humanos, pero es un relato de obligada lectura, os encogerá el corazón, el alma y aunque no lloréis lo que si es seguro es que si visitáis las campiñas francesas cuando florecen las amapolas rojas, entonces comprenderemos las lágrimas de los que quedaron vivos.
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