Jim Harrison
Errata Naturae
ISBN: 978-84-19158-22-2
De la colección de "Libros Salvajes" nos vuelve a sorprender Errata Naturae con esta joyita, una novela que para gusto no es mejor que "Dalva"- aunque alguno prefiera "Leyendas de otoño"-que me enamoró pero que está a su nivel. Cuanto de falsas tienen estas memorias honestamente no lo se, pero el protagonista de esta novela es un joven de 33 años, alcohólico perdido, carcomido por la depresión tras la pérdida de su hermana y su padre en un accidente de tráfico, tuerto desde la más tierna infancia y que busca poner un principio o un fin a su vida perdido en el bosque pescando y tratando de encontrar un lobo, animal esquivo por naturaleza además de diezmado por los ganaderos con los métodos más crueles y canallas imaginados, desde venenos a cacerías desde helicópteros.
Jim Harrison tuvo un accidente en la montaña que le tuvo postrado en la cama y con un pronóstico que le podía hacer pensar que no volvería a caminar, con semejante panorama agarró una vieja máquina de escribir de su padre y se puso a escribir como un loco, cansado de dar clases de literatura a niños pera de la costa oeste parece que su mejor terapia es haber pasado por esos mese pescando, el recuerdo de la montaña y sus libros. De esa experiencia nace esta novela, una novela dura, bella, un grito a la supervivencia tanto de la naturaleza como del individuo en un viaje a su propio pasado recordando todas las imbecilidades que ha hecho en su vida y que le han llevado a este instante vital. Pero ojo, Jim Harrison no evoca a una naturaleza amable, todo lo contrario, evoca una naturaleza salvaje, que acabará contigo si no sigues las normas, ya sea de mano de un oso grizzly o de hambre por no saber buscarte las "habicuhuelas" en un medio al que le hemos perdido el respeto y en el que no sabemos desenvolvernos.
Narrada en primera persona y en momentos alternos de su vida, nos moveremos desde lo profundo del bosque a New York o la costa oeste algunos años antes, un pasado repleto de relaciones que no le llevan a ningún lado y que parecen no llenarle dejando una pequeña sospecha de que hay un pequeño vástago fruto de una de esas relaciones al que no conocerá nunca. Una sociedad de seres marginados que viven al día, que tienen como meta tener un trabajo para hoy y dinero para poder al menos el día de hoy, seres solitarios sin arraigo a nadie ni a nada o a un lugar que les ate, parece que el único arraigo es la botella de alcohol.
Jim Harrison es una maestro describiendo el interior del alma, como un cirujano que se abre paso entre los tejidos él disecciona la emociones más internas del individuo si caer en sentimentalismos de crónica rosa o sensiblería barata, los personajes de Jim Harrison sufren y sobreviven, aunque sea con una botella de whisky, no buscan redención, no buscan un mundo mejor, solo quieren sobrevivir, cosa que no es baladí si ves como se va desarrollando la vida de sus protagonistas.
La colección de libros salvajes tiene como común denominador al hombre y la naturaleza, una naturaleza salvaje que llama a nuestro pasado más remoto; quizás un urbanita no disfrute de textos donde solo hay esos dos personajes pero son un perfecto viaje a nuestro interior, a una parte que no tenemos tan lejana y que forma aún parte de nuestro sentir. En estos tiempos de interconexión, de globalización creo que es una maravillosa forma de aislarnos del mundanal ruido y quedarnos a solas con nosotros mismos y el ruido de al aire en las copas de los árboles.
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