Claudia Piñeiro
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-0364-9
Claudia Piñeiro es ya un clásico en este blog, hay una buena selección de sus novelas por aquí y lo mejor por lo menos para mi bolsillo es que esta novela no he tenido que ir a Buenos Aires a buscarla porque Alfaguara la ha publicado en España; las novelas de Claudia Piñeiro son siempre breves pero muy intensa, breves pero muy viva, breves y conmovedoras, ¿he dicho breve? pues si, apenas algo más de doscientas páginas y me reafirmo en que para escribir una maravillosa historia no hace falta publicar un tocho de hojas, nos estamos acostumbrando a que una obra de esas que cuelgan en "best-sellers" tenga una "jartá" de hojas de las que la mitad sobran pero no voy a meterme en un debate sin sentido sobre cantidad de hojas porque esto es una idea personal y va sobre gustos.
Esta es una novela de amor, de amor con mayúsculas, del amor de una madre por su hijo, una terrible desgracia obliga a Mary Lohan, Marilé Lauría o María Elena Pujol pues todas ellas son ella a tomar una terrible decisión, una decisión que no se le pasaría a nadie por la cabeza y que choca con obras parecidas de títulos de película de A3 de sobremesa; es curioso que todos los personajes sobre los que escribe Claudia son argentinos con una situación económica más o menos desenfadada a pesar de que la situación económica no parece tan desahogada pero quizás una apreciación personal de mi último paso por esas latitudes.
En esta novela se entretejerán el amor y la soledad como hilos de un mismo jersey, el dolor por la muerte de un pequeño en un terrible accidente, la soledad por el vacío provocado por el resto de la sociedad y esto me trae a la cabeza una charla con mi amigo César sobre el determinismo y el derecho que tuvimos siendo yo un joven imberbe y con flequillo, si solo nos fijamos en las consecuencias perdemos la ocasión de redención y de salvar lo poco que quede y eso es precisamente el discurso de Robert cuando conoce a Mary y el principio de su "curación", pero solo es el primer paso para sanar el corazón deshecho de Mary, todavía tendrá que enfrentarse a su hijo, un ya muchacho casado que nunca entendió lo que pasó y que le hizo sentirse culpable de aquel terrible accidente y volver a su hogar dos décadas después y enfrentarse a su barrio, su antiguo colegio pero ella ya no es la misma persona.
No sé si habrá alguien capaz de realizar el sacrificio que realiza Marilé, no sé como me enfrentaría yo ante aquel suceso, lo que si se es que admiraría a esa mujer hasta la locura, tengo la "fea" costumbre de volverme loco por las supervivientes y las que marcan su propia senda sin depender de terceros.
Os animo a que busquéis obras de Claudia Piñeiro, son siempre experiencias enriquecedoras, duras también pero es que la vida es dura porque nadie regala nada, es cautivadora porque no hay merengue que empache, son fotografías actuales de tiempos de hoy y por eso es tan atractiva su lectura.
En una palabra, deliciosa.
Me encanta esta autora. Me pasa como a ti que todas sus obras las disfruto mucho. Me la apunto sin duda. Besos.
ResponderEliminarLo mejor de todo es que Alfaguara parece darse cuenta de que esta escritora vende en España y mucho, ya no me vale como excusa para volver a Buenos Aires, jeje. Hazte con pañuelos, no me digas que luego no te lo advertí.
EliminarUn besote.