sábado, 27 de enero de 2024

La Luz que Fuimos

 




Antonio Manuel
Editorial Almuzara
ISBN: 978-84-11315-66-1


A pesar de mi formación en ciencias adoro la historia, me encanta el arte y la pintura de antes del siglo XX y me atrae de forma muy poderosa la novela histórica que sabiendo que es ficción me permite investigar más sobre personajes y tiempos pasados, pongo por ejemplo, después de ver el truño de Napoleón me quedé y sigo con las ganas, de leer un buen libro sobre Josefina de manera que si alguien conoce alguno soy todo oídos. En el campo patrio la figura de Almanzor siempre me llamó la atención pero apenas he leído una novela de Magdalena Lasala que no calmó mi sed, así como de los califas cordobeses que no veo nada y me encantaría poder leer algo de cualquiera de los Abderramán. Una vez hecha esta introducción que alguno dirá que no viene a cuento vamos a por la novela de este Doctor en Derecho y novelista; gracias a él he sabido algunas cosas que mi escasa formación en historia no sabía, que existió una ciudad construida por Almanzor para competir con Medina Azahara llamada Medina Azahira y de la que se desconoce su ubicación, y la otra cosa que he aprendido es que el pueblo de Córdoba se levantó contra los hijos del recién fallecido Almanzor por sus excesos y en ese levantamiento destruyeron Medina Azahira.

Ah que no se me pase, la versión que yo he leído es la de bolsillo de la editorial y que compré en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, coincide la foto de la portada en ambos casos y por eso me he permitido la licencia de ponerla aún no siendo exactamente el mismo libro.

Almanzor está en sus últimos días de vida, victorioso de sus campañas por tierras cristianas -arrasó Santiago y se llevó las campanas a Córdoba parar decorar la mezquita con su metal- y gobierna con mano de hierro en tiempos de Caifa Hixem II (Hisham II), en su harem las mujeres que no paren hombres son repudiadas y solo dos hijos de madres cristianas varones le suceden, Abderramán Sanchuelo -Sanchuelo por su abuelo- y Abd Al-Malik, pero así como su padre es un gobernante que se ha sabido rodear de soldados que imponen la ley de la espada y someten a la población de fuera de Córdoba y de dentro, sus hijos se abandonan a los placeres de la vida repudiando lo que les marca el Corán al respecto, pero como son los hijos de Almanzor y aún gozan de la ayuda de los poderosos no pueden ser derrocados, no pueden ser derrocados pero el pueblo tiene un límite y una de las hijas del Almanzor y una cautiva cristiana, Maryam la Paloma, abre los ojos de los desfavorecidos, de los hambrientos, de los desdichados y se levantan contra sus gobernantes en cuanto Almanzor ha muerto y sus hijos de dedican a despilfarrar y vivir opulentamente.

La novela describe con nitidez cirujana lo que pudo ser la corte califal en los tiempos posteriores a la muerte de Almanzor, los tejemanejes de unos y de otros para mantenerse en el poder, la dejadez del Califa y el peso de las mujeres que la historia siempre parece tratar de esconder. Porque la mujeres son protagonistas absolutas de esta historia, no solo Maryam, lo son todas y cada una de las mujeres de esa Córdoba que se cree inmortal porque hasta entonces lo ha sido pero que ya no es la sombra de lo que fue, porque los creyentes llegados del otro lado del estrecho les obligan a quemar libros, acusan de herejía todo lo que a ellos no les parece correcto y los reinos cristianos ya empieza a oler que lo que en otro tiempo fue un enemigo unido y terrible se va a descomponer en mil reinos de taifas que podrán tomar de uno en uno y sin apenas esfuerzo.

Se que alguno puede plantearse como es posible que sea revolución fuese iniciada por las mujeres y más en ese tiempo, pero esto es una novela, es licencia del escritor pensar que pudo ser así y seguro que a más de uno le gustaría que así hubiera sucedido.

La novela es interesante, despierta la curiosidad a menos que seas un mendrugo para querer saber algo más de ese periodo incierto entre la caída del califato y los reinos de taifas, sentirás empatía, miedo y amor por Maryam, todo a la vez, quizás no harías muchas de las cosas que ella hace para salvar a Córdoba, pero ¿quién dijo que los héroes deben ser hombres con una espada en la mano siempre?.

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