sábado, 21 de diciembre de 2024

Los Cincuenta Poemas del Amor Furtivo

 



Bilhana
Ediciones Hiperion
ISBN: 978-84-7517-428-0


Quiero pedir disculpas por no haber podido poner una foto de mayor tamaño y resolución, no la he encontrado.

Bilhana es un poeta Cachemira en la corte de la Indida medieval (siglo XI) , maestro y tutor de de la única hija del rey Vikramaditya entre las asignaturas que debe impartir está la de la ciencia del erotismo, pero la barrera de maestro y alumna se termina traspasando y son descubiertos, condenado a morir por empalamiento cuando va camino al cadalso va recitando los poemas que hizo para su alumna y amada, en el último peldaño el rey queda rendido por la belleza de los poemas, la honradez de sus sentimientos y es perdonado y se le permite casarse con su alumna e hija del rey. Esta es la leyenda de
Bilhana y estos son probablemente unos de los versos eróticos más bellos del mundo y de la historia universal, escritos en sánscrito, refinados, delicados, íntimos y cálidos, son un ejemplo perfecto de como decir esas cosas que muchas veces pensamos y no decimos, que deseamos expresar y no sabemos.

Podréis observar que muchos de ellos comienzan de la misma manera "Aún hoy la recuerdo" y da pie a que relate lo que desea expresar, ninguno de ellos lleva título ni falta que le hace, todos ellos son de una belleza oriental y digo bien, oriental, porque la poesía del siglo XI en Europa nos retrotrae a los cantares de gesta, es decir poesía de la espada y en ellos hay más bien poca sensualidad que se diga, no se si en la corte de Leonor los bardos compondrían algo remotamente parecido pero sospecho que no.

Señalé dos poemas, los que más me gustaron, no necesariamente los mejores o más representativos.

Aún hoy

si al terminar el día

viese una vez más a mi querida,

la de los ojos de cervatillo,

ostentado sus senos como cántaros

rebosantes de néctar,

renunciaría a la felicidad del reino,

a la del paraíso

y a la de la beatitud final.

Los poemas están escritos en su versión original y la traducida para esta edición por Óscar Puyol.

Y el segundo:

Aún hoy la recuerdo

deseando partir

con la cara torcida por la cólera,

sin dar respuesta,

sin ofrecerme la boca.

Y recuerdo cómo al besarla

gruñó malhumorada.

Caí entonces a sus píes

y le supliqué:

"¡Amada!, tu esclavo soy,

disfrutame"

Espero que os guste si os queréis acercar esta hermosura de poemario, algo distinto a lo que podemos leer pero que expresa lo que todos hemos querido decir alguna vez y no hemos sabido.

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