Jorge Villalobos
Ediciones Hiperiónweb:www.hiperion.com
ISBN: 978-84-9002-120-0
He hecho una parada en el libro que estoy leyendo ahora y he colado mi primer adquisición de la feria del libro de Madrid de este año, galardonado con el premio de este año, el poemario de Jorge Villalobos -¿será familia de la diputada del congreso con el mismo apellidos que además también es de Málaga?, bueno esto no es importante, es solo curiosidad-; con este poemario Jorge Villalobos quiere mostrarnos su dolor por las pérdidas de sus seres queridos, un grito de reconocimiento y de amor por todos ellos, primero su madre fallecida por un cáncer cuando él es aún un niño, luego su abuelo por el maldito Alzheimer, después su padre y por si eso no fuera poco, un amigo muy cercano por una leucemia; esa empatía que puede sentir lo es por derecho propio la que le permite hablar con ese sentimiento y profundidad y te planteas si no somos seres afortunados porque no hemos sido tocado por ninguno de esos males o si lo hemos sido, ha sido lejanamente; a pesar de haber sufrido una terrible enfermedad después de fallecer su madre que le retira de las piscinas -creo que en ese punto ha sido donde he comenzado a sentir un punto de conexión que no podría explicar pero que ha terminado de conectar con todo lo que leía- Jorge es un luchador, no se resigna y en su lucha proclama el amor por sus seres queridos bien alto y en la medida que lo hace, no desaparecen de sus vidas ni de las nuestras.
Salvo que seamos personas que nos recreemos en el dolor buscando una compasión gratuita, no disfrutaremos casi seguro de ninguno de estos poemas, si embargo, si eres una persona empática o que no quieres que las dificultades te derroten y sin olvidar a todos los que nos han acompañado a lo largo del camino, este poemario será de lo más revelador. Con un carrusel de recuerdos para Jorge Villalobos o de futuros recuerdos para nosotros de los que no podemos quedar al margen, nos veremos inmersos en situaciones más o menos familiares dependiendo de la "suerte" de cada uno de nosotros, que nos plantearán como reaccionaríamos nosotros ante estas situaciones límites.
Al igual que otro poemarios recientes que he leído, los poemas carecen de título salvo el último y de todos ellos he marcado estos: el III porque ese "Escribo para que entiendas que no estás solo" independientemente del hecho traumático que te aflija; el XXII por la forma en la que expresa que a pesar de todo no podemos hacer nada para evitar nuestro destino, nos guste o no; en el XXXV y XXXVI en como enlaza con su infancia, con sus seis años; el XXXIX porque deja un hilo de esperanza -porque yo necesito algo a lo que aferrarme- porque nada muere definitivamente mientras lo recordemos.
En fin, Jorge Villalobos dice que nada para escapar, yo creo que en eso no me parezco, yo creo que voy en búsqueda de algo, no se muy bien que es, pero se que soy feliz en el agua.
Me han encantado tus palabras. Muchas gracias por haberlo leído con tanta atención y haber conectado. Estoy muy agradecido. Un abrazo y, de nuevo, gracias, de corazón.
ResponderEliminarJorge Villalobos
EliminarMuchas gracias Jorge, el placer ha sido mío.
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