Miguel Ángel Cajigal Vera
Penguin Random House Grupo Editorial
ISBN: 978-84-18051-25-8
Creo que he manifestado en muchas ocasiones que mi gusto por el arte moderno no pasa de la época azul de Picasso y alguna obra por ahí perdida de otros artistas actuales, me he esforzado hasta lo indecible por tratar de ver lo que me dicen los expertos y sigo sintiéndome como una lechuga en una nevera, más fría que otra cosa; con este libro adquirido en el Museo del Prado he tratado de comprender si el problema es mío o si es algo común, pues parece que es algo común a tenor de la lectura de este gran ensayo. Por delante debo confesar que adoro Caravaggio antes de que se pusiera tan de moda, Velázquez, Gisbert, Rubens, Tizziano, Sofonisba, Rafael o El Greco y eso por citar algunos pintores, Miguel Ángel, Canova o Bernini si hay que hablar de escultores, en todos ellos cuando estoy ante una obra suya me estremezco, me gusta, la disfruto, la vivo pero con el arte moderno no, no hay forma y siempre he buscado el motivo para corregirme porque no podía ser que te pusieras delante de una obra de Juan Gris y no te dijera nada, pero eso me pasaba a mí. En este texto lo han querido estudiar de otro modo, ¿qué pasa si no te gustan Las Meninas?, pues pasar, pasar, no pasa nada, pero eso que te pierdes porque es un cuadro delicioso por millones de razones en las que no voy a entrar porque no es el caso. Pero partiendo de esa premisa y analizando lo que son obras maestras y porque lo son, las temáticas, los críticos y las obras a lo largo de la historia Miguel Ángel Cajigal te da la pautas de como te debes posicionar ante un cuadro, no te dice que lo entiendas, te dice que lo mires, que lo disfrutes, no hace falta que que tengas que comprender que ha querido decir el autor, te pide que te dejes impresionar por él, no pasa nada si algo no te gusta por mucho que te digan que debe gustarte -me gusta mucho esa idea en la incide repetidas veces-.
Escrito de forma amena, que no empacha nada y tampoco te bombardea con ejemplos raros o de difícil comprensión, el libro es un perfecto ejemplo para poder enfrentarse a cualquier obra de arte sin complejos y con los sentidos abiertos, lo que no quiere decir es que te vaya a gustar la latas de mierda envasadas por Piero Manzoni o te den calorcito los cuadros de Piet Mondrian, pasando por las distintas épocas y autores es un ejercicio excelente para que te predispongas a disfrutar del arte, en todos sus aspectos y disciplinas.
Creo que es un buen libro para los descreídos del arte moderno como yo, para los que se enfrentaban a un cuadro o escultura moderna con miedo, con rechazo pero ojo, yo nunca dije ni diré que sea malo, diré que no me gusta, que no me emociona, que no me estimula y creo que con decir esto ya es mucho porque a pesar de todo, creo que puede haber mucho postureo en el arte moderno.