Andrea Camilleri
Ediciones Destino
ISBN: 978-84-233-6268-4
El maestro de la novela negra siciliano edita muchas de sus obras en la editorial Salamandra pero muchas de sus otras obras son publicadas por otros sellos editoriales y esta es un caso de esos, de la colección Ancora y Delfín Andrea Camilleri nos hace un estudio sesudo de los sicilianos, de sus relaciones con el estado, la maffia (si en origen es con dos efes), los terratenientes y la iglesia, una sociedad donde jueces, políticos, sacerdotes, ladrones, agricultores, nobles o pescadores están interrelacionados, no es una novela al uso, es un estudio a fondo de esas relaciones y aunque en algunas ocasiones te está contando una historia en realidad lo que está haciendo es hacer notario de unos hechos, unos hechos que no se comprenden en el resto del país y en el resto del mundo pero que están metidos en la médula de ese pueblo orgulloso y particular.
Camilleri es un hombre comprometido política y socialmente, no rehuye del choque con los poderosos, analiza y da pistas de las causas y en este texto los religiosos del sur de Italia no salen precisamente bien parados, amparados en las "indulgencias" y "componendas" donde todo se negocia absolverá de todo mal a los bandidos pero por otro lado, la comisión enviada a averiguar el motivo por el que el "malandrinaje" es algo endémico en Sicilia tampoco hará nada por arreglarlo llegando a deducirse que a pesar de que parece que no saben lo que es, si lo supieran que lo saben le pondrían remedio y al final, la única solución que se les ocurre es mandar a un militar que trata de poner orden a golpe de fusilamientos.
El relato tiene un pasaje real del propio Camilleri que ya había leído con anterioridad en "Gotas de Sicilia" cuando tiene que ir a examinarse lejos de su pueblo y es llevado por un camionero de su padre, en el trayecto es asaltado por una de esas bandas que asesinaban a los viajeros pero estos al pagar su "peaje" criminal consiguen pasar, siendo este la primera experiencia y su primer contacto con la mafia del famoso novelista y dramaturgo.
La descripción que hace Camilleri de su Sicilia natal no difiere en casi nada a la de cualquier pueblo de nuestra España profunda, odios familiares por lindes, asesinatos sanguinarios por unos olivos más allá o acá, pueblos descreídos de la religión pero temerosos de los curas y obispos y aunque las cosas han cambiado mucho, los odios y temores siguen arraigados en todos nosotros. No veo muchas diferencias con lo que podemos leer en los periódicos todos los días y aunque está narrando hechos estudiados en los finales del siglo XIX son perfectamente extrapolables al siglo XXI, y ojo, también a cualquier región, quizás ahora no se pagan componendas al párroco del pueblo, pero si al político de turno para que te deje hacer un pozo en tu parcela o levantar un apartamento en la playa.
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