sábado, 3 de agosto de 2019

Los Falsos Mitos de la Alimentación



Miguel Herrero
Editorial Los Libros de la Catarata
web: www.catarata.org
ISBN: 978-84-9097-480-3

Otro más que recomendable e interesante de la colección "¿Qué sabemos de?", en un instante en el que los telediarios nos cuentan un día si y otro también que en algún sitio han dado el visto bueno a la venta de leche cruda, que nos bombardean con los anuncios con los casei inmunitas o sus primos que nos hacen más fácil el transito intestinal, suplementos en batidos para adelgazar, vídeos de una plataforma u otra sobre que la leche de vaca es mala o que debemos beber un vaso de vino, cerveza o un plato de quinoa, etc., pues este libro es para derribar todos esos mitos, porque en el mundo de la publicidad y de los estudios dirigidos somos presa fácil de la desinformación, de la manipulación, y ya sea como consumidores o como "usuarios" debemos estar bien formados y preparados y este libro nos ayuda a ello.
En un lenguaje accesible a todo el mundo con inquietud, los ya convencidos por los gurús de la leche de almendras y los zumos détox ni os molestéis en leerlo, porque os demostrarán simplemente que sois idiotas y eso no suele gustar a la gente; en los diferentes capítulos del mismo iremos pasando por el dulce, el gluten, la leche de vaca/lactosa, el aceite de palma, el colesterol, por esos tomates que ahora no saben a nada, los alimentos "ecológicos", los zumos naturales y dietas ancestrales, las dietas milagro, el café, el vino y la cerveza, los prebióticos, probióticos y  psicobióticos, la alimentación del futuro, la nutrición personalizada y la genética y los mitos que vendrán como el glutamato mono sódico o la acrilamida.
Muy importante, este no es un libro de nutrición, es algo más, es un libro que nos hará pensar y darnos cuenta que en el equilibrio esta lo justo, que no debemos creernos nada de lo que circula por Internet porque entre estudios financiados para que den los resultados que las empresas pagadoras quieren o los simplemente fraudulentos que no contrastan sus estudios, estamos en manos de muchos desaprensivos.
Nadie nos prohibe tomar un vaso de vino, nadie ni nada nos ha dicho que la leche de vaca actual sea mala salvo para los pocos enfermos con intolerancia a la lactosa, nadie ha dicho que tengamos que comer sin gluten si no padecemos su intolerancia, porque vivimos en un momento en el que la seguridad alimentaria es la más alta que nunca, los organismos de la Unión Europea incluso pecan de prudentes en sus cantidades máximas de ingestión de uno y otro producto y están en constante investigación; lo peligroso es tener una vida sedentaria, abusar de los azúcares y no seguir una dieta variada y equilibrada; y lo siento, una dieta vegana no lo es aunque sea perfectamente saludable, pero tan saludable es como la que no es vegana; otro de los puntos que Miguel Herrero nos hace ver es que el alcohol de vino o cerveza no van a aportar nada especial a nuestra vida salvo un instante de placer y como tal debe tomarse, porque al fin y al cabo podemos y debemos darnos caprichos para hacer nuestra vida más placentera.
No quiero perder el tiempo con las dietas de los batidos, la chorrada del no gluten para los que no tienen problemas o los de las leches que no son leches y que veo todas las mañanas en mi desayuno, si supieran la cantidad de grasa y azúcares que les aportan las otras "leches" -y que no se pueden llamar leche- quizás dejaran de tirar su dinero y volverían a la leche tradicional. Si me gustaría hacer notar en que nuestro modelo alimenticio tiene que cambiar, las explotaciones ganaderas consumen más recursos de los que dan y no es sostenible, si vamos de camino a un mundo superpoblado quizás sea el momento de empezar a pensar en que vamos a comer mañana, dejar de querer comer tomates en inviernos o naranjas en verano por mucho que nos gusten, y ahora que el cambio climático está empezando a calar en nuestra sociedad, quizás sea el momento de hablar también de estos temas que también se ven afectados.
Tema aparte están aquellos que dicen que si comes tal o cual cosa no padeces esta o aquella terrible enfermedad, resulta paradójico que nos creamos más el chascarrillo de uno vecino de barra de bar que no conocemos, o de una o un amigo lejano que el de un experto que nos dice que los estudios suelen dar dispares resultados dependiendo de miles de factores y que no podemos tomarlos solo cuando las cosas nos interesan, por favor no os perdáis el ejemplo de los calvos y las zapatillas, es la historia de siempre, dependiendo de quien tome la estadística, puede manipularla a su gusto para que salga lo que busque o desee.
En resumen, hagamos un poquito más de deporte, menos vida sedentaria y comamos con cabeza y menos de azúcar, no es nada más que eso y todo explicado de una forma natural, si tufos publicistas y completamente accesible a todo el mundo, como los libros de esta maravillosa colección.

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