sábado, 27 de julio de 2019

Yatsuhaka-Mura, El Pueblo de las Ocho Tumbas



Seishi Yokomizo
Editorial Quaterni
web: www.quaterni.es
ISBN: 978-84-948971-0-8


Al contrario de los que en tiempo estival aprovechan para leer, cuando me llega la temporada de piscina a mi me pasa todo lo contrario, me convierto en un hipopótamo como los de los documentales del Serengeti y apenas tengo tiempo para abrir un libro, por eso esta pequeña aventura nipona se me ha hecho tan "larga" para acabármela a pesar de ser una novela de apenas trescientas páginas.
La estructura capitular ayuda a que puedas hacer altos en la lectura con relativa facilidad y el formato elegido que más parece las confidencias que te puede hacer un colega en la barra de un bar hacen que la lectura sea sencilla y atractiva a la vez; con un buen ritmo y muy ágil no sería extraño que os la acabarais en un suspiro.
Durante el periodo Sengoku que es nuestro siglo XVI ocho samuráis busca refugio en un pueblo en las montañas después de que su clan resultase derrotado, en su marcha llevan consigo tres mil monedas de oro que despierta la codicia de los aldeanos que en una primer instante los han recibido cordialmente, después de tenderles una celada los asesinan pero no encuentran nada del tesoro que con ellos llevaban los guerreros, y durante la refriega el jefe de estos y ultimo de los ocho samuráis en morir maldice a toda la estirpe de sus asesinos.
El pueblo vive con la leyenda del tesoro oculto y van pasando los años y los siglos, han pasado cuatro siglos de aquello y Yozo Tajimi descendiente del instigador de aquellos taimados asesinatos enloquece y mata a treinta y dos personas del pueblo sin conexión ninguna para desaparecer luego sin dejar rastro; han pasado veinte años de aquello y los hechos parecen repetirse pero esta vez en la figura de su hijo, Tatsuda Teyada, este vive alejado del pueblo pues su madre se lo llevó siendo muy joven y ahora vive en Kobe pero un abogado se pone en contacto con él a requerimiento de sus tías en el pueblo a fin de ser el cabeza del clan; las sucesivas muertes que se van acaeciendo fijan todas las sospechas en Tatsuda y en un pueblo lleno de temores y poco formado, hacen de ellos un caldo de cultivo perfecto para ser manipulados y dirigidos para que el verdadero asesino pueda salirse con sus planes.
Por toda ayuda Tatsuda cuenta con un inspector sagaz, Kosuke Kindaichi, el inspector de policía, Tsunejiro Isokawa, sus tías Koume y Kotake de las que una caerá asesinada a manos del asesino, Miyako Mori, una viuda que conoce en el bufete de abogados al principio de la historia, Noriko Satomura, prima del clan Tajimi y Haruyo, hermanastra de Tatsuda, si parecen muchos, pero son mas los que quieren colgarle el sambenito de los asesinatos y siendo un chico de ciudad y sin más pasaporte que ser hijo del asesino de treinta y dos personas pues podéis pensar que no lo tendrá nada fácil.
Atentos a los pasajes dentro de los túneles, Yokomizoha conseguido crear un atmósfera claustrofóbica y angustiante, sobre todo cuando el pueblo sale en pos de Tatsuda dispuesto a que pague por los "asesinatos" acaecidos, el detalle de los hilos para explorar los túneles, la ideal forma que tiene de describir los diferentes caracteres nipones, en este punto quiero hacer notar que la sociedad nipona es muy machista aunque no lo parezca, por eso el papel de Miyako es tan estimulante pero al final se demuestra que es un prototipo de mujer nipona -si lo leéis ya sabréis de que hablo- y sobre todo, creo que refleja muy bien esa sociedad rural donde todavía la tecnificación no ha distorsionado la forma de ver el mundo dando cabida a la magia, dioses malvados y buenos o maldiciones que duran miles de años.
El escritor es uno de los grandes nombres de la novela policiaca japonesa, mi experiencia ha sido satisfactoria y creo que volveré a la carga con alguno de los otros dos títulos del autor de esta misma editorial y donde creo que el protagonista principal será el Kosuke Kindaichi porque en esta novela el protagonista y narrador es Tatsuda.
Un novela perfecta para el veranito.



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