Rosa Montero
Editorial Seix-Barral
ISBN: 978-84-322-2420-1
Como en otras ocasiones he empezado la casa por el tejado, leí la segunda entrega de la historia de la detective tecnohumana Bruna Husky y ahora me leo la que dio pie a lo que va a ser una serie o al menos tres novelas deduzco de las palabras de Rosa Montero; ya la primera y dada mi inclinación por la ciencia ficción el resultado fue muy satisfactorio y con esta, más; me ha permitido conocer más los "interiores" de esta replicante de combate tan particular.
Tomando como inspiración la historia de Blade Runner, Rosa Montero crea una historia diferente pero apoyándose en la efímera vida de los tecnohumanos, la fecha de caducidad de su existencia; y con esos mimbres teje una historia detectivesca muy interesante y de luchas de bloques de poder que bien puede estar ambientada en un congreso político de hoy o en las cancillerías diplomáticas de dentro de 50 años porque es una historia atemporal, por eso la validez de la trama.
Bruna Husky es una replicante o tecnohumana de combate que después de su servicio para la compañía se ha reciclado en detective privado, como buen detective privado que se precio, debe coger todos los casos que caen en sus manos porque su precaria economía no le permite la idea de dejar casos por el simple hecho de que no le gusten, es decir, algo que vemos en novelas clásicas de género negro por lo que hace a la personaje algo muy fácil de hacerse atractiva a los ojos del lector de este género y por ende a los de ciencia ficción ya que auna los dos géneros sin ninguna dificultad; unos extraños y sucesivos casos de replicantes muriendo antes de su muerte programada, es contratada por la líder del Movimento Radical Replicante, una asociación que pretende que los tecnohumanos vivan en armonía con todos los seres del planeta -esa peste racista que estará pasando ahora por vuestros olfatos es eso, el desprecio al diferente, vamos que nada cambia, ni ahora ni dentro de 200 años-; pero nada puede ser tan sencillo.
La lucha por querer escapar de tu destino nos iguala a todos, tecnohumanos, humanos o cualquiera que tenga cerebro y esa es la verdadera lucha, la única diferencia es que nosotros no conocemos nuestra fecha de finalización y ellos si, por eso Bruna repite ese tantra tantas veces, tantos días, tantos años; y a pesar de que somos lo que vivimos, ellos tienen unos recuerdos implantados falsos -salvo Bruna, pero tendréis que leer el motivo, jeje- y es el propio diseñador el que le hace ver que hasta los recuerdos reales de los humanos son falsos porque los dulcifican para que no duelan y al final son otra cosa diferente.
La personalidad de Bruna va a ratos, podemos querer abrazarla si es que se pudiera hacer con un pedazo de mujer enorme, alta, calva y con una línea tatuada que la parte en dos atravesando un ojo, a querer darla un empujón o estrangularla, algo también difícil con un replicante de combate que puede matarte en un tris; el personaje creado por Rosa Montero tiene mucho de tierno y mucho de soldado, una combinación difícil y complicada pero muy seductora a mis ojos lectores, una mujer que no tiene a nadie a su lado por el temor a dejar en la cuneta el día de su muerte pero que en realidad si está rodeada de seres que la quieren y la aprecian, desde un bibliotecario que es expulsado por denunciar las manipulaciones en la red, un "bicho" o un extraerrestre por decirlo de otro modo, una mascota alienígena -que a mi me sobra, no se si porque no me gusta eso de "Bartolo bonito"- o un policía humano que la quiere y aprecia de veras, en pocas palabras, el mundo de Bruna Husky en realidad no está vacío, no está sola y nunca lo estará.
Rosa Montero lleva la acción a un planeta devastado por las guerras, donde los estados cobran por el aire limpio un impuesto pero en el que por fin, todos los países, los Estados Unidos de la Tierra, se han unido en pro de un futuro mejor pero como no puede valer buenos sin malos, dos grupos de humanos viven en dos colonias artificiales fuera del planeta y es con esos con los que se vive una nueva guerra fría; en ese mundo los credos de hoy han desaparecido pero han sido sustituidos por otros, los animales salvajes se han extinguido y viven confinados los clones en zoos su triste y "programada" muerte. Ese futuro planteado es coherente, impactante, peligroso y excluyente, el cambio climático ha hecho desaparecer ciudades y el clima se ha vuelto extremo -olas siberianas/polares en Madrid de muchos grados bajo cero-, los políticos no son capaces de solucionar los problemas que acucian a la sociedad y los extremistas y demagogos los tienen que ni pintado para lanzar sus proclamas -¿os suena?-, pero en toda sociedad hay personas justas y éticas y Bruna es una de ellas por lo que en realidad estamos ante una novela de superviviencia, sobre lo que somos y como nos conducimos en la vida, sobre la necesidad de afecto y el miedo a la puñetera soledad; ¿de verdad no os parece suficiente atractivo para leerla ya mismo?
Rosa Montero nos llevará a un futuro Madrid, pero bien podría haber sido otra ciudad porque no afecta sustancialmente a la trama y lo hará en localizaciones que hoy conocemos pero que la autora transforma en aras de la historia; Nuevos Ministerios, la iglesia de los Jerónimos, el Prado o el Reina Sofía por ejemplo.
Recientemente leí que Rosa Montero pretendía publicar algunas otras novelas antes de hacerlo con la tercera entrega de Bruna Husky, pues lo celebro porque no pienso perdérmelo, ¿lo haréis vosotros?
Feliz Navidad a todos.
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