Elizabeth Taylor
Editorial Libros del Asteroide
web: www.librosdelasteroide.com
ISBN: 978-84-10178-38-0
Un novelón, si, no tengo otras palabras para definir este libro, escrito en 1971 por una de las mejores novelistas británicas del siglo pasado ha sido todo un descubrimiento para mi y si os animáis para vosotros también.
La señora Palfrey acaba de quedarse viuda y decide irse a vivir a Londres y dejar su casa de Claremont, se decide por un pequeño y discreto hotel donde ya viven otros jubilados, la característica común es que están solos pero aún se valen por si mismos, no precisan de cuidados médicos que les obligue a estar ingresados en otra institución. Durante su estancia tendrá que variar sus rutinas cotidianas, a la espera de un sobrino que nunca viene hasta que un joven desconocido, Ludo, la socorre tras caerse en la calle, entre ellos se establece una preciosa amistad intergeneracional haciéndole pasar por ese sobrino trabajador del museo británico que nunca se preocupó por ella, Ludo le hablará de su deseo de ser escritor y Laura Palfrey vivirá su viudedad de una forma mucho más sana y humana en su compañía.
Una historia sobre la tercera edad, un tiempo que salvo cataclismos todos tendremos que vivir, donde la soledad te atrapa por los pies sin posibilidad de escape, donde los filtros se han dejado en la barra de un bar porque a estas edades todos dicen lo que quieren decir, con historias cotidianas llenas de ironía, deseos de compañía y ciertos comportamientos excéntricos, pero a quién le importa a esas edades, "amores" tardíos pero que son más tiempo en compañía de otras personas que amor verdadero, ternura pero llena de arrugas y velas en la tarta de cumpleaños. Escrito con mucha delicadeza, más de uno se va a ver en un futuro más o menos próximo y le temblarán las canillas.
Una deliciosa novela, no creo que sea una intrascendente novela veraniega porque requiere sosiego para que te penetre por los poros, quizás para hacerte pensar en tus mayores o en nosotros mismos cuando seamos mayores, porque nietos de esos que solo se acuerdan de sus mayores cuando la herencia está en juego sobran en la vida de todos. Personalmente me ha encantado, con un hermoso final porque la señora Palfrey es encantadora, que tuvo la suerte de conocer a Ludo para que el final de su vida no fuese tan solitaria como estaba previsto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario