Arturo Pérez Reverte
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-0709-8
Por fin la siguiente entrega de don Diego Alatriste y Tenorio e Íñigo Balboa, en esta ocasión los derroteros les llevan hasta la bella Italia para que sus pies pateen las calles de Nápoles, Roma y Venecia; antes de que siga comentándoos la novela dejarme que recuerde cierto documental de la 2 de este verano sobre los imperios mediterráneos y la relación de la República de Venecia -La Serenissima, curiosamente es el título de la música que debe sonar en mis blogs de Loreena McKennitz- y los turcos durante los siglos XV a XVIII y que si es posible recomendaría ver antes de leer la novela porque es muy educativo, si ya en mis años de estudio y posteriores lecturas ya consideré a Venecia un nido de víboras con aquel documental quedó más clara mi idea, no debemos dejarnos seducir por sus bellas plazas, sus hermosas construcciones pues si en los años que la monarquía española hubo varios cánceres que la carcomieron de lo que no debe haber ninguna duda es que Venecia fue uno y el papado otro, tanto franceses como venecianos pactaron con los turcos y pactos "antinatura" para minar el poder español y lo que es peor, todo el mundo lo sabía e incluso el mismo papado lo permitió y por lo que la Santa Alianza duró lo que duró después de la batalla de Lepanto, pero eso fue unos años antes de esta historia pero los tejemanejes fueron iguales hasta que el poder turco y el comercio del mediterráneo se fue haciendo cada vez más débil pues las especias ya no entraban por esa vía.
Al hilo de esto, Íñigo se siente maravillado por lo emprendedores que fueron los venecianos, haciendo de su ciudad una bella urbe contra la que no podía competir ninguna de las que el pisó antes gracias a su "trabajo" y esfuerzo.
Esta vez Pérez Reverte mueve al capitán Alatriste entre cancillerías preparando una revuelta que acabe con el dogo de Venecia, un dogo que no es favorable para los intereses españoles en el norte de Italia, zona de importancia vital para los intereses españoles en Flandes pues desde allí partían hacia Flandes los tercios. Con personajes ya conocidos por nuestros protagonistas y alguna aparición inesperada, preparan un motín en la navidad de 1627 pero que no llega a consumarse -los motivos os tocan descubrirlos leyéndoos la novela-, a nuestro maduro Capitán se le nota cansado, mayor, tanto como a sus enemigos y choca contra los mismos problemas de anteriores relaciones con los poderosos, no deja de ser un peón al igual que todos los que le acompañan y aún así el acepta los trabajos con resignación como si no quedase otra salida que la él se abra con su espada; hay una charla con Malatesta -vaya, ya he descubierto quien es uno de los viejos amigos- cuando ya se ha decidido que no se siga adelante que demuestra ese poso de coraje de que sólo ellos son dueños de sus destinos y por la que sientes cierta envidia.
Como siempre, las ilustraciones interiores son de una estampa estupenda.
Las pocas frases italianas que aparecen en la novela son perfectamente comprensibles y no suponen ningún problema.
Como todas las novelas de Pérez Reverte los detalles son abundantes, ricos y muy cuidados, cosa que yo agradezco pues casi he estado en Venecia mientras la leía y eso que no la he pisado en mi vida, la perfección de sus descripciones que incluyen hasta olores hacen que seas un espectador más, solamente que situado a dos metros de distancia de la acción principal.
Comparada con las anteriores entregas, encuentro más cansado al Capitán -cosa lógica y normal- como asumiendo que le queda menos para "entregar la herramienta" y se ve en la charla con Íñigo antes de salir a la calle a matar al dogo, la pluma de Pérez Reverte creo que ha sabido crecer con los años del Capitán, que ha sabido ver como a la gente se le cuela el cansancio por los huesos y el alma y creo que esto es la principal diferencia con las otras entregas.
En resumen, obligatoria para todos los fanáticos del académico que creo que somos legión, para los chavales que quieran acercarse a la historia de España de una forma desenfadada y sin tener que aprenderse fechas y nombres como papagayos y que vean como todo está relacionado (el arte, la guerra, el comercio, etc.), para los que quieren leer una novela de aventuras de las de antes y no sigo porque voy a parecerme al anuncio de Coca-Cola con eso de las amas de casa, los jubilados, los porteros de discoteca.
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