Hisashi Kashiwai
Editorial Salamandra
ISBN: 978-84-10340-15-2
De este autor y con el mismo formato narrativo ya tenéis dos libros más en este espacio, por lo que si en alguno de los casos no os gusto la fórmula, pues es la misma y así no os hago perder el tiempo.
Una agencia de investigadores culinarios y restaurante a la vez busca platos que le piden clientes, los motivos de búsqueda son de lo más diverso, pero todas esas búsquedas están llenas de nostalgia, de un pasado feliz o en un intento de poner fin a algún instante para empezar de nuevo. En seis historias llenas de sensibilidad, buena comida, lleno de ternura y sentimientos profundos, Kashiwai nos conmueve solo como él sabe hacerlo, a pesar de recuerdos borrosos gracias a las pesquisas de un cocinero que antes fue policía, Nagare Kamogawa y su hija, Koishi, cumplirán con los deseos de sus clientes cocinado para ellos ese plato que recuerdan vagamente y que les trae recuerdos de otro tiempo.
Todos los títulos de los seis artículos tienen nombre de plazos, si te gusta la cultura japonesa te hará la delicias, tanto por las tramas, los personajes como por las viandas y platos preparados; hay "amor" en las palabras, en el trato, en los sentimientos, pero no amor poético, es amor en el cuidado de las personas, incluso en la ausentes, ver como rezan ante el altar de la mujer de Nagare y su hija al terminar un caso, porque irradian afecto, cuidan a sus clientes y aunque "no" se involucran en su historia, en realidad si lo hacen, pero lo hacen de una forma tan sutil, delicada y anónima que el cliente no puede enfadarse; y es que este es un negocio en el que se paga lo que se desee al finalizar el trabajo.
Seis relatos con un bailarín, Sakyo Kataoka, que no quiere tomar el papel de ser actor de teatro clásico japonés como todos sus antepasados y que busca un "kake-soba", una profesora piano, Yumiko Maezaki de renombre que busca un "yakisoba", o un fabricante de vajillas tradicional, Nobuo Matsubayashi, que va con su nieto buscando un arroz con curry, o Shuji Kosaka que busca unas "gyozas" y que mantenía una doble vida, la quinta es la de Tajayuki Jojima que busca un "Omu-rice" en una historia e envidias con un antiguo compañero de clase que ayudó a a probar y al que le daba clases pero él no puedo hacerlo y por último las croquetas que busca Miyuki Akikawa, una joven que las robaba por hambre en un puesto callejero pero que su madre reponía sin que ella se diera cuenta.
El libro es delicioso en todos los sentidos, tanto literario como alimentario, reconozco que yo no he comido muchas -casi todas a decir verdad- de esos recetas, pero me encantaría poder hacerlo, yo disfruté muchísimo en el país del sol naciente y siempre he querido regresar y con lecturas de este tipo casi no hay que coger el avión para hacerlo. No os lo perdáis, ni este ni los dos anteriores, no es preciso leer los anteriores para disfrutar de este, son independientes las historias, los personajes principales no cambian en el transcurso de la historia, ni Nagare ni Koishi ni el gato, Hirune, de la taberna que no entra en la taberna.
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