sábado, 5 de septiembre de 2015

Tres Abuelas y un Cocinero Muerto



Minna Lindgren
Penguin Random House Grupo Editorial
ISBN: 978-84-8365-791-1


Huyendo de mis tópicos con la novela nórdica europea y por gracia de mi amigo César, cae esta divertida novela finesa de Minna Lindgren, una periodista y columnista independiente muy conocida en Finlandia por su forma de tratar y escribir sobre temas muy diversos, incluso ha sido premiada con el galardón Bonnier de periodismo en el año 2009. Trata de temas de lo más diverso, desde música clásica o la muerte, brrr que mento a la bicha y a la que llaman la Agatha Christie del norte.
Esta novela es la primera de la Trilogía de Helsinki -yo dudo que me anime con las siguientes, pero no lo afirmo por si acaso-, nos presenta a tres viudas nonagenarias muy entrañables y sin achaques -uf quien tuviese esa edad y estar así de bien de cabeza- que residen en una rara residencia de la tercera edad llamada El Bosque del Crepúsculo y digo rara porque se parece muy poco a las que por estas latitudes tenemos pero lo que si evidencia es de las mismas miserias o quizás alguna más; una residencia de apartamentos vigilados en Helsinki donde los mayores se pueden relacionar entre ellos y valerse por si mismos en la medida que sus capacidades físicas y mentales se lo permiten. El centro en apariencia vive de forma tranquila dejando pasar el tiempo, pues tiempo es lo que les sobra a estos residentes salvo que se les lleve la parca, cosa que hace con frecuencia.
Siiri, Irma y Anna-Lissa descubren poco a poco que esa idílica residencia en realidad les priva poco a poco de su identidad, los rodea de enfermeros que no hablan el finés que son unos vagos y no les atienden de forma adecuada o de forma inexperta en muchos casos y que son obligados a tomarse un motón de medicamentos que les recetan sin verlos y que lo único que les hace es atontarlos para que sean más dóciles en sus confinamientos "idílicos".
El día a día de las tres amigas se pasa con sus paseos en tranvía, jugando a las cartas o asistiendo a los funerales de otros residentes pero la muerte de un cocinero joven con el que sentían cierta simpatía pues no las trataba de la forma que el resto hacía despertará sus mentes inquietas y las llevará a investigar los cada vez más frecuentes y raros episodios que acaecen en la residencia -el incendio de la sauna o la muerte de un paciente después de denunciar una violación-.
Con un lenguaje muy irónico y humorístico la novela romperá con los tópicos que tenemos en la cabeza sobre las sociedades nórdicas y su sociedad del bienestar, donde la soledad hace más daño que otra cosa y donde la vida familiar está ausente en todo momento -nada que ver con las sociedades mediterráneas aunque cada vez nos parezcamos más a nuestro pesar-. La novela te deja un poso agradable pues te da pie a que la amistad se forje cuando se forje puede ser un soporte estupendo en nuestro día a día, que si la cabeza aún te rige bien puede servirte para adaptarte a las diferentes etapas por las que debemos pasar todos en condiciones normales, pues todos terminamos perdiendo la memoria, nuestra movilidad se ve reducida pero si nuestras ganas de vivir y un espíritu de superación nos ayuda, podemos vivir una aventura cada día del resto de nuestras vidas -la aventura del tranvía es deliciosa-, no nos conformemos con lo que nos toca o nos toque, hay un mañana y siempre podemos moldearlo a nuestro parecer, quizás no tanto como quisiéramos pero sentados en un sofá no cambiaremos nada.
Lo que más puede llamar la atención es que tenemos por modélicas sociedades que son tremendamente egoístas, muy hipócritas y que esconde a los mayores con palabras grandilocuentes y tratándolos como si estuvieses chochos y por eso descubrir a estas tres valientes que son capaces de dar lecciones a un médico del porqué no quiere ponerse un marcapasos o hacer de un paseo en tranvía una aventura es estimulante; seguramente no encontremos a tres abuelas con esas ganas de vivir o descubrir el mundo, pero si a lo mejor un poco más jóvenes, por eso me gustaría pensar que querría tratar a las personas mayores como lo hace Mikka pues ellos/ellas se lo merecen.
No es la novela del verano pero si os hará pasar un rato muy divertido y seguramente no os olvidaréis de ellas en una buena temporada.

4 comentarios:

  1. Yo leí hace un tiempo una reseña sobre este libro en los mismos términos que la tuya. Me hizo mucha gracia el argumento y desde entonces me quedé prendada con el libro. Besos.

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    1. Es una novela muy simpática, adolece seguro de la veracidad del como se comportan de verdad los mayores de 90 pero si nos sirve para tratarlos con más respeto y no como a niños pequeños estaría estupendo; de momento se la he dejado a mi cuñado que es finés porque creo que el sacará más jugo seguro.
      Un besote y feliz semana.

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  2. no lo he leido pero me gusta como lo relatas

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    1. Anímate, creo que es un libro que va a gustar mucho porque no habla de los mayores como muebles viejos y de una forma u otra por ahí vamos a pasar todos.
      Un saludo.

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