domingo, 7 de junio de 2020

La Hora de los Hipócritas



Petros áarkaris
Tusquets Editores
web: www.tusquetseditores.com y https://www.planetadelibros.com/editorial/tusquets-editores/59
ISBN: 978-84-9066-803-0

Para los habituales de este espacio ya saben mi poca simpatía por la novela negra nórdica y mi predilección por la novela negra mediterránea, te llames como te llames ya seas Markaris, Camilleri, Zanón, Manzini, Vázquez Montalbán o Villar, vale que Villar es de la costa atlántica pero su personaje reúne todas las características que puedes ver en obras de los anteriores mencionados; en ese grupo metería a Padura a pesar de ser cubano o Mallo que es argentino, todos ellos tienen en común un disfrutar de la vida que no hay en otras latitudes, disfrutar de lo que sea, la familia, un plato de pescado frito, un ron con los amigos o las vistas de una bahía; todo eso hace que esas novelas sean para mi un bálsamo y un refugio para mis ojos y mente.
Kostas ha sido ascendido y está disfrutando del nacimiento de recién nacido nieto Lambros, el ascenso en si no le supone una alegría pero si la llegada del pequeño, goza de la consideración de sus superiores y de sus compañeros pero todo eso es secundario en la nueva vida de Kostas Jaritos; en ese momento llamémoslo plácido un famoso empresario del mundo hotelero es asesinado con un coche bomba, un método que no encaja con los tiempos que corren y con el perfil teórico de los causantes, El ejército nacional de idiotas, el asesinato de un segundo hombre de la administración pública trae más caos si cabe al caso y un tercer atentado con tres hombres muertos de los que dos son altos funcionarios de la Unión Europea ya lo lía y complica aún más y sin ninguna pista donde agarrarse; pues el empresario hotelero incluso tenía una fundación para dar trabajo a jóvenes prometedores pero nada es lo que parece cuando se empieza a buscar con detenimiento y en profundidad.
Todos los muertos en apariencia mantienen una imagen sin tacha y modélica  y a tenor de las informaciones primeras así es, no deben dinero a la hacienda pública, no tienen trampas con la seguridad social y sus esposas o ex-esposas los tienen como hombres modélicos a pesar de estar separados.
La primera sospecha del comisario es pensar en los exempleados del magnate hotelero, pero no hay conexión con los otros casos pero piensa que siguiendo esa pista en la que se habla de dos hombres y una mujer maduros de unos cincuenta años es una pista buena pues es una constante en los otros casos. Lo que si tiene claro después de hablar con la gente de la calle es que nadie lamenta la muerte de ninguno de ellos y hace que Kostas ponga toda su atención en las víctimas que hayan dejado por el camino los tres, por culpa dela crisis o de las maniobras comerciales.
Márkaris no da puntadas si hilo, no lo ha hecho en ninguna de sus novelas anteriores y esta no lo va a ser menos, es la queja y la protesta de la clase media la que quiere mostrar en este libro, la que sujeta al estado, la que trabaja por un sueldo misero y la que cuando se jubila y hay recortes a la primera que se le da el tijeretazo mientras los pudientes crean empresas en paraísos fiscales, buscan los recovecos en la ley para no pagar y encima aparecer como grandes filántropos, esto no es una queja contra Amancio Ortega o Florentino, es una queja contra el estado, que no crea la herramientas para que esas cosas no pasen, pues la hipocresía social permite que esas situaciones pasen; con unos datos macroeconómicos estupendos que nos recuerda a la estadística del pollo y las dos persona, pero en el que una se lo come entero y la otra no lo cata.
En la novela Kostas estará rodeado de su familia y de su equipo de siempre a pesar de ser el nuevo jefe, incluso veremos un instante al viejo Guikas pero la relación entre ambos ya no será tan tensa; Kostas tendrá que poner todo su talento para esclarecer los asesinatos y no será hasta cuando el "ejército de idiotas" cometa un error que no tendrán de donde tirar del hilo para esclarecer los hechos.
Es interesante ver la forma de pensar del comisario de la Europol cuando está con Kostas y cuando no lo está, te pone un poco en guardia, pues al final todos los poderosos mantienen su cuota de hipocresías y solo Kostas parece ser inmune a esa basura.
Deliciosa novela, de buen ritmo, a la que voy a tener que poner un diccionario de griego-español par saber que comidas le gustan al comisario, jeje.
Mantiene como en otras ocasiones esa excelente manera de hablarnos de las viejas tradiciones, como esa de ponerle el nombre de uno de los abuelos a los recién nacidos como aún debe hacerse en los pueblos pero no en las grandes capitales, tradiciones que ponen a las familias juntas en la misma mesa cosa que dudo mucho que puedas ver en una casa danesa, sueca o británica, por eso os sentiréis tan bien leyendo a Márkaris, porque estáis en su casa que es la vuestra, seas familia de sangre o no y donde un alemán, Uli, se siente más griego que germano por el afecto que le dan la familia Jaritos.
Quiero que quede una cosa muy importante, no es una crítica a los ricos, es una crítica al estado que permite a los ricos hacerse más ricos todavía a costa de los no que pueden escaparse y que cada día les quedan menos recursos y aire para respirar, a los ricos con nombre y apellidos y a ese complejo nebuloso de lo que algunos políticos en España llaman "los poderosos" y que alguna vez ponen nombra sin darse cuenta que el gran fraude está en otro sitio pero electoralmente les da mucho rédito político, ya se sabe el populismo no conoce colores, así que leamos mucho, informémonos pero no en internet o en foros de dudosa calidad informativa y después seamos responsables.
Puf menudo rollo reivindicativo me ha salido, en fin, no quiero condicionaros, leer a Márkaris, es siempre una buena y estimulante experiencia.

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