sábado, 21 de junio de 2014

Memoria de Mis Putas Tristes



Gabriel García Márquez
Editorial Mondadori
ISBN: 84-397-1165-4

La feria del libro de este año se ha caracterizado por el bombardeo de obras del genial Gabo y seducido por ellas me traje esta obra cortita que no había leído, en ella se relata una historia de amor imposible entre un nonagenario y una adolescente, antes de que penséis que se puede caer en una historia como la de Nabokov pues los tiros no van por ahí; este nonagenario decide celebrar su noventa cumpleaños acostándose con una joven virgen, valiéndose de sus antiguos contactos, la alcahueta Rosa Cabarcas conoce a una joven que le trastocará completamente y que le hará enamorarse como nunca antes hizo.
Para meternos en faena, nuestro protagonista, columnista de profesión en el diario de la Paz que suscita todo tipo de emociones -más a medida que se siente enamorado- y antiguo profesor de lengua nos cuenta poco a poco su vida desde su primer escarceo con una madamme a la tierna edad de los trece años hasta la multitud de mujeres con las que se ha acostados siempre con dinero de por medio, porque este hombre es feo, tímido y anacrónico y salvo la mujer que le asiste, parece que no ha conocido el amor de una mujer en su vida.
En ese resumen vital que va haciendo, nos descubrirá que empezó a trabajar de columnista gracias a su madre italiana que pagó sus primeros trabajos, como va desprendiéndose de los recuerdos familiares poco a poco para pagarse sus necesidades vitales y así conoceremos al director del diario, al censor que a fuerza de años y de odiarse se respetan o las secretarias que parecen tratar de seducirle cada vez que le ven.
La irrupción de Delgadina, la joven buscada por Rosa Cabarcas pondrá su vida patas arriba, el que se precia de ser el último de su especie, otros que también lo afirman cuando leen su columna, sentirá un vigor con cada visita a la joven en la casa de Rosa, lo que parecía imposible llega y el amor lo envuelve, lo atrapa y lo consume en un amor de burdel que es todo, menos de burdel.
Delgadina en realidad no se llama así, así es llamada por nuestro protagonista, una joven que cuida de sus hermanos, que trabaja pegando botones en una fábrica y que es deseada por el nonagenario sin llegar a consumar la relación, esa fantasía que vive hace que se comporte como cualquier protagonista de un poema de amor; es la conversación con antigua compañera de juegos de cama y felizmente casada con un chino la que terminará por convencerle de que no debe dejarla escapar, que no hay cosa más triste que morir solo y él es consciente de lo está, lo que me cuesta asimilar son las palabras de Rosa al final cuando le confirma que la pequeña está enamorada de ese hombre hasta las trancas, pero eso forma parte del misterio de este relato. 
García Marquéz se vale de un clásico todo ello almibarado por una bella historia de amor en la que el protagonista tiene muy claro que el día que cruce la línea de la "carne" perderá la magia., es un libro lleno de nostalgia y de ganas de vivir y por momentos a mi me ha dado un miedo atroz porque salvando algunas diferencias notables, algunas cosas son casi sacadas de una autobiografía que escribiese. No hay sexo, ni como voyeur, es otra experiencia humana la que trata de relatarnos Gabo; quisiera que no tuviese cierto forma de ver a las mujeres, ver su ataque de celos por ejemplo y como trata a Delgadina o la madamme, o el recuerdo de su madre, pero forma parte de la imagen antigua que nos quiere transmitir Gabo del columnista nonagenario.
El miedo que uno siente a medida que va pasando páginas -me refiero al mío, que conste- se convierte en cierto alivio con esa posible moraleja de que al final todo llega, pero que miedito da, ¿y si no llega?
Si mi último "enfrentamiento" con Vargas Llosa no fue del todo satisfactorio, no puedo decir lo mismo del genial colombiano, me deja una grata sonrisa en la cara y en el Alma.

6 comentarios:

  1. Me encanta cómo lo has dicho: has hecho una crítica amable pero exacta. Es una novelita y por tanto en un ser tan mayor en la realidad creo que ya no está capacitado para sentir algo tan sublime; desnudo de carne..

    El último de Vargas Llosa me ha parecido muy "ligerito" por no decir previsible. Pero claro, con la leyenda que tienen esos dos... en la Feria del Libro de Madrid, se han vendido mucho aprovechando en tirón.

    Besos, Ángel.

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    1. Tengo en cuarentena "El sueño del celta" a pesar de tener una trama que me seduce, como en la fería "destrocé" mi tarjeta creo que tardaré en leérlo.
      De tener que elegir entre estos dos "monstros" mi elección por el colombiano sería clara, la poesía de su narrativa es mayor, me transporta más y mejor que el peruano; pero ojo, son sensaciones personales.
      De la novela lo que me descuadra es que si un hombre ha llevado todas sus relaciones con dinero de por medio, ese ataque de celos le haga llamar prostitutas tanto a Delgadina como a Rosa, es como si en esos 90 años no asumiera como ha llevado su vida pero bueno, los celos tienen esas cosas.
      Un saco de besos muy "aguáticos".

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    2. He leído poco a este hombre... sólo "Crónica de una muerte anunciada", y mi próxima apuesta será, por supuesto, Cien años de Soledad, aunque reconoczco que me da un poco de miedo.
      Besos!

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    3. No lo dejes, no lo dejes, es una gozada como escribe este hombre, reconozco que cuando empecé por pirimera vez "Crónica de una muerte anunciada" tuve que dejarlo pero es que era un crio imberbe y sin cerebro -yo creo que igual que ahora, pero ahora me afeito, jeje-
      Prefiero el escritor al "personaje" y seguro que le pasará a mucha gente igual pero eso no quita lo gozoso que es leerle.
      Besotes veraniegos.

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  2. Vengo para decirte que quiero saber tu historia con Javier Marías, jajajajaja!

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    1. Jeje, no seas malpensada, tiene que ver con la publicación de la novela "El lápiz del carpintero", en la edición que compré venía un lapiz de esos que usaban los carpinteros y mi padre se acordó de que mi abuelo lo usaba y le trajo muchos recuerdos.
      Un besote.

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