Arthur Stanley Turberville
Editorial Catarata
web: www.catarata.org
ISBN: 978-84-1067-278-9
Estamos ante una obra escrita por un historiador británico que se atrevió a estudiar a la Inquisición española sin el sesgo de la leyenda negra y sin dejarse caer por nacionalismos excluyentes dando por resultado un estudio imparcial y creo que sin tacha sobre esra institución institución inventada en Francia para luchar contra la herejía Cátara pero que luego se empleó como herramienta del poder eclesiástico de todos, si digo bien, todos, los países.
La Inquisición española a pesar de crearse para el mismo fin que sus homólogas europeas tuvo ciertos matices y persiguieron casos distintos, su celo religioso fue contra conversos tanto judíos como musulmanes, su lucha contra brujas e incluso protestantes fue casi anecdótico si se compara con otras Inquisiciones. A diferencia de las europeas, la española estuvo muy vinculada al poder real, fue usada como una herramienta judicial cuando los poderes del estado no llegaban y dada las características de los reinos de España eso era algo más frecuente de lo que nos podemos imaginar.
Puntos importantes que se deben recalcar: la Inquisición apenas ejerció en América latina, el sistema judicial era más garantista que otros tribunales (eclesiásticos o no), apenas hubo juicios contra la brujería, en Europa se quemaron más mujeres que en los reinos de España multiplicado por miles, la expulsión de judíos y conversos cada vez creo más se debió a una corona con los caudales vacíos como Felipe IV y los templarios, que la leyenda negra pesa demasiado y es nuestra obligación desmentirlo.
La obra es breve, se lee muy bien, empezando con el origen de la institución y sus medios hasta su abolición que tardó demasiado tiempo en suceder, no es preciso ser un experto en historia para poder leerlo y al finalizarlo te quedarán claras algunos detalles como ese de que era el único tribunal común en los reinos de España, porque la justicia de Castilla no podía actuar en Aragón o al revés tampoco, pero si la Inquisición y de es o se valió el rey en un modo de centralizar algo que las Cortes no estaban dispuestas a transigir -hasta la llegada de los Borbones pero estos tampoco quisieron abolir al Santo Oficio-.



